17° Domingo del Tiempo Ordinario, 24 de Julio 2022, Ciclo C

San Lucas 11,1-13

Con Los Ojos Fijos en Jesús

Homilía Padre Luis Guillermo Robayo M.

1.- Buscad al Dios Bueno: por otra parte, rezar al Padre del cielo es orar al que es Dios de todos, sin exclusión ni discriminación alguna. El Padre de los que le invocan con fe y de quienes viven de espaldas a él. El Padre que espera al hijo pródigo que viene de lejos y al hijo mayor que, aun viviendo en casa, no sabe amar al hermano. El Dios bueno “que hace salir el sol sobre buenos y malos y manda la lluvia sobre justos e injustos” Jesús  tenía la costumbre de orar “elevando los ojos al cielo” pues nos sitúa mejor ante el Padre de todos, el que sólo sabe “dar cosas buenas a sus hijos”.

A Solas: la oración personal. Es «ponerse ante Dios» en silencio y a solas. No sé de nadie que haya vuelto a Dios sin haberlo escuchado como amigo en el fondo de su ser. La fe se despierta cuando la persona invoca a Dios, lo busca, lo llama, lo interroga, lo desea. Dios no se oculta a quien lo busca así. Más aún. Está ya presente en esa búsqueda.

 2.- Comunicación Celestial: cuando los cristianos rezan el Padrenuestro no olvidan que se dirigen a un Padre “que está en el cielo”. Por eso, invocar a un Padre “que está en el cielo” es recordar, antes de nada, que Dios no está ligado en ningún lugar sagrado, no permanece encerrado en ningún templo ni es propiedad de ninguna religión. En cualquier momento y desde cualquier lugar, de día y de noche, desde lo alto de una montaña, desde el banco de una iglesia o desde el lecho de un hospital se pueden elevar los ojos al cielo para invocarlo como Padre querido. 

3. Pedid y se os Dará: en las primeras comunidades cristianas se recordaban unas palabras de Jesús dirigidas a sus seguidores en las que les indica en qué actitud han de vivir: «Os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide, recibe, quien busca, halla, y al que llama, se le abre» No se dice qué pedir, qué buscar ni adónde llamar. Lo importante es la actitud de vivir pidiendo, buscando y llamando. Como un poco más tarde, Lucas dice que el Padre «dará su Espíritu Santo a los que se lo piden», lo primero que hay que pedir, buscar y llamar es el Espíritu Santo de Dios. 

REFLEXIÓN

"LA FE SE DESPIERTA HABLANDO A SOLAS CON ÉL.”

Del “Padre nuestro” se ha dicho todo. Es la oración por excelencia. El mejor regalo que nos ha dejado Cristo. La invocación más sublime a Dios, pronunciada jamás por labios humanos. “Padre nuestro”. Es el primer grito que brota del corazón humano cuando el hombre vive habitado, no por el miedo y el temor a Dios, sino por una confianza plena en su amor creador. Un grito en plural, al que es Padre de todos. Una invocación que nos enraíza en la fraternidad universal y nos hace responsables ante todos los hombres.

REGALO DIVINO:

 Necesitamos orar. No es posible vivir con vigor la fe cristiana y la vocación humana. Tarde o temprano la persona experimenta la insatisfacción que produce en el corazón humano, el vacío interior, la banalidad de lo cotidiano, el aburrimiento de la vida y la incomunicación con el misterio.

Necesitamos orar para encontrar silencio, serenidad y descanso que nos permitan sostener el ritmo de nuestro quehacer diario. Necesitamos orar para vivir en actitud lúcida y vigilante en medio de una sociedad superficial y deshumanizadora.

Necesitamos orar para enfrentarnos valientemente a nuestra propia verdad y ser capaces de una autocrítica personal sincera. Necesitamos orar para no desalentarnos en el esfuerzo de irnos liberando individual y colectivamente de todo lo que nos impide ser más humanos.

