Domingo de Ramos, 24 de Marzo de 2013


San Lucas  
22,14 23,56
      
 Domingo de Ramos
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  1. La Entrada de Jerusalén : su triunfo es sencillo y sencillo, sobre un borrico por trono. Jesús quiere también entrar hoy triunfante en la vida de los hombres sobre una cabalgadura humilde: quiere que demos testimonio de Él, en la sencillez de nuestro trabajo bien hecho, con nuestra alegría, con nuestra serenidad, con nuestra sincera preocupación por los demás. La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén pide de nosotros coherencia y perseverancia. 
  2. La Alegríahace que se sacudan palmas al viento. En la tarde de Viernes Santo, las voces enmudecerán por cobardía. La cruz se alzará en la más absoluta soledad (con la sola presencia de Juan y de María) y, como compañeros, a cada lado, dos ladrones que –ante iguales ofertas- responderán de formas diferentes.
  3. Tomar la Cruzsignifica, vivir esa experiencia dolorosa siguiendo de cerca a Cristo, sostenidos por una confianza absoluta en un Dios que, incluso en los momentos más oscuros, está junto a nosotros y de nuestra parte.

PARA ENTENDER QUÉ ES LA SEMANA SANTA
  1. Domingo de Ramos: este día representa la llegada de Jesús a Jerusalén. Los escritos establecen que Jesús llegó montado sobre un borrico, como preludio de su Pasión.
  2. Jueves Santo: se trata del primer día del Triduo Pascual. En este día la Iglesia Católica conmemora la institución de la Eucaristía, del Orden Sacerdotal y el mandamiento del amor, en la Última Cena de Jesús. Durante los oficios de este día se celebra el lavatorio de pies, y la Eucaristía se reserva en el "monumento" al cual van los fieles a adorar al Señor sacramentado presente entre nosotros.
  3. Viernes Santo: se conmemora la muerte de Cristo en la cruz. Luego de su encarcelamiento Jesús es sometido al juicio cruel y a la flagelación. Cristo recorre Jerusalén con la pesada Cruz de madera en dirección al Calvado. Hacia el mediodía el Señor es crucificado. 
  4. Sábado Santo:  este día es el más solemne en toda la liturgia católica durante todo el año: la Vigilia Pascual, que se realiza la Vigilia Pascual, que se realiza luego de las 6 pm. La Vigilia es la más grande y santísima noche del año, la celebración antigua más importante y más rica de contenido. En ella se vela para expresar que los fieles siguen en la espera, en la vigilancia y en la esperanza de la venida del Señor, del cumplimiento del nuevo y definitivo paso con él.
  5. Domingo de Resurrección: es el día en el cual Jesús salió de su sepulcro. Este hecho es fundamental para el cristianismo. La historia cuenta que en cuanto se hace de día, tres mujeres van al sepulcro donde Jesús estaba enterrado y ven que no está su cuerpo. Un Ángel les dice que ha resucitado.
  6. La Pascua:  se conmemora la Resurrección del Cordero Inmolado: Jesucristo. Manifiesta la victoria ganada en la Cruz por Jesús sobre el demonio. Los hombres estábamos bajo la esclavitud de Satanás pero en Cristo tenemos vida nueva. La pascua se celebra por 50 días, desde el domingo de Pascua hasta Pentecostés.

5° Domingo de Cuaresma, 17 de Marzo de 2013

San Juan  8, 1 - 11 
      

 Miseria y Misericordia


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  1. El Pecado: El Señor mira a la adúltera. Ella vale más que el pecado; encuentra en ella ese granito de bondad que hay en cada persona. Jesús condena el pecado y salva al pecador: “Tampoco yo te condeno; anda, en adelante, no peques más”. Triunfa la vida sobre la muerte.
  2. El Cambioen Dios no hay ni sombra de egoísmo, resentimiento o venganza. Dios está siempre pendiente sobre nosotros apoyándonos en ese esfuerzo moral que hacemos para construirnos como personas. Y aún en el pecado, siempre encontramos su «mano tendida» que quiere sacarnos del fracaso; de la muerte a la vida plena.
  3. El Perdónel perdón de Dios no anula la responsabilidad, sino que exige conversión. Jesús sabe que "Dios no quiere la muerte del pecador sino que se convierta y viva". Jesús aborrece el pecado pero ama al pecador. Siendo “miseria”, se impone su misericordia.
  4. La Palabra: nos invita una vez más a la conversión sincera, esa que sólo se puede hacer desde el corazón, cambiando nuestras actitudes. Y si nos fijamos en las actitudes de Jesús, nos ayudará a mirar la vida y a las personas con una esperanza renovadora. Su palabra también hoy nos dice: “te perdono, no peques más”.
 
