4° Domingo de Adviento, 23 de Diciembre de 2012



         

San Lucas  1, 39 - 45
 

 Dichosa Tú que has Creído...



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  1. El Saludo de María: hay muchas maneras de «saludar» a las personas. María trae paz, alegría y bendición de Dios. Lucas recordará más tarde Jesús pedía a sus seguidores: en cualquier casa que entréis, decid lo primero: Paz a esta casa. Todo saludo debe llevar la huella de Dios…como María a Isabel.
  2. La Vida: las madres portadoras de vida, son mujeres «bendecidas» por el creador: el fruto de sus vientres es bendito. María es la «bendecida» por excelencia: con ella nos llega Jesús, la gran bendición de Dios al mundo. Isabel termina exclamando: Dichosa tú, que has creído.
  3. La Felicidad: feliz el pueblo donde hay madres creyentes, portadoras de vida, capaces de irradiar paz y alegría. Feliz la Iglesia donde hay mujeres bendecidas por Dios, mujeres felices que creen y transmiten fe y vida a sus hijos. La auténtica alegría no se fabrica desde fuera, brota del interior. En realidad, la alegría emerge cuando aprendemos a vivir en la verdad.
REFLEXIÓN
   Tal vez, la mejor manera de vivir la Navidad sea empezar por pedir a Dios sencillez y simplicidad de corazón que nos permitan descubrir, incluso en esta navidad, un Dios entrañable que sigue estando cerca de todos nosotros aunque no sepamos ni celebrar su venida. El mejor regalo en esta navidad somos nosotros mismos. El niño Dios no quiere regalos, él nos quiere es a nosotros, sus amados.
 
PARA LA VIDA
  Érase una vez un rey generoso y sabio. Trataba a los ricos y a los pobres del mismo modo y era muy bondadoso con los niños. Un año todos sus súbditos decidieron celebrar una gran fiesta en el día de su cumpleaños. Y lo hicieron de manera distinta a los años anteriores. Como trataba a todos por igual decidieron que todos los regalos iban a estar envueltos con papel blanco para que parecieran iguales. Cuando llegó el día todos trajeron sus regalos blancos al rey. Unos eran un puñado de arroz pero envuelto en papel blanco. Otros regalos eran joyas o marfil pero estos también estaban envueltos en papel blanco. Todos parecían iguales y cuando el rey los abrió trató a todos por igual porque sabía que todos llevaban el mismo amor y devoción. Y los que no tenían regalos que ofrecer firmaban en un libro blanco para ofrecerle su tiempo y sus talentos. ¿Ya ha encontrado el regalo perfecto para esta Navidad? ¿Ya ha practicado la elegancia social del regalo? Sus hijos no necesitan un nuevo juguete, le necesitan a usted. Su esposa no necesita el último perfume de Calvin Klein, le necesita a usted. Sus padres ya mayores no necesitan guantes nuevos, necesitan que usted les caliente sus manos con su calor. Dar cosas es fácil, darse uno mismo es lo difícil.
EN ESTA NAVIDAD

Dios está en ti sosteniendo tu fragilidad y haciéndote vivir. No es como las personas que te quieren desde fuera. Dios está en tu mismo ser. Dios se ha hecho hombre”. Ya nunca estarás sólo. Nadie está solo. En todos nosotros está Dios. En esta Navidad Puedes celebrar, puedes gozar con los tuyos y ser más generoso con los que sufren y viven tristes. Doy gracias a Dios, a todos ustedes y a sus familias por compartir y celebrar cada eucaristía en el amor de Dios que nace para nuestra felicidad.

“FELIZ NAVIDAD A LAS FAMILIAS, 
A LOS NIÑOS, A LOS JOVENES Y A CUANTOS VIENEN A ESTA CAPILLA DE SANTA ANA DE CENTRO CHIA”

3° Domingo de Adviento, 16 de Diciembre de 2012

                            

