San Lucas 9, 51-62
La Vocación
Todos recibimos la Vocación a ser hijos de Dios y vivir en santidad, no solo los sacerdotes y religiosas. Cada uno con su propia Vocación cumple su misión en el mundo:
¡ S E R V I R !
Todas las Vocaciones se complementan y se enriquecen mutuamente dentro del mismo Cuerpo de Cristo. Hay dos realidades a tener en cuenta:
- El Espíritu: Jesús nos llama a vivir en el Espíritu lo cual requiere renunciar a la carne. Pero el cristiano vive en un mundo donde vivir en la carne (pecado) es la norma.
- La Carne: Para mantenerse en su vocación en medio de tanta tentación, el cristiano ha de saber que está en el mundo pero no es del mundo. Ha de vivir unido a Cristo a través de la oración y la práctica de la fe en la Iglesia.
Libertad: La vocación es un llamado a vivir en la libertad: no entendida como un libertinaje sino en el servicio desinteresado de unos a otros por amor.
Seguir a Jesús: Es responder a la llamada de Jesús, es permitirle darnos la vida feliz y plena en la tierra para ganar la salvación eterna en el cielo.
La Respuesta: Solos no podemos responderle. Hay que acudir a los medios que Él nos da en la Iglesia para vivir nuestra fe: la Eucaristía dominical, las obras de caridad, la vida de oración y el testimonio diario.
… A LOS PAPÁS…
Padre Bueno, Creador del género humano;
Tú enviaste a tu Hijo Jesús para redimir y salvar a los hombres.
Él quiso nacer en una familia, le diste
a la Virgen María como madre y a San José como padre;
te pedimos por los papás para que, a ejemplo de San José,
amen a sus esposas e hijos,
les enseñes a amarte a Tí que eres nuestro Padre del Cielo,
te sirvan en todo, y alcancen finalmente la vida eterna.
AMÉN
¿Qué es la Vocación?
- Es una llamada de Dios a consagrarse en una tarea que lleva a la vida eterna.
- Exige consagrarse a ella en el Amor.
- En cada estilo de vida el Señor otorga las Gracias necesarias para llevar a cabo la misión.