01AGO2010

18° Domingo Tiempo Ordinario Agosto 1 de 2010

 

Evangelio de San Lucas 12, 13-21

 

REFLEXION SOBRE EL EVANGELIO

 

1-EL “dios” DINERO: La ambición se apodera de muchos corazones cuando el dinero está en juego. El Señor nos invita a estar atentos para no ceder a la codicia, que nos lleva a poner nuestra seguridad última en las riquezas. «¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida?»

2-LA JUSTICIA: la justicia, querida por Dios, predicada por Jesús es: que todos tengan pan, educación, techo... fruto de la comunión, de la solidaridad, nuevo nombre de la justicia, eso es el Reino, la Nueva Humanidad. “Felices los que tienen el espíritu de pobres, porque suyo es el Reino de los Cielos”. No ambicionar nada más de lo necesario, agradecer lo que ya tenemos, lo que hoy se nos regala, ése es el espíritu del pobre.

3-LA RIQUEZA: Enriquecerse con Dios es amasar una única fortuna: la del amor, la vida eterna, la paz, y las buenas obras con los más pequeños y desfavorecidos. Para Dios, el valor de nuestra vida no está en lo que poseemos sino en lo que somos.

4-LA POBREZA: Hacerse rico de lo que vale ante Dios tiene que ver con la caridad hacia los demás, sobre todo a los más necesitados. La madre Teresa de Calcuta solía decir que a veces los pobres se encuentran en nuestra misma casa.

5. IGUALDAD: Ni el dinero ni el poder son prueba de que se es inteligente o sabio. De igual manera, no todos los sabios son ricos ni todos los pobres son ignorantes.


REFLEXIÓN

 

Recuerdo a un amigo: tenía un buen trabajo, estaba contento, dedicaba unas horas al día a su trabajo pero también tenía tiempo para su familia, para su mujer y sus hijos. Le llamaron de otra empresa; le ofrecieron un puesto de trabajo mejor. El salario era mucho mayor, más del doble del que tenía. Pero entre las condiciones de trabajo figuraba que tenía que estar disponible las 24 horas. En aquel tiempo en que todavía no existían los móviles, aquello significaba un bíper y un fax en casa. Lo pensó, lo habló con su familia, y concluyó que era mejor dejarlo. Iba a tener mucho más dinero pero la familia se le iba a quedar atrás. Prefirió renunciar al dinero y no renunciar a estos otros valores que tanto contribuyen al bienestar y la felicidad de las personas. 

 

PARA INTERIORIZAR

 

¿Te produce satisfacción tu trabajo? ¿Encuentras sentido en lo que haces y vives? ¿Cómo vives tus afanes en el trabajo, en todo lo que realizas a lo largo del día?
¿Qué haces para despojarte del hombre viejo: el egoísmo, la envidia, la mentira... y revestirte de las actitudes de Jesús: bondad, amor, misericordia, comprensión...?

 


17° Domingo Tiempo Ordinario Julio 25 de 2010

Evangelio de San Lucas 11, 1-13


REFLEXIÓN SOBRE EL EVANGELIO.


  1. "Señor, enséñanos a orar": Los apóstoles desean conocer cómo ora Jesús. Desean saborear su relación personal e íntima con el Padre Dios. Quieren una oración que recapitule en cierto modo el mensaje específico de Jesús y se adapte a su condición de discípulos.
  2. El Padrenuestro: Dos hechos nos llaman la atención en el Padrenuestro: la profunda sencillez y el hecho que en el estén presentes todas las formas de oración. Por un lado, la gran sencillez del Padrenuestro permite que sea recitada de forma comprensiva tanto por un niño como por un anciano. Así entramos en la intimidad de Dios.
  3. “Pedid y se os dará, buscad y hallareis, llamad y se os abrirá: En la oración dejamos todo nuestro ser en las manos de Dios. Es nuestra compañera del alma en todo momento. Como un papá guarda en sus entrañas a su hijo, por medio de la oración entramos en la intimidad del Padre celestial. La oración nos adentra en la eternidad dichosa, en el abrazo suave de Dios con sus hijos.
  4. La Oración: Cuando oramos, está siempre presente el Señor. Jamás está ocupado el Señor cuando lo llamamos sobre todo en las angustias. No nos dirá: “Tengo otras cosas muy importantes en que pensar” Dios escucha y toma nota. Y se pone en camino junto a nosotros. Ya no estamos solos. En el silencio Dios escucha.
  5. Dios es "Abba", Padre: La relación entre Jesús y Dios aparece sin embargo en una intimidad mucho mayor y profunda que nos permite hablar incluso de una comunión total, de unidad de vida entre ambos. La utilización del término Abba (Padre) es como de un hijo al padre.