Necesitamos orar para liberarnos de nuestra propia soledad interior y poder vivir ante un Padre, en actitud más festiva, agradecida y creadora.

Felices los que también en nuestros días sean capaces de experimentar en lo más profundo de su ser, la verdad de las palabras de Jesús: «Quien pide está recibiendo, quien busca está hallando y al que llama se le está abriendo».

PARA LA VDA

   Dice una linda leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron. El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena: HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGO UNA BOFETADA EN EL ROSTRO. Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse. El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo. Al recuperarse tomó un pequeño hierro y escribió en una piedra: HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVO LA VIDA. 

   Intrigado, el amigo preguntó: ¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra? Sonriendo, el otro amigo respondió: Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo.

16° Domingo del Tiempo Ordinario, 17 de Julio 2022, Ciclo C

 San Lucas 10, 38-42

María ha Escogido la Mejor Parte

Homilía Padre Luis Guillermo Robayo M.

1.- Quietud Espiritual: cuando Marta, desbordada por el trabajo, critica la indiferencia de Jesús y reclama ayuda, Jesús responde de manera sorprendente. Ningún varón judío hubiera hablado así Jesús no critica a Marta su acogida y su servicio, le habla con simpatía repitiendo cariñosamente su nombre. No duda del valor y la importancia de lo que está haciendo. Pero no quiere ver a las mujeres absorbidas por las faenas de la casa: «Marta, Marta: andas inquieta y nerviosa con tantas cosas. Sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no le será quitada»

2.- Saber Cuidar su Vida Interior: se esfuerzan por mejorar su nivel de vida, su apariencia física o su estado anímico. Cuidan el aspecto exterior, pero apenas parecen tener tiempo para pensar en el interior de su casa. Viven como “inquietos y nerviosos por muchas cosas” pero olvidan algo absolutamente necesario al ser humano: su apertura interior a Dios. El hombre contemporáneo ha olvidado con demasiada ligereza que el deseo de Dios vive siempre en lo más hondo de su ser y no puede ser satisfecho con cualquier sustitutivo.

3.- Descansad en el Corazón de Dios: pues está causada por el hecho de encontrarnos fuera de nuestro ser auténtico. Podremos lograr que nuestra vida sea más agradable en un aspecto u otro, pero el problema más profundo no habrá sido resuelto. San Agustín lo expresó hace mucho tiempo en frase bien conocida: “Nos has hecho para ti y nuestro corazón no descansará hasta que descanse en ti”. Si no buscamos en el amor y la misericordia de Dios descansar de este mundo terrenal y sus ofrecimientos de felicidad pagana, por el dinero, las diversiones. que nos precipitan en un abismo de absurdo y soledad”. Todo esto se refleja en el texto “Andas inquieta y nerviosa con tantas cosas.” 

REFLEXIÓN

Estad Atentos a la Palabra de Dios

   El hombre actual necesita aprender el arte de escuchar. Necesitamos hacer silencio, curarnos de tanta prisa, detenernos despacio en nuestro interior, sincerarnos con nosotros mismos, sentir la vida a nuestro alrededor, sintonizar con las personas, escuchar la llamada silenciosa de Dios. No se trata de buscar el silencio por el silencio, sino de reencontrarnos a nosotros mismos, enraizarnos más sinceramente en nuestro ser, y, sobre todo, escuchar al que es la fuente de la vida.

   Dedicar un tiempo de nuestras vacaciones a estar sencillamente en silencio, a la escucha de nuestra pobre vida y a la escucha de la ternura de Dios, puede resultar insoportable al comienzo, pero puede ser una experiencia de renacimiento gozoso. Con frecuencia, nuestra oración está tan llena de nuestras peticiones, preocupaciones e intereses, que nos resulta difícil encontrarnos con el Dios vivo. Y, sin embargo, lo que cambia el corazón del hombre y lo renueva es la comunicación con ese Dios Viviente. Descubrir en lo más profundo de mí, allí donde yo estoy solo y donde ningún otro puede penetrar la paz, la reconciliación y la ternura de ese Dios que me ama tal como soy.