REFLEXIÓN
 
   El relato manifiesta toda la fuerza y la profundidad del perdón de Cristo, que no consiste en disimular el pecado, sino en perdonarlo y en dar la capacidad de emprender un camino nuevo exhortando al arrepentimiento: «Vete, y en adelante no peques más». 
   La grandeza del perdón de Cristo se manifiesta en el impulso para vencer el pecado y vivir en gracia. La mujer adúltera representa a cada uno de nosotros que, en lugar de ser fieles al amor de Cristo, le hemos fallado en multitud de ocasiones. 
   El pecado es, ante todo, ofensa a Dios, ruptura de la comunión con Él. Al mismo tiempo, atenta contra la comunión con la Iglesia. Por eso la conversión implica a la vez el perdón de Dios y la reconciliación con la Iglesia. 
   La conversión exige el reconocimiento del pecado. Como afirma san Pablo, “donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia”.

PARA LA VIDA
 
   Un sacerdote estaba harto de una beata que todos los días le venía a contarle revelaciones que Dios personalmente le hacía. Semana tras semana, la buena señora entraba en comunicación directa con el cielo y recibía mensaje tras mensaje.
   El sacerdote queriendo desenmascarar de una vez lo que de superchería había en tales comunicaciones, dijo a la mujer: “Mira, la próxima vez que veas a Dios dile que, para que yo me convenza de que es Él quien te habla, te diga cuáles son mis pecados, esos que yo sólo conozco”. 
   Con esto, pensó el sacerdote, la mujer se callará para siempre. Pero a los poco días regresó la beata. “¿Hablaste con Dios”. “Sí”. “¿Y te dijo mis pecados?”. “Me dijo que no me los podía decir porque los ha olvidado”. 
    Con lo que el sacerdote no supo si las apariciones aquellas eran verdaderas pero sí supo que la teología de aquella mujer era buena y profunda: porque la verdad es que Dios no sólo perdona los pecados de los hombres, sino que una vez confesados, los perdona por siempre.

4° Domingo de Cuaresma, 10 de Marzo de 2013


San Lucas  15, 1 - 3 . 11 - 32
 

 "El Hijo Pródigo"


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  1. El Alejarse: nosotros podemos ser el hijo que, cegado por el pecado, se aleja por los caminos de la perdición. Después de despilfarrar los bienes espirituales con que el Padre nos había enriquecido y, al darnos cuenta del descalabro, nos queda fuerza para tomar la decisión de rehacer el camino y recuperar la dignidad de hijos.
  2. El Arrepentimientosólo es posible convertirse de verdad cuando uno se siente reconquistado por el amor de Dios Padre, al que se ha despreciado: «Padre, he pecado contra el cielo y contra ti». Precisamente «contra ti»: la conciencia de haber rechazado tanto amor y a pesar de todo seguir sabiéndonos amados por aquél a quien hemos ofendido es lo único que puede movernos a contrición de corazón. El amor de Padre siempre atrae a sus hijos…
  3. El Perdónes fruto del amor del Padre, que se conmueve y sale al encuentro de su hijo, que se alegra de su vuelta y le abraza y hace fiesta. Mientras nosotros, -celosos y egoístas,- el júbilo de Dios es una alegría por aquel que vuelve, que se libera de las garras del mal y de la porquería del pecado para vivir definitivamente en la Casa del Padre. El abrazo del Padre puede más que nuestro pecado.

