Domingo 16 de Mayo:
San Lucas (24, 46-53)
1-TESTIMONIO: Nuestra fe se robustece con la comprobación ocular de los apóstoles y de muchos otros a quienes se les apareció el Salvador después de la Resurrección. Qué testimonio damos de todo lo que nos da?
2-ESPERA: El Espíritu Santo, que procede del amor entre el Padre y el Hijo, descenderá sobre los discípulos para revestirlos de poder. Somos conscientes que el Espíritu nos hace testigos y misioneros para hablar de Dios a los demás?
3-BENDICIÓN: “Levantar las manos y bendecirlos, significa la protección y compañía de Jesús: Él estará con nosotros hasta el fin de los tiempos. Él nunca nos abandonará…
4-EL CAMINO: Jesús, por su Ascensión, “nos preparó el camino para subir al cielo”. La verdadera felicidad no está en la tierra sino en el cielo. Cada día nos acercamos más a él.
5- ALEGRÍA: Los apóstoles han aprendido en dónde están las verdaderas fuentes de alegría: en el cumplimiento de la voluntad de Dios que, a veces, se hace a través del corto camino de la cruz.
REFLEXIÓN
“Os conviene que yo me vaya porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito; pero si me voy, os enviaré el Espíritu Santo y así, “yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”. Realmente Jesús está entre nosotros en la Eucaristía, bajo las Sagradas especies del vino y el pan. El que sube a los cielos nunca abandona a los que él redimió. Nuestro Señor Nunca nos dejará huérfanos pues desde que se encarnó se hizo como nosotros para que nosotros fuéramos como él y vayamos algún día a donde está él: ya somos parte de él y él nos espera para estar con él en el cielo.
PARA APRENDER
La Fe: Hay dos clases de Fe:
1-Fe Divina: La fe divina es una virtud teologal y procede de un don de Dios que nos capacita para reconocer que es Dios quien habla y enseña en las Sagradas Escrituras y en la Iglesia.
2-Fe humana: Es la respuesta del ser humano dócil y obediente a Dios.
La esperanza: «la esperanza es la virtud teologal por la que aspiramos al Reino de los cielos y a la vida eterna como felicidad nuestra, poniendo nuestra confianza en las promesas de Cristo y apoyándonos en los auxilios de la gracia del Espíritu Santo»
La Caridad: Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él .Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que todos los que creen en él tengan vida eterna.