3° Domingo de Pascua, 19 de Abril 2015, Ciclo B


San Lucas 24,  35 - 48 

Jesús Resucitó "Aleluya"
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  1. Paz a Vosotros”:  Lucas al describirnos el encuentro de Jesús resucitado con el grupo de discípulos, presenta el saludo pascual. Dos discípulos están contando cómo lo han reconocido al cenar con él en Emaús. Pedro dice que se le ha aparecido. La mayoría no ha tenido todavía ninguna experiencia. No saben qué pensar. Jesús se presenta en medio de ellos, dándoles la PAZ: “Paz a vosotros”. Lo primero para despertar nuestra fe en Jesús resucitado es poder intuir, también hoy, su presencia en medio de nosotros, y hacer circular en nuestras comunidades y parroquias la paz, la alegría y la seguridad que da el saberlo vivo, acompañándonos de cerca en estos tiempos nada fáciles para la fe. El relato de Lucas es muy realista. La presencia de Jesús no transforma de manera mágica a los discípulos. Algunos se asustan y «creen que están viendo un fantasma». En el interior de otros «surgen dudas» de todo tipo. Hay quienes «no lo acaban de creer por la alegría». Otros siguen «atónitos».
  2. Testigos de la Fe: Jesús nos invita a aprender a gustar las múltiples alegrías que el Creador pone en nuestro camino: vida, amor, naturaleza, silencio, deber cumplido, servicio a los demás... Puede ser el mejor camino para «resucitar» nuestra fe. Cada situación por difícil que se presente,  si buscamos a Jesús que vive, será el encuentro y milagro más grande que viviremos.


REFLEXIÓN

   Creer en Jesús resucitado, es un DON divino. En última instancia es algo que sólo puede ser captado y comprendido desde la fe que el mismo Jesús despierta en nosotros. Si no experimentamos nunca «por dentro» la paz y la alegría que Jesús infunde, es difícil que encontremos «por fuera» pruebas de su resurrección.  Algo de esto nos viene a decir Lucas al describirnos el encuentro de Jesús resucitado con el grupo de discípulos. 

   El ardor de Jesús en sus corazones, será progresivo, según la experiencia que cada uno vaya forjando con Jesús vivo. La mayoría no ha tenido todavía ninguna experiencia. No saben qué pensar. Entonces Jesús se une a su caminar y les va adentrando en la experiencia divina: “Paz a vosotros”». Cada discípulo lo recibió desde su propia fe, está con ellos nuevamente y su gozo es tan grande porque Jesús Vive.

PARA LA VIDA
        Juana era una niña que no veía bien. Pero nadie, ni siquiera ella, se había dado cuenta. Juana pensaba que todas las cosas eran borrosas porque era como ella las veía. No sabía que los otros niños podían ver mucho más lejos que ella. Pensaba que todo el mundo veía las cosas como ella. A medida que iba creciendo su madre empezó a preguntarse porqué se sentaba tan cerca de la televisión. Su abuelo observó que cuando leía un libro lo tenía que acercar a sus ojos. 

       Cuando fue a la escuela la maestra constató que no veía bien las palabras de la pizarra. Finalmente todos comenzaron a decir: "Juana necesita gafas". Con sus nuevas gafas, Juana vio que no todo era borroso, los colores eran más brillantes y hasta la cara de su madre era mucho más hermosa. Empezó, por fin, a ver con claridad. Era maravilloso, CON LOS ANTEOJOS DE LA FE, VEMOS MEJOR LAS HUELLAS Y OBRAS DEL SEÑOR EN CADA UNO DE NOSOTROS. ÉL ESTA VIVO…

    2° Domingo de Pascua, 12 de Abril 2015, Ciclo B


    San Juan 20,  19 - 31 

    "Domingo de la Misericordia"
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      NO SE GRABÓ

    1. Camino de Fe”: Jesús vive y está de nuevo con ellos”. La fe cristiana crece en nosotros cuando nos sentimos amados y atraídos por ese Dios cuyo rostro podemos vislumbrar en el relato que los evangelios nos hacen de Jesús. Entonces, su llamada a confiar tiene en nosotros más fuerza que nuestras propias dudas. "Dichosos los que crean sin haber visto". Sólo cuando ven a Jesús resucitado en medio de ellos, el grupo de discípulos se transforma.  Recuperan la paz, desaparecen sus miedos, se llenan de una alegría desconocida, notan el aliento de Jesús sobre ellos y abren las puertas porque se sienten enviados a vivir la misma misión que él había recibido del Padre.
    2. ”Todos Unidos”: La fe cristiana crece en nosotros cuando nos sentimos amados y atraídos por ese Dios cuyo rostro podemos palpar en el rostro de los amados de Jesús, los que sufren. Entonces, su llamada a confiar tiene en nosotros más fuerza que nuestras propias dudas. Necesitamos descubrir a Jesús en las llagas de nuestros hermanos. Necesitamos vivir de su presencia viva, recordar en toda ocasión sus criterios y su Espíritu, pensar constantemente en su vida, dejarle ser el inspirador de nuestra acción. Él nos puede transmitir más luz y más fuerza que nadie. Él está en medio de nosotros comunicándonos su paz, su alegría y su Espíritu.
    REFLEXIÓN