REFLEXIÓN

   Cuando nos marchamos lejos de Dios cayendo en manos de tantas seducciones que nos adormecen o engañan, no solamente nos vamos nosotros. El corazón de Padre siempre va donde nosotros nos vamos. Lejos de abandonarnos, Dios, nos acompaña en esas situaciones en las que nos encontramos frecuentemente traicionados, despreciados, extraviados o huérfanos.

  Nos vamos por algo atractivo y resulta que no. Y cuando miramos hacia atrás Dios siempre sale a nuestro encuentro con su abrazo de perdón. Se regocija porque nos recupera. Prepara, una auténtica fiesta, porque para Él es más importante el retorno, que el momento de perdición. 

   Puede más la misericordia que el ajuste de cuentas. Salta a la vista su mano abierta y queda a un lado el reproche. El padre de la parábola, con aquel hijo que cortó por lo sano (con la educación recibida, con su familia, trabajo, responsabilidad, etc.) marchó corriendo detrás de Él (aunque el hijo no lo supiera) y, el hijo cuando regresó encontró, sin fisura alguna el mismo amor que sin miramiento alguno dejó atrás.



PARA LA VIDA

   Cuenta la historia de un padre que quería reconciliarse con su hijo que se había escapado de casa y se había ido a Madrid. Para localizarlo puso un anuncio en el periódico El Liberal que decía: “Paco, te espero en el hotel Montana a mediodía, el martes; Todo está perdonado, Te quiero, Tu padre”. 

   Siendo tan popular el nombre de Paco, cuando llegó a la puerta del hotel encontró a 800 muchachos llamados Paco esperando a su padre. ¿Por qué acudieron al hotel? Todo está perdonado, sin condiciones. 

   La Cuaresma es el tiempo en que Dios anuncia a todos los Pacos del mundo este mensaje auténtico y consolador: Todo está perdonado. Te espero en mi casa. Este es el gran anuncio que resuena en la Iglesia hoy y siempre. Anuncio que tiene que pasar de los oídos al corazón.

3° Domingo de Cuaresma, 3 de Marzo de 2013


San Lucas  13, 1 - 9
 

 "La Higuera"


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  1. La Vida Estéril: es como la higuera estéril. No hace sino «ocupar un terreno en balde». El Señor, sin embargo, no la corta ni destruye. Al contrario, la cuida todavía mejor, y sigue esperando que un día dé frutos. No hay que perderse en lamentaciones estériles. Lo decisivo es enraizar nuestra vida en Cristo y despertar la creatividad y los frutos del Espíritu vendrán.
  2. La Conversión“Si no os convertís, todos pereceréis”. Jesús nos invita a no pasarnos la vida denunciando culpabilidades ajenas. La actitud conversión exige además la valentía de reconocer con sinceridad el propio pecado y comprometerse en la renovación de la propia vida para empezar de nuevo.
  3. Los Frutosla paciencia de Dios contrasta con nuestra impaciencia. Queremos ver pronto los resultados, que todo se arregle en un instante, que se acabe de golpe con el mal. Y la vida no es así: se crece lentamente, se madura lentamente; no siempre se da el fruto deseado. Hay que saber, por tanto, adoptar una actitud de espera activa y positiva, como la de aquel viñador que dio un plazo más a la higuera y dejó abierta la puerta a la esperanza de una cosecha abundante.
 
REFLEXIÓN
   Jesús termina con una parábola muy sencilla, la de la higuera. Uno que tiene una higuera plantada en su viña tres años ya y no ha encontrado ningún fruto en ella durante este tiempo y quiere cortarla. Pero el viñador le dice que no, que la deje un año más, que él la cuidará. 
   Esa higuera somos cada uno de nosotros. Y para que demos el fruto que Dios quiere, hemos de dejar que nuestro corazón sea trabajado por él, y de los frutos de conversión que Dios espera de nosotros. 
   Dejémonos trabajar por este Dios que está atento a las necesidades y sufrimientos de su pueblo, de su gente, de nosotros. Estemos disponibles como Moisés, para colaborar con Él en esta tarea. Asumamos el gran compromiso de cambiar para dar frutos de conversión y crecer en amor, oración y humildad. 

