III Domingo de Pascua: San Juan: 21,1-19


PALABRAS CLAVES DEL EVANGELIO

  • CONFIANZA EN LA PALABRA DE JESÚS: La vocación pide confianza en la palabra de Cristo. Esta palabra puede parecer desconcertante. Pero el Maestro sabe mejor que nadie a dónde quiere llevar a un alma en el proyecto de su vocación
  • PESCA MILAGROSA: Cristo es generoso en la abundancia de los bienes que da cuando le colaboramos con lo nuestro.
  • PECADOR... ANTE EL LLAMAMIENTO DIVINO: "¡Aléjate de mí, Señor, que soy un pecador!". Simón tiene la conciencia de encontrarse ante quien posee un poder divino. Ante la presencia de Dios, el hombre siempre será un pecador necesitado de él.
  • SOBREPONERSE AL TEMOR: "No temas". Jesús no quiere que nosotros nos alejemos de El por temor. Desea reafirmarnos en su confianza. La cercanía con él genera tranquilidad y paz.
  • PESCADORES DE HOMBRES: La vocación compromete al hombre en un trabajo muy por encima de los trabajos humanos de cada día: ganar almas para Cristo, es una obra divina que sobrepasa a todo oficio humano. Jesús quiere que le ayudemos.

REFLEXIÓN

Cada vez que nos reunimos para celebrar la Eucaristía, el Señor nos ofrece la oportunidad de alimentarnos de su Pan, de su amor. Él se nos entrega totalmente en este divino Sacramento, y sólo espera nuestra respuesta afirmativa. Como los discípulos, que no necesitaban preguntar «porque sabían bien que era el Señor», nosotros tampoco necesitamos más: el Señor Resucitado está aquí con nosotros, así que respondámosle con humildad pero con todo nuestro amor: «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero». Y que la conciencia de ser amados por Él y de que también le amamos sea nuestro apoyo para reorientar nuestra vida y nuestro motor para ser sus testigos.

CONSEJO DE LA SEMANA

ESPOSOS: “El amor del uno enciende el amor del otro. Porque me amas verdaderamente y no con un amor cualquiera sino con un amor profundo y extremo que no conoce límites”.
NOTA: Este Miércoles 21 de Abril (7.p.m capilla) invito a las parejas a una charla para profundizar y fortalecer el amor de Dios en ellas.