       La resurrección tiene que disipar nuestros miedos, debe ser fuerza para despertar la alegría de Dios. Cristo resucitado está en el centro de la Iglesia, pero su presencia viva, a veces, no está arraigada como debiera. Falta una fe viva en nuestras comunidades, las cuales tendrán que aprender a vivir de la fe, deberán llenarse de su Espíritu y tendrán que recordar sus palabras y realizar sus gestos. 

       Como con los discípulos,  Jesús, está con nosotros llenándonos de vida eterna. Los discípulos experimentan una paz honda y una alegría incontenible. Las fuentes evangélicas, tan sobrias siempre para hablar de sentimientos, lo subrayan una y otra vez: el resucitado despierta en ellos alegría y paz. Es tan central esta experiencia que se puede decir, sin exagerar, que de esta paz y esta alegría nació la fuerza evangelizadora de los seguidores de Jesús.

    PARA LA VIDA
          Al pequeño Roberto, la maestra le encargó una tarea: “investigar qué es la fe en Dios” de regreso a la casa le preguntó a su tío” ¿Qué es la fe en Dios? Su tío con una amplia sonrisa respondió: bien Roberto vamos a la playa allí te enseñaré ¿Qué es la fe en Dios? Vivian cerca a las playas de Cancún. Una vez llegaron, le entregó el chaleco salvavidas  “Pero yo no sé nadar” dijo el niño, no hay problema, comienza a caminar hacia el mar de espaldas. 

         Llegará un momento en el que sentirás que tus pies no tocan tierra. Déjate ir y arrójate de espaldas. No te hundirás, ya que el chaleco te hará flotar”. Roberto estaba aterrado, “no tío, no quiero”. “¡hazlo”! estaré junto a ti para que no temas. El niño en un acto de valentía dio el primer paso ¡Ya no tocaba tierra y floto en el mar gracias al chaleco. Felices ambos salieron del mar. Camino a casa, su tío le explico: “En esto consiste la fe en Dios: el mar representa la vida. Yo represento a Dios y el chaleco representa la fe. El primer paso es confiar en Dios Él estará junto  a ti”

      Domingo de Resurrección, 5 de Abril 2015, Ciclo B


      San Juan 20,  1 - 9 

      "Pascua de Resurección"
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      1. Alegría-Júbilo”: al Resucitado no se le puede «ver» sin hacer su propio recorrido. Para experimentarlo lleno de vida en medio de nosotros, hay que volver al punto de partida y hacer la experiencia de lo que ha sido esa vida que ha llevado a Jesús a la crucifixión y resurrección. Si no es así, la«Resurrección» será para nosotros una doctrina sublime, un dogma sagrado, pero no experimentaremos a Jesús vivo en nosotros. Galilea ha sido el escenario principal de su actuación. Allí le han visto sus discípulos curar, perdonar, liberar, acoger, despertar en todos una esperanza nueva. Ahora sus seguidores hemos de hacer lo mismo. No estamos solos. El resucitado va delante de nosotros. Lo iremos viendo si caminamos tras sus pasos. Lo más decisivo para experimentar al «Resucitado». Más que el estudio de la teología, o las celebraciones litúrgicas, lo definitivo será seguir al Señor.
      2. ”Esperanza”: Ese Dios que ha resucitado a Jesús está en nuestras lágrimas y penas como consuelo misterioso. Está en nuestras depresiones como presencia callada que acompaña en la soledad y tristeza incomprendidas. Está en nuestro pecado como amor misericordioso que nos soporta con paciencia infinita. Estará incluso en nuestra muerte conduciéndonos a la vida, cuando parezca extinguirse. Pero siempre estará a nuestro lado.


      REFLEXIÓN

         La verdad de la divinidad de Jesús es confirmada por su Resurrección. Hay un doble aspecto en el misterio pascual: por su muerte Jesús nos libera del pecado, por su Resurrección nos abre el acceso a una nueva vida. 
           Ésta es, en primer lugar, la justificación que nos devuelve a la gracia de Dios. Consiste en la victoria sobre la muerte y el pecado y en la nueva participación en la gracia. Realiza la adopción filial porque los hombres se convierten en hermanos de Cristo, como Jesús mismo llama a sus discípulos después de su Resurrección.  
             Hermanos no por naturaleza, sino por don de la gracia, porque esta filiación adoptiva confiere una participación real en la vida del Hijo único, la que ha revelado plenamente en su Resurrección. Por último, la Resurrección de Cristo –y el propio Cristo resucitado.