PARA LA VIDA
   Una vez dos ángeles que viajaban por la ciudad. Llamaron a la puerta de una familia rica y ésta los alojó en el sótano. Mientras hacían la cama en el duro suelo el ángel más viejo vio un pequeño agujero en la pared y lo tapó. El más joven le preguntó por qué lo hacía y le contestó: las cosas no son siempre como parecen. 
   Al día siguiente viajaron a un pueblecito y una familia pobre les ofreció de cenar y les dieron la mejor cama para pasar la noche. A la mañana siguiente los dos ángeles encontraron al matrimonio llorando. Su única vaca había muerto. El ángel más joven indignado y furioso le dijo a su compañero: ¿Cómo has permitido semejante desgracia? 
   Ayudaste a los ricos que nos trataron tan mal y por esta familia que nos ha dado todo no has hecho nada. Las cosas no son siempre como parecen, le contestó el ángel más viejo. Cuando nos hospedamos en la ciudad vi que había oro en el agujero y lo tapé para que esa familia egoísta y avariciosa nunca lo encontrara. Y esta noche cuando dormíamos, el ángel de la muerte vino a buscar a la esposa de esta casa. Yo le dije que se llevara a la vaca en lugar de la esposa. Como ves las cosas no son siempre como parecen.

2° Domingo de Cuaresma, 24 de Febrero de 2013 -


San Lucas  9, 28b - 36
      

 La Transfiguración

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  1. Orar: la oración nos transfigura, nuestro rostro cambia y los demás pueden ver en nosotros, rasgos del rostro luminoso de Dios. Todos somos hijos de Dios y cuando nos acercamos a Jesús, el mismo Dios se complace también en decirnos a nosotros: este es mi hijo amado. Sin olvidar que vivir en comunión con Dios nos obliga a vivir en comunión con los más necesitados. Como Pedro bajó del monte a servirle.
  2. Escuchar«Este es mi Hijo amado. Escuchadle». Vivir escuchando a Jesús es una experiencia única. Es en ambiente de oración que se escucha al Señor, se sabe por qué y para qué hay que vivir, siempre en contacto con el amado, para ser amados por Él. Sólo se puede hablar de Jesús, si primero se le escucha.
  3. Contemplarcontemplar al Señor, es ya de hecho, un momento de transfiguración del corazón del creyente. Es captar con toda la sensibilidad de la propia vida, fuerza y poder de Dios como algo realmente presente y operante.Jesús resplandece desde su interior. No sólo recibe la luz, sino que Él mis­mo es Luz de Luz.

REFLEXIÓN
   "Mientras Jesús oraba en la montaña, su rostro cambió y sus vestidos brillaban de blancos". "Los apóstoles se caían de sueño, pero despabilándose vieron la gloria de Jesús". Muchos de nosotros mantenemos los ojos cerrados y por esto no hallamos al Señor. 
   Si alguna vez los abrimos, lo encontraremos más cerca de lo que sospechamos. Él no se hace presente tan sólo en la liturgia, en los Sacramentos. Se manifiesta en tantos detalles pequeños que nos salen al paso: El amor de los hijos, la amistad, el aprecio de quienes nos rodean, esas amables sorpresas que nos depara la vida a cada rato. 
Las cosas, aunque pequeñas, guardan siempre escondida una revelación de Dios. 
   Porque Él habita en ese interior de nuestro ser, donde moran la paz y la alegría. 
   En Cuaresma HAGAMOS ORACIÓN, seamos más justos; acojamos amablemente a quienes nos necesitan; llevemos la presencia de Dios al trabajo y al hogar. No ocultemos el rostro radiante de Dios que todos llevamos.

