Mayo 23 de 2010:
San Juan (20,19-23)
- Se llenaron todos del Espíritu Santo y nació la Iglesia: Cada uno hablaba en la lengua que el Espíritu le sugería y todos se entendían. La docilidad al Espíritu nos une en el lenguaje del amor. El Espíritu se anida y palpita en cada palabra, dándonos el tono de Dios. Sus palabras como de un fuego dulce, entusiasta y abrasador nos mueve la lengua y el alma para proclamar palabras de Dios, cuando estamos llenos del Espíritu Santo.
- Así como hay diversidad de dones y carismas, el cuerpo tiene muchos miembros: Somos los miembros de la Iglesia, tenemos diversidad de carismas, pero todos guiados por el Espíritu Santo para construir la Iglesia que quiso Jesucristo. Aunque sea con poco, todo sirve para el bien de los demás, cuando lo ofrecemos en nombre de Jesús, por su Espíritu Santo.
- “A quienes les perdonen los pecados…” El don del Espíritu se comunica como poder contra el pecado. Un poder así tenía que venir del mismo Jesús. Cuando perdonamos a alguien, es el Espíritu Santo quien nos impulsa a hacerlo. No perdonar es frenar la obra del Espíritu. El amor, la unión y la paz son frutos excelentes del Espíritu, y hacen presente al mimo Señor Jesús.
QUÉ ES PENTECOSTÉS?
Es el fruto maduro de la Pascua. Con Pentecostés culmina el tiempo Pascual. El Espíritu Santo es la tercera Persona de la Santísima Trinidad. ¿Cómo vivir esta hermosa Pascua que hemos celebrado?: La respuesta es: Podemos creer, podemos amar, podemos esperar, podemos continuar el camino del Resucitado, sólo si tenemos en nosotros el Espíritu Santo.
El Espíritu habita en la Iglesia y en el corazón de los fieles como en un templo y en ellos ora y da testimonio de que somos hijos de Dios; completa la obra salvadora de Dios. El Espíritu Santo, que procede del Padre y del Hijo, nos hace propiedad suya desde nuestro bautismo y nos capacita con sus 7 dones y sus 12 frutos para dar testimonio de su Amor en el mundo .
APRENDAMOS Y OREMOS EN FAMILIA:
Ven, Espíritu Santo,
Llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
el fuego de tu Amor.
Envía, Señor, tu Espíritu,
Y renovarás la faz de la Tierra.
Espíritu Santo, ilumínanos y santifícanos.