San Lucas 9, 18 - 24
“ Tú Eres El Mesías de Dios "
- Quién es Jesús para nosotros: cuando escuchamos hoy esta pregunta, tendemos a pronunciar las fórmulas aprendidas a una edad infantil, aceptadas de manera mecánica, repetidas de forma ligera, y afirmadas más que vividas. Lo adoramos como «Dios», pero es el centro de nuestra vida?. Lo confesamos como «Señor» pero tal vez vivimos de espaldas a su proyecto, sin saber muy bien cómo era y qué quería. Le decimos «Maestro» pero no vivimos motivados por lo que motivaba su vida. Vivimos como miembros de una religión, pero no somos discípulos de Jesús.
- La Fe: antes de creer verdades doctrinales, la fe cristiana consiste en creerle a Jesucristo. Esto es lo decisivo. Sólo desde esa fe en su persona descubre el cristiano la verdad última desde la cual puede iluminar el sentido de la vida. Pero sólo en Cristo encuentra la verdad última y sólo desde él va configurando su personalidad.
- La Esperanza: por su parte, más que «esperar algo» después de la muerte, consiste en esperar en Jesucristo como único Salvador confiando en él todo nuestro ser y nuestro futuro. El cristiano conoce también otras ofertas de salvación; observa cuánto se espera a veces de la ciencia o del desarrollo; colabora en todo aquello que pueda aportar liberación aunque sea de forma fragmentaria. Pero sólo de Cristo resucitado espera esa salvación última que el hombre no puede darse a sí mismo, y sólo desde él va edificando su esperanza.
REFLEXIÓN
Esa profecía de Jesús no ha surgido de improviso. El evangelio la coloca inmediatamente después de unas preguntas fundamentales que Jesús dirige a sus discípulos.- “¿Quién dice la gente que soy yo?”. No era difícil responder. Bastaba con prestar atención a los comentarios de la gente que se iban encontrando con Jesús. Todos lo identificaban con algún profeta. Como los antiguos profetas, Jesús hablaba en nombre de Dios, e invitaba a su pueblo a la conversión.
- “Y vosotros, quién decir que soy yo?”. Esta segunda pregunta era una interpelación directa a la fe de sus discípulos. Ante esas palabras, ellos tendrían que reflexionar y decirse a sí mismo qué esperaban de Jesús y por qué lo estaban siguiendo. Esa pregunta se nos dirige a los creyentes de todos los tiempos.
- “Eres el Mesías de Dios”. Así respondió Pedro en nombre de todos. Si la primera respuesta de los discípulos requería una cierta información sobre las opiniones de la gente, esta segunda respuesta comporta la confesión personal de la fe en la identidad y la misión de Jesús, el Ungido de Dios. Ante esa respuesta, Jesús revela su futuro de entrega y de muerte. No hay seguimiento posible de Jesucristo sin antes afrontar la pregunta sobre su identidad. El paso del nivel formal al nivel existencial de la pregunta está marcado por la experiencia del encuentro y de la intimidad con Él.
PARA LA VIDA
El hombre esta vestido en una forma muy ordinaria y andrajosa. En realidad, el artista cometió un error imperdonable al seleccionar un sujeto tan vulgar y sucio para su retrato. Es una falta de respeto". El anciano siguió su parloteo sin parar hasta que su esposa logró llegar hasta él entre la multitud y lo apartó discretamente para decirle en voz baja: "Querido, estás mirando un espejo". Moraleja: Tardamos en reconocer y admitir nuestras propias faltas, que parecen muy grandes cuando las vemos en los demás.
DÍA DEL PADRE:
ORACIÓN POR LOS PADRES
Dios y Padre nuestro, Tú que nos has llamado a la vida por medio de nuestros padres, escucha ahora nuestra oración filial por ellos.
Bendice a nuestros padres y llénalos de tu Gracia, que sean signo de tu Amor providente y, al mismo tiempo, nos infundan el Espíritu de tu Amor, que es el principio de la sabiduría y el camino de tus mandamientos.
Concédeles, Señor, paz, alegría y abundantes bendiciones por el ejemplo y el amor que nos han dado. Bendice sus fatigas y sus iniciativas; dales el ciento por uno de todo aquello que han hecho por nosotros.
Haz que un día nosotros seamos su consuelo, alegría, sostén y recompensa generosa.
Amén.