MEDITACIÓN



En el Padrenuestro pedimos perdón a Dios por nuestras ofensas. En el "antiguo" Padrenuestro en castellano decíamos "deudas", expresión mucho más pobre que confundía, pues podía entenderse que estábamos hablando sólo de las deudas económicas o materiales.
Pero no debemos olvidar lo que sigue..."como también nosotros perdonamos a los que nos han ofendido". Esto nos compromete a ser nosotros también "perdonadores". No podemos tener la cara de pedir perdón si no somos capaces de perdonar.

PARA MEDITAR


¿Qué proceso hemos hecho como familia, como comunidad, en el difícil pero necesario arte de la oración?, ¿A quién hemos pedido ayuda?, ¿La oración la hacemos espontáneamente y con palabras sinceras le abrimos el corazón como un niño a su padre amado? ¿En qué forma mi oración tiene como consecuencia lógica el perdón y la atención generosa a las necesidades de los demás?. ¿Hago de mi trabajo una oración y como fruto de ella, mi vida es más espiritual?

16° Domingo Tiempo Ordinario Julio 18 de 2010:

Evangelio de San Lucas 10, 38-42

REFLEXIÓN DE LA SEMANA

1-DOS FORMAS DE ACOGER A JESÚS: Marta hospeda a Jesús y a sus discípulos en su casa. De esta manera, les muestra primeramente su aprecio y amistad. María hospeda a Jesús en su corazón, escuchando su palabra, sentada a sus pies, como una discípula entusiasta que no quiere perder la enseñanza del Maestro. Es una acogida interior, espiritualmente activa. Recibir a Jesús en el corazón es una ganancia: Él se queda con nosotros para siempre.

2- LO MAS IMPORTANTE: Escuchar, acoger y practicar el mensaje de Jesús. Estar a sus pies como el discípulo junto al maestro.

3-UN ALTO EN EL TRABAJO: En el trabajo ofrecido a Dios, se consagra el esfuerzo y quien lo realiza. En el trabajo se santifica el ser humano y se consagra el mundo al creador. Hacer una oración antes de cada actividad, asegura la bendición de sus frutos y Dios se encarga de multiplicarlos. Trabajo y oración van juntos.

4-LA HOSPITALIDAD: Hoy la palabra hospitalidad puede traducirse por solidaridad. Dios nos ha hospedado con amor en nuestra familia: nuestros padres y hermanos, nuestros abuelos, nuestros tíos...Hemos sido hospedados en una sociedad, en una nación, en una cultura y sobre todo, hemos sido hospedados por Dios en la Iglesia, la gran familia de Dios.

5-LA ORACIÓN: Hay muchas personas que dedican sólo su vida al trabajo, al estudio, a la vida social, a las diversiones, etc., es necesario también alimentar la vida espiritual a través de la escucha de la Palabra de Dios, de la oración, de la práctica sacramental, especialmente de la participación activa y consciente de la Eucaristía dominical.

REFLEXIÓN

“Nos preocupamos por tantas cosas…” Cuando acojo a Jesús, todo adquiere sentido, los trabajos se hacen más llevaderos, los consagro a Dios y todo luce mejor:

A los problemas se les encuentra solución, en el hogar hay más armonía y comprensión; la paz irradia fácilmente. Con razón el Señor le dijo a Marta: “María se ha llevado la parte mejor”: escoger a Jesús, es escoger lo mejor de la vida.

PARA APLICAR EN LA VIDA

1. Si Jesús va a mi hogar, ¿me dedico a prepararle cosas o más bien lo escucho y lo contemplo?

2. En el trajín de cada día, ¿tenemos tiempo para escuchar atenta y serenamente la Palabra de Dios?

3. Consagramos el trabajo diario a Dios y hacemos de cada oración el trabajo más bello del día.

4. En los afanes de la vida, la presencia de Jesús nos llena de paz. Escucharlo, apacigua el alma.

15° DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO - Julio 11 de 2010:

Evangelio de San Lucas 10, 25-37

REFLEXIÓN PARA LA SEMANA

- ¿QUIÉN ES MI PRÓJIMO – DE QUIÉN SOY PROJIMO?. De todo aquel a quien yo me aproximo porque necesita de mí. Implicándome en la necesidad del otro, tengo la oportunidad de ganarme la vida eterna porque actúo con los mismos sentimientos del corazón de Jesús. El dolor del otro, es dolor de Cristo y si alivio ese dolor, actúo en nombre del mismo Cristo. Mi prójimo es quien está más próximo a mí: el papá triste, la mamá poco valorada, el hijo al borde del abismo de la droga…