San Lucas  3,
 10 -18
      

 Estad siempre Alegres en El  Señor


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  1. Alegría: esta alegría interior y bondadosa. Es la que deben ver en los cristianos todas las personas con las que convivimos. Una alegría hecha de paz, de perdón, de amor y de verdad. Es “la paz de Dios que llena nuestros corazones, custodia nuestros pensamientos, eleva nuestras almas al Señor y nos conecta en la paz con todos.
  2. Compartir: hay quienes lo tienen todo. Lo más sagrado es abrir nuestro corazón a Dios mirando las necesidades de los que sufren. «El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo».
  3. La Conversión: no podemos negar nuestros pecados. Pero Dios los puede cancelar. El amor de Dios es más fuerte que nuestras debilidades y pecados; el amor de Dios salva a todos. “el Señor se goza y se complace en ti, te ama y se alegra con júbilo como en día de fiesta”. El amor de Dios es más fuerte que nuestras debilidades y pecados; el amor de Dios salva a todos los que, con humildad, se acogen a él.
REFLEXIÓN
   Este Domingo es llamado el domingo de “GAUDETE” = (DE GOZO Y ALEGRÌA). La razón fundamental de esta alegría está en la esperanza de que sea el Señor mismo el que vendrá a liberarnos de nuestros males presentes. La alegría de la navidad, la más auténtica y duradera, surge cuando el hombre sabe que hay un Dios que viene; que está cerca; que nos quiere y que sale a nuestro encuentro para salvarnos.  Adviento es el encuentro del Señor con sus amados… 
PARA LA VIDA
   Juan y Julia vivían en la madrileñísima calle de Alcalá y desde sus balcones se veía el Retiro. Ella tenía cáncer desde hacía más de dos años. Padre, me dijo: muchas cosas buenas he recibido del Señor, una buena familia que me educó, un marido al que me he entregado de lleno y ahí le tiene junto a mi sin dejarme un momento, una posición muy desahogada. Pero el don mayor es esta enfermedad que Él me ha enviado y que me hace encontrar la verdadera paz interior.
   Y lo malo para mí mismo es que ella continuó: “dígame algo que me ayude a acercarme a Dios. Esta mujer desde su lecho era el centro de sus amigas, que la visitaban con frecuencia por la alegría que se desprendía de ella. Alegrías inexplicables. “Alegraos siempre en el Señor”, nos dice San Pablo desde la cárcel.

2° Domingo de Adviento, 9 de Diciembre de 2012

                            

San Lucas  21, 25 - 28 . 34 - 36

      


 Preparad el camino del  Señor


 

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  1. Preparar el Camino:  para abrirle un camino a Dios es necesario descender al fondo de nuestro corazón. Quien no busca a Dios en su interior es difícil que lo encuentre fuera. En nosotros encontraremos miedos, preguntas, deseos, vacíos, pero no importa, Dios está ahí. Él nos ha creado con un corazón que lo buscará hasta que descanse en él.
  2. El Desierto: La Palabra de Dios vino sobre Juan, en el desierto. Sólo en el silencio, despojados de todo, en desierto, se puede escuchar la voz y la llamada de Dios a cambiar el interior. Según Isaías, el «desierto» era el mejor lugar para abrirse a Dios e iniciar la conversión. Oseas dirá que es en el «desierto» donde Dios habla “de corazón a corazón».
  3. La Conversión: el encuentro con Dios acontece cuando a uno le nace desde dentro esta oración: «Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador». Éste es el mejor camino para recuperar la paz y la alegría interior. Despertar la confianza total en este amor puede ser comenzar a vivir de una manera nueva y gozosa con Dios.
  4. Escuchar: La Voz de Dios en lo profundo del corazón y en actitud de humildad. Así lo hizo Juan Bautista: su corazón atento, su silencio y humildad le llevaron a figurar ante los ojos de Dios como el más grande de los profetas. A Dios se le escucha en el silencio, en las entrañas del corazón, en la humildad del pesebre.    

    REFLEXIÓN
       Celebrar la Navidad es celebrar la Buena Noticia de Dios que cumple sus promesas en Jesús hecho niño, hecho hombre para nuestra salvación. La salvación de Dios ya está en medio de nosotros y hemos de estar preparados para acogerla. 
    “Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos; elévense los valles, desciendan los montes y colinas; que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale”
       Entonces “todos verán la salvación de Dios”. A nosotros nos viene esta Palabra hoy, en una época de “desierto espiritual”, de crisis de valores, de falta de fe, y con la misma urgencia de ser anunciada. 
       El estilo de Dios es servirse de personas sencillas, como Juan, para hacer llegar su mensaje a oídos de todos. Hoy todos somos Juan y estamos llamados a anunciar, con nuestro testimonio de vida, la presencia entre nosotros de esa Palabra que es salvadora. Y también a desvelar los signos de la presencia de un Dios que no nos deja de la mano, y menos cuando las cosas se ponen difíciles, como ahora.