   Casi sin darnos cuenta, las actividades, preocupaciones y trabajos de cada día van modelando nuestra manera de vivir y de ser. Más aún. Si no somos capaces de vivir desde nuestro interior, los problemas y acontecimientos cotidianos tiran de nosotros y nos llevan de un lado para otro, sin otro horizonte que la preocupación de cada día. Por eso, es bueno que, al hacer el plan de vacaciones, sepamos escuchar las palabras de Jesús a aquella mujer tan activa y trabajadora: “Marta, Marta: andas inquieta y nerviosa con tantas cosas y sólo una es necesaria”. Agitados por tantas ocupaciones y preocupaciones, necesitamos obsequiarnos a nosotros mismos con el regalo del descanso y las vacaciones para sentirnos de nuevo vivos.

Silencio: necesitamos, además, pararnos y encontrar el sosiego y silencio necesarios para recordar de nuevo “lo importante” de la vida.

Y, sobre todo, podemos encontrarnos con Dios y descubrir de nuevo en Él no sólo la fuerza para seguir luchando sino también el descanso verdadero y la fuente última de paz.

 

PARA LA VDA

   El gran maestro les dice “Voy a presentarles un problema. Aquel que lo resuelva primero será el nuevo guardián del templo”. Trajo al centro de la sala un banco, puso sobre este un enorme y hermoso florero de porcelana con una hermosa rosa roja y señaló: “Este es el problema”. Los discípulos contemplaban perplejos lo que veían: los diseños sofisticados y raros de la porcelana, la frescura y elegancia de la flor… ¿Qué representaba aquello? ¿Qué hacer? ¿Cuál era el enigma? Todos estaban paralizados. 

   Después de algunos minutos, un alumno se levantó, miró al maestro y a los demás discípulos, caminó hacia el vaso con determinación y lo tiró al suelo “Usted es el nuevo guardián —le dijo el gran maestro, y explicó—: Yo fui muy claro, les dije que estaban delante de un problema. No importa qué tan bellos y fascinantes sean, los problemas tienen que ser resueltos. 

   Puede tratarse de un vaso de porcelana muy raro, un bello amor que ya no tiene sentido, un camino que debemos abandonar, pero que insistimos en recorrer porque nos trae incomodidades. Sólo existe una forma de lidiar con los problemas: atacarlos de frente.  Este cuento nos muestra cómo solemos paralizarnos en el análisis del problema: lo contemplamos, le damos vueltas, los comentamos, etc. En consecuencia, nos olvidamos de los más importante: solucionarlo.

15° Domingo del Tiempo Ordinario, 10 de Julio 2022, Ciclo C

 San Lucas 10, 25 - 35

“Samaritano Cargado con el Amor de Dios

Homilía Padre Luis Guillermo Robayo M.

1.- Un Corazón Bondadoso: lo primero es no cerrar los ojos. Saber “mirar” de manera atenta y responsable al que sufre. Esta mirada nos puede liberar del egoísmo y la indiferencia que nos permiten vivir con la conciencia tranquila y la ilusión de inocencia en medio de tantas víctimas inocentes. Al mismo tiempo, “conmovernos” y dejar que su sufrimiento nos duela también a nosotros. Lo decisivo es reaccionar y “acercarnos” al que sufre, no para preguntarnos si tengo o no alguna obligación de ayudarle, sino para descubrir de cerca que es un ser necesitado que nos está llamando. Nuestra actuación concreta nos revelará nuestra calidad humana.

2.- Por un Mundo más Humano: en el horizonte aparecen dos viajeros: primero un sacerdote, luego un levita. Los dos pertenecen al mundo respetado de la religión oficial de Jerusalén. Los dos actúan de manera idéntica: “ven al herido, dan un rodeo y pasan de largo”. Los dos cierran sus ojos y su corazón, aquel hombre no existe para ellos, pasan sin detenerse. Esta es la crítica radical de Jesús a la ley y a la religión, incapaces de generar en sus miembros un corazón compasivo. ¿Qué sentido tiene una religión tan poco humana?