PARA LA VIDA
   En algunos países se ven esas aves rosadas, de patas finísimas y de cuellos larguísimos, conocidas como los flamingos rosa. Lo que no se sabe es que no son siempre de ese color tan hermoso. Los tres primeros años de su vida son de un color gris tirando a verde, poco hermosos. 
   A los tres años estas aves se transfiguran y se convierten en esos pájaros maravillosos y elegantes que nosotros sólo vemos en las fotos. ¿Cuál es la razón de esa transfiguración? Su alimentación. Los flamingos comen algas y gambas. 
   La comida que alimenta sus cuerpos es la que hace que sus plumas adquieran ese color rosa. Por sorprendente que nos parezca no deja de ser una curiosa manera de cambiar de look. 
   Nosotros, cada Domingo dejamos nuestra vida ordinaria y subimos a la montaña de la Transfiguración. Cada Domingo el alimento divino nos transfigura y nos convierte en testigos y amigos amados de Jesús que ora con nosotros y se transfigura ante nosotros, para que nos demos a los otros.

1° Domingo de Cuaresma, 17 de Febrero de 2013


San Lucas  4, 1 - 13
      

 Las Tentaciones

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  1. La Tentación: hoy nuestra tentación es pensar solo en lo material y preocuparnos exclusivamente de nuestras cosas. Nos desviamos de Jesús cuando nos creemos con derecho a tenerlo, y olvidamos el drama, los miedos y sufrimientos de quienes carecen de casi todo. Alejarnos del hermano es alejarnos del Señor.
  2. El Desiertoen el desierto se puede escuchar la voz de Dios, pero se puede sentir también la atracción de fuerzas oscuras que nos alejan de Él. El hombre se va haciendo humano cuando aprende a escuchar la Palabra de Dios que le llama a vivir como hermano. Entonces descubre que ser humano es compartir, y no poseer; dar, y no acaparar; crear vida, y no explotar al hermano.
  3. El Desprendimiento: «El que se ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece en este mundo, se guarda para la vida eterna». Para vivir no basta alimentarse desde fuera. Es necesario escuchar el misterio de la vida en nosotros. Es necesario escuchar la presencia de Dios en nuestro corazón.
  4. La OraciónEl Señor nos enseña, además, que el mejor modo de vencer la tentación del enemigo es la oración y la mortificación. Por muy fuerte que sea la inclinación al mal que podamos sentir, siempre la venceremos con la ayuda de Dios y con nuestro esfuerzo. Con las armas de Dios, se vence el mal.

REFLEXIÓN

   Hoy es el primer Domingo del camino cuaresmal, que nos ha de conducir por medio de la oración más asidua y del ejercicio de la austeridad, al término gozoso y salvador de la Pascua de Resurrección. 

   El viaje que emprendemos nos exigirá ilusión por la meta y esfuerzo para avanzar hasta ella. Ningún viaje tiene sentido pleno por sí mismo, y el cansancio que genera es sobrellevado con mayor coraje, a medida que la meta se hace más cercana y atractiva. 

   De algún modo, la Cuaresma es imagen del viaje de nuestra vida, durante la cual, en medio de ilusiones y esfuerzos, entre risas y lágrimas, avanzamos hacia el término definitivo, hacia la Pascua final. 

   Ahora, es cuando con la Cruz, camino del calvario no solamente hacemos buenos propósitos sino que nos comprometemos a no caer en la mera apariencia. A no quedarnos en lo superfluo. A ser conscientes de que la fe exige pruebas, signos, purificaciones y también profesión firme y entusiasta de nuestra fe.

PARA LA VIDA

   Cuando emprendemos un viaje a un lugar desconocido primero nos informamos y consultamos el mapa de carreteras. El mapa nos indica las rutas y las salidas. Es necesario para viajar. Pero más necesario aún es saber a dónde se va. 

   Aquí estamos los cristianos comenzando nuestro viaje cuaresmal. ¿Sabemos en qué ruta estamos? ¿Sabemos a dónde vamos? Vamos a mirar juntos el mapa de nuestro viaje y juntos vamos a recorrer el camino. Algo que no está señalado en el mapa de carreteras es el lugar llamado tentación, cansancio, abandono, fatiga, cambio de sentido. 

    Y esto es también parte del viaje. En esta cuaresma, no olvidemos que la meta es Dios, el camino es el Señor Jesucristo y el mapa o guía es el Espíritu Santo. Sigámoslo con todas nuestras fuerzas.