- ¿QUIÉN ES EL BUEN SAMARITANO?: Es Jesús, que vino a dar la vida por los que más sufren. Por esto, el que tiene un corazón compasivo y se conmueve desde sus entrañas por los que sufren, también es un buen samaritano. Siempre hay alguien que necesita de nosotros “Cuando estemos sufriendo, vayamos a un hospital: hay quienes sufren más; cuando estemos tristes, pensemos en quienes no tienen consuelo, cuando sintamos hambre, me acordaré de quienes no tienen con qué comer.

- LO MÁS IMPORTANTE: En las obras de caridad y de misericordia que practiquemos en esta vida, nos jugamos la salvación para la vida eterna: “Venid benditos de mi Padre porque tuve hambre y me disteis de comer”, dice el Señor. De nada nos sirve decir que amamos a Dios sino nos implicamos en las angustias de los demás como lo hizo el buen samaritano. Acordémonos del refrán: “haz el bien sin mirar a quién.

- HACER EL BIEN implica tener los sentimientos de Jesús y obrar como Él

Para esto hay que nutrirnos de Él, dedicarle tiempo en nuestra oración;

colocarlo en nuestra agenda como lo más importante.

NO OLVIDEMOS:

Prójimo es aquel que necesita de nuestro compromiso y de nuestra palabra, de nuestro consejo y de nuestra presencia. Lo contrario y lo más fácil, es dar un rodeo a las personas, a los problemas y a las cruces que salen a nuestro encuentro con un montón de excusas. Yo debo hacerme prójimo de aquel que me exige salir de mí mismo para medir si, en verdad mi fe es operativa y práctica o es sólo teoría.

COMPROMISO:

El amor traducido en obras de misericordia es el que hoy edifica eficazmente la civilización del amor y la cultura de la vida. No podemos pasar de largo ante esa persona que encontramos sufriendo en el camino, en la calle, en el hogar. La Palabra de Dios nos llama a un profundo examen de conciencia: nuestra salvación está en juego.-

14° DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO - Julio 04 de 2010:

San Lucas 10, 1-12.17-20

El Envío

  1. La Misión del Discípulo: Jesús envía a sus discípulos por el mundo para anunciar la buena noticia y llenar de esperanza a los que sufren, y la Vida eterna a quienes creamos en Él.

  2. El discípulo anuncia la paz: «Cuando entréis en una casa, decid primero: Paz a esta casa». Toda palabra en nombre de Jesús llena el alma de paz, de serenidad total, y nos envuelve en una amistad y fraternidad. El corazón respira la paz.

  3. Dificultades del Anuncio: Antes de ponerse en marcha el Señor les advierte que no siempre serán bien recibidos. Él los envía «como corderos en medio de lobos». A nadie persiguen por hablar de Jesús; pero si se asume de verdad su causa, nos daremos cuenta de que realmente estamos como ovejas en medio de lobos.

  4. ¿Cómo Regresan los Discípulos?: ellos vuelven alegres de su experiencia apostólica. El Señor los invita a alegrarse porque nuestros nombres están inscritos en el Cielo.

  5. ¿Cuál debe ser mi actitud misionera?: debe ser la de abrirle cada día las puertas de mi corazón, a la escucha de su palabra, para acogerla, meditarla y procurar en la vida diaria adecuar mi conducta al Evangelio.

Meditación

Toda la Iglesia es apostólica en cuanto que ella es «enviada» al mundo entero; todos los miembros de la Iglesia, aunque de diferentes maneras, tienen parte en este envío. «La vocación cristiana, por su misma naturaleza, es también vocación al apostolado».

Se llama «apostolado» a «toda la actividad del Cuerpo Místico» que tiende a «propagar el Reino de Cristo por toda la tierra».

Para Meditar

La tarea de la evangelización es responsabilidad de todo cristiano. Después de hacer Camino y de haber experimentado el Amor de Dios en su propia vida, el discípulo debe convertirse en apóstol. Los doce fueron discípulos y luego apóstoles. Los setenta y dos también fueron discípulos; luego Jesús los envió y los convirtió en apóstoles del Reino. Nosotros, donde estemos procuremos ser discípulos, experimentemos a Jesús que transforma nuestras vidas.