San Lucas 1, 39 - 56
- Cercanía de María: está cerca de cada uno de nosotros, conoce nuestro corazón, puede escuchar nuestras oraciones, puede ayudarnos con su bondad materna. Nos ha sido dada como "madre" a la que podemos dirigirnos en cada momento. Ella nos escucha siempre, siempre está cerca de nosotros; y, siendo Madre del Hijo, participa del poder del Hijo, de su bondad.
- El Amor y Servicio: nace de alguien que se ha despojado de sí misma y pone toda su voluntad en Dios para servir a toda la humanidad. Pone toda su vida en manos de Dios de una manera incondicional. Acepta lo que pueda venir, porque sabe que Dios no puede fallar. Dios nos ama gratuitamente y María corresponde a su amor.
- María vive La Palabra: quien piensa con Dios, piensa bien; y quien habla con Dios, habla bien, tiene criterios de juicio válidos para todas las cosas del mundo, se hace sabio, prudente y, al mismo tiempo, bueno; también se hace fuerte y valiente, con la fuerza de Dios, que resiste al mal y promueve el bien en el mundo. Su fe es confiada, pero no ciega. Pone su confianza en la Palabra, para decir "hágase en mí según tu palabra".
REFLEXIÓN
En el Evangelio vemos que en María se ha realizado lo que su cántico proclama. María fue capaz de confiar en el Señor, fue capaz de esperar por encima de todo, fue capaz de vivir apoyada en las promesas de Dios y no en sus méritos o su riqueza. Por ello Dios la escogió y la amó.
Porque Dios colma de bienes a los pobres, y a los ricos los despide vacíos. Porque Dios dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes. Porque Dios cumple lo que promete a los hombres.
Porque Dios es fiel, y con Jesús nos ha marcado el camino hacia la vida. María ha creído. María ha acogido la oferta de vida que el Padre ha hecho a todos los hombres y la ha seguido. María, de este modo, se ha convertido en imagen de la Iglesia que camina hacia el Padre, modelo de esperanza e impulso para la humanidad entera.
EL BARRO
Un ministro de agricultura recibió un día a uno de sus subordinados, que le presentó un informe minucioso sobre lo que los mercados rurales necesitaban. El ministro le miró y le dijo: "No voy a leer este informe hasta que no vea barro". - “¿Qué barro?”, le preguntó el manager. - "El barro en sus botas de recorrer todos esos campos", le contestó el ministro. "No quiero oír nada de usted sobre los mercados rurales hasta que no pueda decirme qué clase de cerveza beben esos agricultores, qué hacen sus hijos después de la escuela y de qué hablan esas gentes cuando salen el domingo de la iglesia". - “Pero este informe está basado en una investigación muy seria”, replicó el analista. - “Barro, quiero ver barro en sus botas. A propósito, ¿tiene por casualidad un par de botas?” - “No”, dijo tímidamente el manager. - “Salga de mi oficina y no vuelva hasta que no haga lo que le he dicho”.