Por el camino viene un tercer personaje. No es sacerdote ni levita. Ni siquiera pertenece a la religión del Templo. Sin embargo, al llegar, “ve al herido, se conmueve y se acerca”. La ley no le impide acercarse, y hace por aquel desconocido todo lo que puede para rescatarlo con vida y restaurar su dignidad. Esta es la dinámica que Jesús quiere introducir en el mundo: la nueva ley del amor.

3.- Sed Compasivos: sed compasivos como vuestro Padre es compasivo”. Esta es la herencia que Jesús ha dejado a la humanidad, El   “buen samaritano”. En él se nos describe la actitud que hemos de promover, más allá de nuestras creencias y posiciones ideológicas o religiosas, para construir un mundo más humano. En la cuneta de un camino solitario yace un ser humano, robado, agredido, despojado de todo, medio muerto, abandonado a su suerte. En este herido sin nombre y sin patria resume Jesús la situación de tantas víctimas inocentes maltratadas injustamente y abandonadas en las cunetas de tantos caminos de la historia. 

REFLEXIÓN

"Al Verlo, le dió Lástima y se Acercó”

   Lo Esencial: el ser humano está hecho para amar y ser amado. Nadie lo pone en duda. Su deseo más hondo es vivir en comunión. Sólo que lo olvidamos una y otra vez. Entonces, esa necesidad de vivir amando queda oscurecida, deformada y desviada por mil problemas, preocupaciones, rodeos y disculpas. El amor es algo constitutivo de la persona. A quien le falta capacidad de dar y recibir amor le falta lo esencial. Podríamos decir que está «enfermo». Por eso, una persona, por más inteligente que sea, sin capacidad de amar, le falta lo esencial Un individuo hábil y poderoso, pero insensible al amor, es que le falta el toque de Dios.

   Siempre nos sucede lo mismo. Queremos ser independientes, salvaguardar a toda costa nuestra pequeña felicidad sin depender de nadie, ser dueños de nosotros mismos y de nuestra vida. Buscamos nuestro propio interés y terminamos viviendo en una especie de túnel construido con nuestros problemas, inquietudes y fantasmas. El erotismo, la diversión y todas las formas de evasión no logran liberarnos de un malestar clavado en el fondo de nuestro ser: nos falta lo esencial «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu ser. Y al prójimo como a ti mismo». De esto depende todo. Esto es siempre lo esencial y decisivo. 

 «Amarás a Dios». No se dice creerás en Dios, le respetarás, lo temerás, le obedecerás, le rezarás... Lo primero y esencial es otra cosa: “Amarás al Señor tu Dios…”. Le abrirás tu ser, te enamorarás de él. No te sentirás juzgado o controlado, sino enamorado.

   «Y Amarás a tu prójimo como a ti mismo». No te apropiarás de las personas para tu utilidad, disfrute o poder. Vivirás acogiendo, acompañando, sirviendo, dando y recibiendo amor. Sin esto la vida queda mutilada y pervertida. Es la convicción más profunda de Jesús.

   La experiencia nos lo dice muy pronto, a veces a gritos, a veces de manera callada pero persistente. Sin amor, la vida se seca, la alegría se apaga. Es difícil crecer y sentir plenitud cuando sólo se vive en función de uno mismo. La persona no sabe muy bien qué le está pasando, pero no se siente a gusto: vive sola, encerrada en sus cosas, en un aislamiento estéril.

