4° Domingo de Pascua, 11 de Mayo 2014, Ciclo A

San Juan 10, 1 - 10
 Mis ovejas escuchan mi voz... y me siguen 
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  1. El Pastor:  «Les aseguro que el que no entra en el redil de las ovejas por la puerta, es un ladrón y un bandido. Pero el que entra por la puerta es el pastor que cuida las ovejas. Cristo Buen Pastor conoce a cada uno de los suyos. Con un conocimiento que es amor y complacencia. Cristo me conoce como soy de verdad. No soy un extraño que camina perdido por el mundo. Cristo conoce mi vida entera, toda mi historia. Más aún, conoce lo que quiere hacer en mí. Conoce mis tristezas y mis alegrías, y así me ama…
  2. Las Ovejas:  no sólo escuchan su voz, sino que atienden con interés y responden acogiendo la palabra sembrada en el corazón. ¡Qué hermosa definición de lo que es el cristiano! Se trata de estar atento a Cristo, a su voz, a las llamadas que sin cesar nos dirige. Él no quiere que se pierda ninguna de sus ovejas amadas.
  3. Los Discípulos: El Papa, los obispos y los presbíteros son pastores que tienen como primer deber “anunciar a todos la Buena nueva”. Son los predicadores del Evangelio que llevan nuevos discípulos a Cristo. Religiosos, maestros y padres de familia están dotados de la hermosa misión de extender su mensaje universal de salvación. 
REFLEXIÓN

   Jesús, Buen Pastor, espera nuestra adhesión a Él. Implica el dejarnos guiar, seducir y regir por su cayado y por su voluntad. Tres huellas, del Buen Pastor, nos pueden ayudar a no alejarnos de El: Palabra – Oración - Eucaristía
La PalabraNos ilumina. Nos anima en tiempos de dificultades. Nos rescata de atolladeros en los que, por diversas circunstancias, nos hemos metido. La Palabra del Buen Pastor es siempre segura, certera, suave y a la vez potente.
La OraciónNos fortalece: Por la oración, el Buen Pastor se relaciona con cada uno de los miembros de su rebaño. Con la oración, Jesús, nos señala la vía que hemos de escoger para no perdernos en las noches oscuras de la vida.
La EucaristíaNos alimenta: sin ella, los amigos de Cristo, nos debilitamos. El cristiano que no vive ni participa de la eucaristía se debilita y corre el riesgo de dejarse llevar por los dictámenes del mundo. Se alimenta exclusivamente por otros alimentos perecederos que la sociedad ofrece, para darle culto al cuerpo o agradar el paladar, pero en detrimento de la belleza del espíritu o del alma. La Eucaristía es el Pan en los senderos oscuros.

PARA LA VIDA
  • Una madre no es un árbol pero bajo su sombra uno se puede sentir bien cómodo. 
  • Una madre no es una autopista pero te puede guiar por el mejor camino. 
  • Una madre no es un caramelo pero te puede endulzar la vida. 
  • Una madre no es un te pero puede tibiar la vida. 
  • Una madre no es horno microondas pero puede recalentarte la comida después de esperarte hasta las 3 de la mañana. 
  • Una madre no es una lavadora pero muchas veces te salva lavándote la ropa 5 minutos antes de que te la pongas. 
  • Una madre es un tesoro, un regalo de Dios.

 ORACIÓN POR NUESTRAS MAMÁS 

Señor Jesús hijogracias por las madres que nos has dado, ellas han sido tus enviadas para darnos vida, de ellas hemos aprendido qué es el amor, la cercanía, la felicidad... gracias a ellas te hemos conocido, gracias por enviarlas a nuestra vida. Llena de amor la vida de nuestras madres, premia sus desvelos, trabajos, lágrimas y demás sufrimientos con unos hijos agradecidos y cercanos para con ellas. Amén