          PARA LA VIDA
                Un día el amo de Lukman, un fabulista oriental, le envió a que sembrara cebada. Lukman fue y sembró avena. En la época de la cosecha, cuando el amo vio que estaba creciendo la avena, le pidió una explicación al esclavo. Lukman le dijo que había sembrado avena, con la esperanza de que cosecharía cebada. El amo entonces le dijo que debía estar loco, a lo que Lukman le respondió:- Tú mismo, señor mío, continuamente estás sembrando en el mundo la semilla del mal, y sin embargo, esperas en el día de la resurrección recoger el fruto de la virtud. Por eso creí que sembrando avena podría cosechar cebada. 
              “La Resurrección de Jesucristo es la garantía firme que todos estamos llamados a gozar de ella. Por eso podemos proclamar: ¿dónde está, muerte tu victoria?”. Sabemos que la muerte es inevitable, pero quien tiene la última palabra es Cristo resucitado.. 


              “FELICES PASCUAS, EL SEÑOR RESUCITÓ, ALELUYA, ALELUYA"

              Domingo de Ramos, 22 de Marzo 2015, Ciclo B

              San Marcos 14,  1 - 15, 47 
              "Domingo de Ramos"
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              1. La Entrada a Jerusalén:  hoy es Domingo de Ramos porque celebramos la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Entra como un rey humilde, pacífico y manso. Es aclamado por gente buena y sencilla, y una gran cantidad de sus discípulos son mujeres y niños. Lo proclaman Rey, no con el estruendo de las armas, sino con los gritos de júbilo. Y no agitan bayonetas o pancartas, sino ramos de olivo y de laurel, signos de la paz. ¡Éste es Jesús, nuestro Rey, el Rey de la paz y del amor verdadero, el que entra hoy triunfante a Jerusalén! Él entra triunfal a nuestro corazón.
              2. "Dolor": hoy es también Domingo de “Pasión” porque iniciamos esta semana de dolor, que culminará en la Cruz, por lo cual, en este día la Pasión del Señor. Sólo ocurre esto dos días en todo el año: hoy y el Viernes Santo. La muerte de Cristo en el Calvario no es una derrota, sino el triunfo más rotundo y definitivo de Nuestro Señor sobre los poderes del mal, del pecado y de la muerte. Sólo muriendo, vence a la muerte Estos días santos son, pues, para acompañar a Cristo en los sufrimientos de su Pasión y en su camino al Calvario: para unirnos a Él a través de la oración, los sacramentos, la caridad, el apostolado y las obras buenas, dentro de un total y reverente respeto y adoración.


                ¿ QUÉ ES LA SEMANA SANTA ? 
              1. Domingo de Ramos: La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Sucedió el domingo anterior a su muerte. Fue una entrada humilde pero llena de júbilo. La ciudad estaba llena de peregrinos para celebrar la pascua judía. Los niños Hebreos la aclamaban con palmas y cánticos.
              2. Jueves Santo: se trata del primer día del Triduo Pascual. En este día la Iglesia Católica conmemora La Institución de la Eucaristía, el Orden Sacerdotal y el mandamiento del amor, en la Última Cena de Jesús. Durante los oficios de este día se celebra el lavatorio de los pies. La Eucaristía se reserva en el "monumento" al cual van los fieles a adorar al Señor sacramentado.
              3. Viernes Santo: Se conmemora la muerte de Cristo en la cruz, desde donde atrae a todos hacia él para darnos la salvación. La acción litúrgica en la tarde, consta de la lectura de la Pasión (San Juan), la adoración de la santa Cruz y la distribución de la sagrada comunión. El respeto y el silencio se han de favorecer.
              4. Sabado Santo: Este día es el más solemne en toda la liturgia católica durante todo el año: la Vigilia Pascual, que se realiza siempre en la noche, es la más grande y santísima noche del año. Es la celebración antigua más importante y más rica de contenido. “Si Cristo no resucita, vana sería la fe”.
              5. Con la Bendición del agua y el fuego se invita a los fieles  a vivir y renovar las promesas bautismales. El Solemne pregón pascual narra el maravilloso triunfo de Cristo sobre la muerte. Las lecturas narran las obras de Dios en la historia de la salvación. La liturgia tiene su culmen en la proclamación jubilosa delAleluya, Cristo ha Resucitado.
              6. Domingo de Resurrección: Es el día en el cual Jesús triunfa sobre la muerte. Este hecho es fundamental para el cristianismo. La historia cuenta que en cuanto se hace de día, tres mujeres van al sepulcro donde Jesús estaba enterrado y ven que no está su cuerpo. Un Ángel les dice que ha resucitado.
              7. La Pascua: Es el paso de la muerte a la vida y manifiesta la victoria de la Vida sobre la muerte ganada por la muerte de Jesús en la Cruz. Los hombres estábamos bajo la esclavitud del pecado, pero en Cristo tenemos vida nueva. La pascua se celebra por 50 días, desde el domingo de Pascua hasta Pentecostés.