PARA LA VDA

   Había una vez un niño listo y rico, que tenía prácticamente de todo, así que sólo le llamaba la atención los objetos más raros y curiosos. Eso fue lo que le pasó con un antiguo espejo, y convenció a sus padres para que se lo compraran a un misterioso anciano. Cuando llegó a casa y se vio reflejado en el espejo, sintió que su cara se veía muy triste. Delante del espejo empezó a sonreír y a hacer muecas, pero su reflejo seguía siendo triste. Extrañado, fue a comprar golosinas y volvió todo contento a verse en el espejo, pero su reflejo seguía triste. Consiguió todo tipo de juguetes y cachivaches, pero aun así no dejó de verse triste en el espejo, así que, decepcionado, lo abandonó en una esquina. "¡Vaya, este es un espejo defectuoso! ¡es la primera vez que veo un espejo que no sirve! "

   Esa misma tarde salió a la calle para jugar y comprar unos juguetes, pero yendo hacia el parque, se encontró con un niño pequeño que lloraba entristecido. Lloraba tanto y le vio tan sólo, que fue a ayudarle para ver qué le pasaba. El pequeño le contó que había perdido a sus papás, y juntos se pusieron a buscarlo. Como el chico no paraba de llorar, nuestro niño gastó su dinero para comprarle unas golosinas para animarle hasta que finalmente, tras mucho caminar, terminaron encontrando a los padres del pequeño, que andaban preocupadísimos buscándole

   El niño se despidió del chiquillo y se encaminó al parque, pero al ver lo tarde que se había hecho, dio media vuelta y volvió a su casa, sin haber llegado a jugar, sin juguetes y sin dinero. Ya en casa, al llegar a su habitación, le pareció ver un brillo procedente del rincón en que abandonó el espejo. Y al mirarse, se descubrió a sí mismo radiante de alegría, iluminando la habitación entera. Entonces comprendió el misterio de aquel espejo, el único que reflejaba la verdadera alegría de su dueño. Y se dio cuenta de que era verdad, y de que se sentía verdaderamente feliz de haber ayudado a aquel niño. Y desde entonces, cada mañana cuando se mira al espejo y no ve ese brillo especial, ya sabe qué tiene que hacer para recuperarlo.

14° Domingo del Tiempo Ordinario, 3 de Julio 2022, Ciclo C

 San Lucas 10, 1 - 9

“Nos Envías a Anunciar La Buena Nueva

Homilía Padre Luis Guillermo Robayo M.

1.- Regalo de Dios Jesús pide a sus discípulos que, al anunciar el Reino de Dios, su primer mensaje sea para ofrecer paz a todos: «Decid primero: paz a esta casa». Si la paz es acogida, se irá extendiendo por las aldeas de Galilea. De lo contrario, «volverá» de nuevo a ellos, pero nunca ha de quedar destruida en su corazón, pues la paz es un regalo de Dios, pero es también fruto de un trabajo no pequeño que puede prolongarse durante toda una vida. Acoger la paz de Dios, guardarla fielmente en el corazón, mantenerla en medio de los conflictos y contagiarla a los demás exige el esfuerzo apasionante pero no fácil de unificar y enraizar la vida en Dios.

2.- El Arte de Vivir: pero en la lógica de Dios. Por lo general, tendemos a acumular en nuestro interior las experiencias negativas, sin detenernos ante lo bueno y bello de la vida. ¿Por qué no dedicar unos días a vivir más despacio, gustando las cosas pequeñas y saboreando agradecidos tantos placeres sencillos que ofrece el vivir diario? Quedaremos sorprendidos de todo lo que se nos regala de manera constante. Aprender a mirar. No se trata de afinar los sentidos, sino de captar la vida que palpita dentro de las personas, los seres y las cosas, y escuchar su eco en nosotros. 

3.- La Paz, Amor del Alma: sanar los recuerdos dolorosos. Para recuperar la paz es necesario curar las heridas que nos hacen sufrir interiormente. Liberarnos de los recuerdos dolorosos del pasado y de las amenazas del futuro. Es un verdadero arte vivir plenamente el momento presente, aquí y ahora. El creyente lo aprende desde la fe: el pasado pertenece a la misericordia de Dios; el futuro queda confiado a su bondad.

