San Lucas 22, 14-23, 56
" ¡Maravillosa sabiduría, escondida a inteligentes y poderosos, y manifestada a la gente sencilla! "
- La Pasión: Lucas orienta el relato de la pasión hacia el descubrimiento del amor del Padre hacia su Hijo y hacia los hombres. La cruz es así, para el tercer evangelista, el sacramento de la misericordia divina. Todo el texto de Lucas, pero muy especialmente el relato de la Pasión, es el evangelio del seguimiento de Jesús: hasta la cruz, y hasta la Gloria. No hay más triunfo que el de la cruz, en el cual, únicamente, podrá gloriarse el discípulo. Lucas nos hace sentir, como Pedro, culpables todos de la Pasión, pero llenos de la esperanza del perdón, sin caer en la tentación de la violencia y prontos a reconocerlo resucitado.
- El Sufrimiento: en el momento mismo en que "va a sufrir", Jesús vive en plena esperanza; no comerá ya la Pascua, ni beberá más el vino de la fiesta; pero él sabe que la Pascua terrestre tendrá su cumplimiento en los cielos y que él será su comensal; sabe que el Reino de Dios vendrá ciertamente, y entonces volverá a encontrar a sus discípulos en la fiesta.
- La Eucaristía: El signo eucarístico será un "memorial" de Jesús; con él los discípulos, haciendo memoria de él, guardarán igualmente el recuerdo de sus palabras, de sus actos, del misterio del que él habrá sido el signo. Porque hasta ahora, es Jesús el que ha sido "probado"; a partir de ahora les toca a sus discípulos ser "tentados", "cribados por Satanás". En vista de este combate, están obligados a armarse. Jesús con su oración los sostiene. Al menos ha obtenido para Pedro el que permanezca firme, para que sea un apoyo inquebrantable para los demás. Antes, sin embargo, conocerá Pedro la traición, consecuencia quizá de la presunción que aparece en su declaración: porque existe una diferencia entre el "Yo he rogado por ti para que tu fe no desfallezca", y el "yo estoy dispuesto a ir contigo a la cárcel y a la muerte".
REFLEXIÓN
En el episodio de Getsemaní, quizá es más la tentación de los discípulos, que la del mismo Jesús. Son ellos los que deben "orar para no entrar en tentación". Jesús ora, y su oración es el modelo de la oración cristiana es el Padrenuestro"; y el combate que libra es el modelo de la lucha que debe entablar el cristiano: combate penetrado de oración y sostenido con la ayuda de Dios.
La subida al Calvario permite una oposición muy esclarecedora para los cristianos de todos los tiempos. Entre Simón de Cirene, que va "detrás de Jesús" "llevando la cruz", o las mujeres que sólo saben llorar el destino de Jesús, ¿cuál es el discípulo más fiel? Simón de Cirene, sin duda. Las mujeres que lloran por Jesús están conmovidas. Si hay que llorar, es por el destino de los responsables de la muerte de Jesús.
Lo que Jesús espera de sus verdaderos amigos es no que se conmuevan por su suerte, sino que vayan con él llevando la cruz y que, una vez llegada la muerte, sepan dirigirle la oración de ese otro personaje modelo: el buen ladrón, que clama:"Jesús, acuérdate de mí cuando estés en tu Reino...".
PARA LA VIDA
Hace muchos años en los días de la esclavitud, vivía en el sur de China un chino bastante rico, llamado Fu. Habiendo sido convertido sintió tal pasión por las almas que llegó a gastar todo su dinero en la obra del Señor.
Pensando en los pobres chinos esclavos que eran llevados a trabajar a las minas de plata del Sur de América, los que nunca habían de volver a sus hogares, lleno de compasión se vendió como esclavo para poder llegar a ellos con el mensaje del amor de Dios. Cuando murió dejaba una iglesia de 200 miembros, todos ellos ganados para el Señor por su testimonio, viviendo como un esclavo más entre ellos.
La misión de Jesús se comprende en referencia al Dios de la Gracia y de la exigencia. Jesús no solo viene a predicar la Buena noticia, sino que Él mismo es el Reino, la buena noticia, y es urgente tomar parte en Él.
FELIZ SEMANA SANTA 2.016.