    PARA LA VIDA
       En Estados Unidos hay unas letras, un código, para clasificar las películas de cine. Código que los padres conocen y algunos siguen a la hora de orientar a sus hijos. 
       Alguien, con sentido del humor y de la oportunidad, ha aplicado esas mismas letras a los sermones dominicales. 
    • Un sermón "G". Válido para todos los públicos. Es inofensivo, pueril, lleno de generalidades y tópicos. La gente lo describe como "maravilloso". 
    • Un sermón "PG". Para gente madura. Invita al cambio. Es "retador" aunque casi nadie actúa ni cambia. 
    • Un sermón "R". Restringido. Dirigido a los que no tienen miedo a la verdad. Llama a las cosas por su nombre. Se dice que es "controversial y provocador". 
    • Un sermón "X". Sólo para los que pueden aguantar ideas explosivas, sermón bomba.
             1° Domingo de Adviento, 2 de Diciembre de 2012

    San Lucas  21
    , 25 - 28 . 34-36
          
     El Señor se Acerca... ¡Ven Señor, no tardes...!
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    1. Cristo Viene:  en su primera venida; cada Navidad nos lo recuerda. Cristo salvador, misericordioso, nos ofrece todavía la salvación; el Adviento nos prepara para recibirlo. La profecía no se agota en ella, el cumplimiento perfecto se dará al final con la segunda venida y manifestación final.
    2. Preparación Adecuada: recordemos con Pablo, la caridad; caridad a los hermanos y a todos. Así la tuvo Cristo, así la enseña Pablo. La caridad nos une estrechamente a Dios y ella es la entrada al cielo.
    3. Vigilancia: estad atentos, “alzad la cabeza, se acerca vuestra liberación”. Hay que despertar, hay que levantarse, hay que orar. El Señor viene como salvador para los que velan, como juez para los que duermen, como amo y Señor para todos los que ama.
    4. Oración: es necesaria, pues nuestros ojos son débiles y nuestras fuerzas pocas; la oración nos infunde el vigor. Con ella gemimos, deseamos, pedimos, somos fortalecidos, esperamos, amamos, nos santificamos. Urge una necesaria preparación.    

      REFLEXIÓN
         El Adviento se caracteriza por ser un tiempo de esperanza. La espera del nacimiento de Aquél que será Luz y Gloria de las naciones, también de la nuestra, que lo necesita con urgencia.  
         Es tiempo de Esperanza, porque es posible un mundo nuevo. Para que esto sea posible se nos pide una actitud de vigilancia y de atención. No debemos permitir que se embote nuestra mente con las realidades mundanas. 
        Hoy la Palabra de Dios nos alerta para que nos demos cuenta de que Jesús, el Hijo del Hombre, viene a liberarnos de todas nuestras dudas e incertidumbres. Él es nuestra justicia y nuestra salvación. 
      Tenemos por delante una hermosa tarea durante estas cuatro semanas: preparar nuestro interior como si fuera una cuna que va a recibir a Aquél que nos da la vida. El tren de la esperanza va a pasar por delante de nosotros, no lo perdamos, subamos a Él y valoremos todo lo bueno que vamos encontrando en nuestro camino.

      PARA LA VIDA
         Hace tiempo un viajero en una de sus vueltas por el mundo, llegó a una tierra, le llamó la atención la belleza de sus arroyos que cruzaban los campos, los sembrados. No podía creerlo...él venía de un lugar muy distinto. 
         Se fue acercando pero su sorpresa fue mayor cuando tres niños, hermanitos, salieron a recibirlo y lo invitaron a pasar-Los padres de los niños invitaron al viajero a quedarse con ellos unos días. 
         El viajero aprendió muchas cosas, por ejemplo a hornear el pan, trabajar la tierra, ordeñarlas vacas, pero había una de la cual no podía descubrir el significado. Cada día y algunos días en varias ocasiones el papá la mamá y los hermanos se acercaban a una mesita donde habían colocado las figuras de María y José, un burrito marrón y una vaca. Despacito dejaban una pajita entre María y José. 
         Con el correr de los días el colchoncito de pajitas iba aumentando y se hacía más mullido. Cuando le llegó al viajero el  momento de partir ,  la familia le entregó un pan calientito y frutas para el camino, lo abrazaron y lo despidieron. 
         Ya se iba cuando dándose vuelta les dijo:- Una cosa quisiera llevarme de este hermoso momento. Por supuesto le contestaron ¿ Qué más podemos darte para el camino? Y el viajero entonces preguntó- ¿ Por qué iban dejando esas pajitas a los pies de María y José? Ellos sonrieron y el niño más pequeño respondió: cada vez que hacemos algo con amor, buscamos una pajita y la llevamos al pesebre
        Y así vamos preparando para que cuando llegue el niño Jesús, María tenga un lugar para recostarlo. Si amamos poco, el colchón va a ser un colchón delgado y por lo mismo frio. Pero si amamos mucho, Jesús va a estar más cómodo y calientito. 
        El viajero parecía comprenderlo todo. Sintió ganas de quedarse con esa familia hasta la Nochebuena, pero una voz adentro suyo lo invitó a llevar por otros pueblos lo que había conocido tanto de nuevas labores, como de los corazones sencillos tan llenos de amor, como los de esa familia……