   No obstante, hay algo atractivo en ese destino sorprendente del discípulo cristiano. Se nos llama a vivir de tal manera que los hombres puedan descubrir que la bondad y la benevolencia existen y que la vida, «a pesar de todo», puede ser buena. No tiene por qué ser todo rivalidad, competencia y enfrentamiento destructor. También es posible acercarse a la vida y a las personas con otra actitud de respeto, educación y ternura. El hombre puede ser para otro hombre no un lobo sino, sencillamente, un ser humano. Más aún. Aunque nos pasamos la vida dando importancia a muchas cosas, tal vez lo único importante sea pasar por esta vida aportando al mundo un poco más de bondad, amor y ternura. 

REFLEXIÓN

La Buena Noticia de Jesús por Todo el Mundo

   Jesús sabe que nos envía como corderos entre lobos: vamos a encontrar oposición, porque en el mundo hay pecado, no solo personal, sino también estructural. Él fue el primero que la sufrió. Después, miles, millones han sufrido dificultades por Jesús. Es incontable el número de mártires por la fe; también por la justicia, sobre todo en tiempos recientes. Estas personas han contribuido mucho a mejorar la justicia social. El Señor pide a este grupo de 72 una vida austera, incluso pobre. Han de misionar con pocos medios. ¿Para qué? Para ser libres; y para que quede claro que la obra es de Dios.

   Las recomendaciones de Jesús son la clave de todo anuncio del mensaje cristiano. Están puestas en boca de Jesús, pero son las condiciones mínimas que debía tener todo cristiano para llevar la Buena Noticia a los demás. En ningún caso se habla de doctrina que tienen que enseñar o de normas morales que deben exigir. Se trata de comunicar es la experiencia de Dios para todos, sin excepción. Esa tarea la cumplió la primera comunidad en todas partes donde se fue implantando. Es la principal tarea que tiene que seguir llevando a cabo todo cristiano en cualquier tiempo y lugar, llevar la paz y anunciar el Reino de Dios. Itinerancia "Poneos en camino". Dificultad: "Os mando como ovejas en medio de lobos"- Pobreza: "Ni talega ni alforja ni sandalias" – Urgencia: "No os detengáis a saludar a nadie por el camino" - Paz. "Decid primero: ¡Paz!  Humildad: "Comed y bebed de lo que tengan". –Tarea: "Curad a los enfermos, y anunciar la "Buena noticia. (evangelio). "El reino, que es Dios, está cerca"

Sin estas condiciones, la predicación se hace inútil.

   No es nada fácil. El que va a proclamar el Reino de Dios, tiene que manifestar que pertenece a ese Reino. Tiene que responder a las necesidades del otro. Tiene que estar dispuesto al servicio en todo momento. Es una entrega de corazón, bondad, tiempo, humildad, respeto, sinceridad, ayuda, sacrificio.  Lo único que un ser humano debe saber es que Dios le ama. Predicar el reino que es Dios, es hacer ver a cada ser humano que Dios es alguien cercano, que está en lo más hondo de su propio ser, que no tiene que ir a buscarlo lejos porque Dios está donde están sus discípulos. 

PARA LA VDA

   Cuando se encontraron después del terrible huracán, no sabían qué camino tomar, pero tenían claro que no querían volver a  separarse.- Vamos a hablarlo - dijo Lobo, mientras tomaba asiento al lado de un grueso tronco.- Yo preferiría ir a la montaña, porque me gusta el frío y la nieve. - Yo preferiría ir al río, porque me encanta nadar y bucear entre las hiedras - dijo Sapo.- Pues yo preferiría ir a un bosque lleno de árboles, porque me gusta cantar escondido entre las hojas y hacer mi nido entre las ramas - dijo Mirlo.- Tendremos que ceder en algo si lo que queremos es permanecer juntos - volvió a hablar Lobo.

