- La Vocación: todas las vocaciones son iguales y tienen su precio, su esfuerzo. Pero será siempre producto de la inspiración directa del Espíritu. Dios está siempre con nosotros. Pero la llamada de ese Dios oculto es lo que nos ayuda a entender su presencia real. Él llama en el trabajo de cada día.
- El Llamado: a todos nos ha elegido Jesús. Y a partir de ahí no hay diferencias porque todos somos iguales ante los ojos del Señor. Toda llamada es un don gratuito de Dios y una acogida responsable y coherente por parte del hombre a colaborar con Él.
- El Desprendimiento: seguir a Jesús requiere abandonarlo todo. Solamente quien, como Pedro, ha sabido aceptar su limitación, está en condiciones de aceptar que los frutos de su trabajo apostólico son de Dios. El hombre le sirve como instrumento. Dios da el fruto y en él, bendice el trabajo del hombre.
- El Discípulo: El Señor llama a los Apóstoles a ser pescadores de hombres, pero el verdadero pescador es Él: el buen discípulo no es más que la red. Todos somos propiedad de la red del Señor. Ella recoge la pesca. Esta red solamente es efectiva si actúa como lo hicieron los Apóstoles: dejándolo todo y siguiendo al Señor, para ser pescadores de hombres.
REFLEXIÓN
Cuenta San Lucas que un día El Maestro invita a Pedro a adentrarse en el lago, y arrojar las redes. El resultado fue asombroso: Cogieron tanta pesca que la red se rompía. Llamaron entonces a sus compañeros y llenaron de pescado las dos barcas, casi hasta hundirlas.
Un carpintero de Nazaret da lecciones de pesca a unos conocedores del mar de Galilea. Pero conviene recordar que Jesús es el Hijo de Dios. Quien asegure que nunca ha fracasado nos está mintiendo. Porque esta vida temporal se mezcla de alegrías o éxitos y quizá muchas ilusiones frustradas y numerosos desengaños.
- Tantos esfuerzos vanos.
- Tantos proyectos inútiles.
- Tantas redes vacías.
- Tantos que arrastran su existencia, ignorando la razón de su viaje y su destino.
PARA LA VIDA
Un rey quiso visitar a una pobre mujer que vivía en una miserable vivienda. La señora, al enterarse de tal intención real, envió un mensaje al Rey: “Mi señor; mi rey. No venga. El lugar donde vivo yo no tiene una sala digna para Ud.”.
El rey le contestó: “¿Qué no? He encontrado la casa más valiosa: un lugar donde existe una persona con un corazón humilde y transparente. Eso vale más que la mejor de las mansiones”.
PROGRAMACIÓN
MIÉRCOLES DE CENIZA
8:30 am Santa Misa
9:30 a 11:50 am Imposición de Ceniza
12:00 m Santa Misa
1:00 pm a 6:20pm Imposición de Ceniza
6:30 pm Santa Misa
7:30pm a 9:00pm Imposición de Ceniza