      34° Domingo Solemnidad de Cristo Rey, 25 de Noviembre de 2012

       
      San Juan 18, 33b - 37
            
       


       Reine Jesús por Siempre"



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      1. El Rey:  Jesús es Rey-pastor. Cristo es el alfa y omega de los tiempos, Señor de la Historia. Pero sobre todo, porque su señorío es el de quien libera de toda forma de opresión y sumisión, que nos da la libertad del Espíritu, que nos devuelve la filiación divina oscurecida por nuestros miedos, debilidades y pecados. Cristo Rey es distinto a los reyes de este “mundo”. Es el Cordero degollado (Ap. 5, 12) quien nos reconcilia con Dios y nos lleva, no de regreso al Paraíso Perdido, sino a la esperanza de una nueva vida, en la que no habrá rodilla que doblar sino ante Dios. Mientras los otros reyes someten, Cristo Rey libera y nos hace ponernos en pie!
      2. El Reino: es la Verdad y ser Rey es ser testigo de la Verdad. Los que quieran pertenecer a este Reino tendrán que estar en la verdad y como el mismo evangelista nos lo dice, Jesús es la Verdad. Sin olvidar que el reino ya está entre nosotros; el reino que no vive en los arrogantes sino en los sencillos; el reino que no vive en los orgullosos sino en los pobres; el reino que no vive en la mentira sino en la verdad; un reino que no vive en la muerte sino en la Vida; un reino que es camino de esperanza y de futuro eterno.
          
        REFLEXIÓN
         
            Hoy termina el año litúrgico con la celebración de la solemnidad Jesucristo, Rey del  universo. Él es la meta y el origen de todo lo que hemos ido celebrando, semana a semana, a lo largo de todo el año. 
           Todos necesitamos una buena palabra. Una palabra que nos sirva de ayuda y de orientación, que nos ayude a comprendernos mejor, una palabra de aliento, de amor y de esperanza. 
           Pues bien, Dios nos da cada día su Palabra por medio de las Sagradas Escrituras. A través de la Escritura la Palabra viva de Dios se dirige a nosotros con su Fuerza y con su Luz. 
           Que este Año Santo de la Fe que estamos iniciando contribuya a colocar a Cristo, de nuevo, en el lugar que le corresponde: el Rey en nuestro corazón, en nuestra mente, en nuestro pensamiento y en nuestra vida.

        PARA LA VIDA
            En un oasis escondido en medio del desierto, se encontraba el viejo Eliahu de rodillas, a un costado de algunas palmeras datileras. Su vecino Hakim se detuvo a abrevar sus camellos y lo vio transpirando, mientras parecía cavar en la arena. - Que tal anciano? le dijo: - Muy bien-contestó Eliahu sin dejar su tarea. - ¿Qué haces aquí, con este calor, y esa pala en las manos? - Siembro dátiles -contestó el viejo. - ¡Dátiles!! -repitió el recién llegado, y cerró los ojos como quien escucha la mayor estupidez- . 
           El calor te ha dañado el cerebro, querido amigo. Dime, ¿cuántos años tienes? - Ochenta, ... pero eso, ¿qué importa? - Mira, amigo, los datileros tardan más de cincuenta años en crecer y recién después de ser palmeras adultas están en condiciones de dar frutos. 
           Aunque vivas hasta los cien años, difícilmente podrás llegar a cosechar algo de lo que siembras. Deja eso y ven conmigo. - Mira, Hakim, yo comí los dátiles que otro sembró, otro que tampoco soñó con probar esos dátiles. 
           Yo siembro hoy, para que otros puedan comer mañana los dátiles que hoy planto... y aunque solo fuera en honor de aquel desconocido, vale la pena terminar mi tarea.