   Todos callaron unos minutos reflexionando. A Lobo no le gustaba el agua, por eso, descartó enseguida el río; pero podría intentar adaptarse a vivir en la arboleda con tal de no perder a sus amigos. Sapo descartó rápidamente ir a vivir a la montaña; allí vivía la culebra a la que temía tanto, pero podría vivir entre los árboles siempre que fuera junto a sus buenos amigos. Mirlo pensó que quizás podría adaptarse a vivir en la montaña, y aunque el agua no le hacía mucha gracia podría hacer un esfuerzo para vivir cerca del río y hacer su nido en un alto arbusto. 

   Los tres hablaban entre ellos para hallar una solución y no tener que separarse.  ¡Eh, amigos! - escucharon que decían. ¡Sí! Es a vosotros - les dijo un gran oso pardo - perdonad si me meto donde no me llaman, pero os estoy escuchando... Yo sé de un lugar donde los tres seríais muy felices. Donde yo vivo, paseo por la montaña con mis amigos osos y seguro que a Lobo le gustaría. 

   Hay árboles frondosos y altos con fuertes ramas, allí Mirlo podría hacer su nido, y cerca de mi cueva discurre un caudaloso río de aguas transparentes donde apago mi sed, y Sapo podría nadar y jugar cuanto quisiera. Todos se pusieron muy contentos. Gracias a Oso encontraron un lugar natural precioso para vivir. Ninguno tuvo que renunciar a su modo de vida, aunque estaban dispuestos a ello por mantenerse unidos y, además, hicieron un nuevo amigo.

13° Domingo del Tiempo Ordinario, 26 de Junio 2022, Ciclo C

 San Lucas 9, 51 - 62

“Te seguiré Señor, A Donde Tú Vayas

Homilía Padre Luis Guillermo Robayo M.

1.- Despertar: seguir a Jesús es lo esencial en el corazón de la vida cristiana. Nada hay más importante o decisivo. Precisamente por eso, San Lucas describe tres pequeñas escenas para que las comunidades que lean su Evangelio, tomen conciencia de que, a los ojos de Jesús, nada puede haber más urgente e inaplazable. Jesús emplea imágenes duras y escandalosas. Se ve que quiere sacudir las conciencias. No busca cualquier seguidor, sino los más comprometidos, que le sigan sin reservas, renunciando a falsas seguridades y asumiendo las rupturas necesarias. Sus palabras plantean en el fondo una sola cuestión:

2.- Camino de Salvación: abrir caminos al reino de Dios trabajando por una vida más humana es siempre la tarea más urgente. Nada ha de retrasar nuestra decisión. Nadie nos ha de retener o frenar. Los "muertos", que no viven al servicio del reino de la vida, ya se dedicarán a otras obligaciones religiosas menos apremiantes que el reino de Dios y su justicia, Jesús le dice: «El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios». No es posible seguir a Jesús mirando hacia atrás. No es posible abrir caminos al reino de Dios quedándonos en el pasado. Trabajar en el proyecto del Padre pide dedicación total, confianza en el futuro de Dios y audacia para caminar tras los pasos de Jesús.

3.- Aventura Espiritual: seguir a Jesús es toda una aventura. Él no ofrece a los suyos seguridad o bienestar. No ayuda a ganar dinero o adquirir poder. Seguir a Jesús es "vivir de camino", sin instalarnos en el bienestar y sin buscar un falso refugio en la religión. Una Iglesia más acogedora, mas samaritana, es lo mejor que nos puede suceder para purificar nuestra fe y confiar más en Jesús. Segunda escena. Otro está dispuesto a seguirle, pero le pide cumplir primero con la obligación sagrada de «enterrar a su padre». A ningún judío puede extrañar, pues se trata de una de las obligaciones religiosas más importantes. La respuesta de Jesús es desconcertante: «Deja que los muertos entierren a sus muertos: tú vete a anunciar el reino de Dios». 

REFLEXIÓN 

Un Caminar de Calidez y Ternura de Amor

   Hoy nuevamente hemos escuchado en nuestro corazón su invitación dirigida a cada uno de nosotros: “Sígueme”. Su seguimiento comporta exigencias, pero, por otra parte, nos ofrece poder sentirnos acompañados por la calidez y la ternura de su amor. Él quiere una decisión firme. Quiere una plena entrega y dedicación. Quiere que no miremos atrás. Quiere que no echemos de menos el pasado. ¡Ojalá hoy, en esta Eucaristía, sintamos de nuevo la llamada de Dios y le digamos de todo corazón que Sí queremos seguirlo!

Seguimiento Incondicional…

   El seguimiento de Cristo –decisión libre del discípulo– sólo puede ser incondicional, es el Señor quién pone las condiciones. No caben rebajas ni descuentos. El seguimiento de Cristo no es una cuestión de negociaciones. Poner condiciones es estar diciendo «no», es ya dejar de seguirle. Cristo no quita nada y lo pide todo, porque lo ha dado todo. Y esto es lo que implica ser cristiano: un seguimiento incondicional. No hay dos tipos de cristianos. Sólo es verdaderamente cristiano quien ama con todo su corazón a Dios cumpliendo sus mandamientos. 

   Cristo comprende la debilidad humana y los fallos motivados por ella, pero no acepta la mediocridad ni los cálculos egoístas. Los apóstoles fueron grandes pecadores: San Pedro llegó a negar a Cristo, San Pablo persiguió a la Iglesia... Pero no fueron mediocres: se dieron del todo, gastaron su vida por Cristo, sin reservarse nada. El seguimiento de Cristo es la vocación del cristiano. No es la decisión libre del discípulo la única determinación para seguir a Jesucristo. 

    Después de anunciar la Pasión, Jesús inicia el camino de Jerusalén. Jesús invita a todos a seguirle, pero se quedan fuera aquellos que no lo hacen en la pobreza y la renuncia a todo lo propio. Seguir a Cristo implica la vida entera, no sólo algunos tiempos o algunas zonas de nuestra existencia. Lo que el profeta Elías no podía exigir, por ser un hombre; Cristo sí puede, por ser el Hijo de Dios. Más aún, no hay otra manera de seguirle: «El que sigue mirando atrás no vale para el Reino de Dios».

PARA LA VIDA

   Cuentan que un día se reunieron todos los dioses y decidieron crear al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza. Entonces uno de ellos planteó qué si les creaban idénticos a ellos, entonces resultarían ser dioses y no hombres. Para que esto no sucediera decidieron quitarles algo. Después de mucho pensar, uno de ellos dijo: “Ya sé, vamos a quitarles la felicidad". "El único problema va a ser donde esconderla para que no la encuentren jamás”. Uno propuso “Vamos a esconderla en la cima de la montaña más alta del mundo”. 

   A lo que otro repuso: “¡No! Recuerda que les dotamos de fuerza, así que uno puede conseguir subir y encontrarla, y si la encuentra uno, todos los demás sabrían dónde encontrarla. "Entonces - propuso otro - podemos esconderla en los más profundo del mar". Y otro contestó "¡No! recuerda que les dimos inteligencia. Alguna vez inventarán algo que les permita llegar allí. Otro.  Dios pensó haber encontrado la solución al problema: "Vamos a esconderla en otro planeta". 

   Pero le contestaron "¡Imposible! recuerda que les dimos audacia y algún día construirán una nave para llegar a ese planeta y encontrarán la felicidad". El último de ellos era un Dios que había permanecido en silencio, escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás Dioses. Después de este debate, rompió su silencio y dijo: "Creo saber dónde esconderla para que realmente nunca la encuentren". "¿Dónde?" Preguntaron los demás. 

   "La esconderemos dentro de ellos mismos. Estarán tan ocupados buscándola fuera que nunca la encontrarán". Y desde entonces ha sido así: el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la lleva dentro.

   Buscar el camino de la plenitud divina está en nosotros un camino de amor, bondad, misericordia, respeto, unión, nos lleva a buscar y encontrar el verdadero camino de la salvación.