30° Domingo del Tiempo Ordinario 24 de Octubre de 2010

San Lucas 18, 9-14


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( Necesitados de Dios)
  1. La Oración: exige sinceridad y pureza interior; exige andar en la verdad; por eso el humilde, ante el peso de sus pecados, siente la necesidad del perdón y de ser tratado con misericordia. Dios vino a salvar a los pecadores, a los débiles, a los humildes, a los que lloran, a los nobles y sencillos. Está con ellos porque son los que más necesitan la misericordia divina. Dios busca al pecador como el pastor busca a la oveja perdida.

  1. La Reconciliación: es la paz de las almas que se gozan en el don del perdón que Dios les ofrece, como regalo a su humildad. Por la oración cada día podemos vivir este misterio y expresarlo con gozo. La perfecta oración se alimenta de humildad, de dolor por los pecados y el fruto será el cambio de vida, la vida en paz.

  1. La Humildad: tendemos los ojos al suelo pero con el alma hacia el cielo. El alma humilde se encuentra con la mirada compasiva de Dios que nos regala el perdón y se deleita viviendo en el corazón de los humildes.


REFLEXIÓN


La actitud adecuada del hombre en su relación con Dios sólo puede ser la de reconocer que Dios «ES el que ES» y «el que hace ser» mientras que el hombre es el que no es nada por sí mismo, el que lo recibe todo de Dios. La auténtica relación del hombre con Dios sólo puede basarse en la verdad de lo que es Dios y en la verdad de lo que es el hombre. Por eso, enorgullecerse delante de Dios no es sólo algo que esté moralmente mal, sino que es vivir en la mentira radical: «¿Qué tienes que no lo hayas recibido? Y, si lo has recibido, da gracias a Dios por haberte dado todo lo que tienes.


PARA REFLEXIONAR EN LA VIDA


Cada año, el rey de un pequeño condado liberaba a un prisionero. Cuando cumplió 25 años, él mismo quiso ir a la prisión para decidir cuál prisionero iba a liberar.

  • "Majestad", dijo el primero, "yo soy inocente pues un enemigo me acusó falsamente y por eso estoy en la cárcel".

  • "A mí", añadió otro, "me confundieron con un asesino pero yo jamás he matado a nadie".

  • "El juez me condenó injustamente", dijo un tercero.


Y así, todos.


Había un hombre en un rincón que no se acercaba y que por el contrario permanecía callado. Entonces, el rey le preguntó: "Tu, ¿porque estás aquí? El hombre contestó: "Porque maté a un hombre majestad, yo soy un asesino". "¿Y por qué lo mataste?" preguntó el rey: "Porque estaba muy violento en esos momentos", contestó el recluso. "¿Y por qué lo hiciste?", continuó el rey. "Porque no pude controlar mi enojo".


Pasó un momento de silencio. El rey tomó el cetro y dijo al asesino que acababa de interrogar: "Tú sales de la cárcel".


"Pero majestad", replicó el Ministro, que lo acompañaba "¿acaso no parecen más justos cualquiera de los otros?" - "Precisamente por eso", respondió el rey,


"saco a este malvado de la cárcel para que no eche a perder a todos los demás que parecen tan buenos."

29° Domingo del Tiempo Ordinario 17 de Octubre de 2010

San Lucas 18, 1-8


Homilía del Padre Rector
( Oración Perseverante)
  1. La Oración: en la oración el ser humano siempre está de cara a Dios y nos transforma en personas sensibles a la voluntad de Dios. Es un diálogo por el cual podemos discernir su mano siempre tendida para salvarnos, venga lo que venga.


  2. La justicia: La justicia de Dios tiene que pasar por la justicia humana y nos hace comportarnos de una manera más equitativa, según el corazón de Dios, con los hermanos y hermanas y con las tareas de esta tierra. A la pregunta de Jesús que si encontrará fe en nosotros, podemos responder que sí, que creemos en Él, que lo amamos y queremos vivir con Él día a día, en nuestro trabajo, en nuestra familia, con los amigos. Y por creer en Él, queremos ser más justos en todo.


  3. La Salvación: será plena en el futuro pero comienza en nuestra aceptación plena de Jesús desde ya. Cada vez que tendemos la mano al hermano, que curamos sus heridas, que perdonamos, que somos justos, la salvación de Dios se va haciendo realidad aquí y ahora. Nuestra fe está en la Santa Trinidad, en la Santa Iglesia Católica, en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos, en la vida eterna. Si creemos en esto y somos justos, nos ganamos el cielo.

REFLEXIÓN


Contrario al juez injusto y duro de corazón, el Señor tiene un corazón lleno de amor y bondad. Al juez no le importan los hombres, al Señor le importamos tanto que se ha hecho uno de nosotros. Al Señor le importamos más que su propia vida que dio por nosotros. Somos tan importantes para él, que se ha quedado con nosotros hasta el fin del mundo.


HISTORIA PARA: ORAR, PERSEVERAR Y SER JUSTOS


La Madre Teresa de Calcuta, la servidora de los más pobres entre los pobres, visitó un día al famoso y poderoso abogado de Washington Edward Bennett Williams.


Williams, abogado de Richard Nixon, Frank Sinatra y otros personajes importantes, presidía una pequeña fundación caritativa y Madre Teresa decidió visitarle en busca de ayuda para un hospital de enfermos del Sida que iba a construir.


Antes de la visita, Williams confió a su colaborador Paul Dietrich: “Pablo, sabes que el Sida no es mi enfermedad preferida y no quiero dar dinero para esa causa, pero tengo una santa católica que viene a verme y no sé qué hacer”.


Decidieron recibirla con cortesía, escucharla y decirle que no. Madre Teresa entró en la oficina, les expuso su proyecto y les pidió la ayuda económica. Wlliams le dijo: ”Nos conmueve su petición, pero no es posible”. Madre Teresa contestó: “Vamos a rezar”. Williams y Paul bajaron sus cabezas y terminada la oración Madre Teresa hizo la misma súplica.


De nuevo Williams le dijo que no era posible. Madre Teresa dijo una vez más: “Vamos a rezar”. Williams, exasperado, miró al techo y dijo: “Está bien, está bien. Paul tráeme la chequera”.


Madre Teresa no se dejó intimidar por las negativas del abogado y salió de la importante oficina con un cheque para los pobres.

28° Domingo del Tiempo Ordinario 10 de Octubre de 2010

San Lucas 17, 11-19


Homilía del Padre Rector
( Ser Agradecidos)

1.-LA LEPRA: Era como un símbolo del pecado, y la enfermedad; daña al que la sufre en su aspecto físico. Como la lepra, el pecado corroe el espíritu y lo pudre en lo más hondo, provoca desesperación y desencanto, nos entristece y nos aleja de Dios, como la lepra alejaba de los demás. Si comprendiéramos en profundidad la miseria en que quedamos por el pecado, recurriríamos al Señor. Con la misma vehemencia que los diez leprosos, gritaríamos como ellos: “ten piedad de nosotros”.


2-GRATITUD E INGRATITUD: Sólo el samaritano tuvo corazón noble y agradeció; sereconoció pecador y por su humildad, el Señor le curó también el alma. Tener fe, es ser agradecidos a Dios que nos cura el alma cada día. En el trabajo, en las luchas, Dios es nuestro compañero y Padre cada día. Nosotros quizá tenemos lepras que nos carcomen el alma y necesitamos que el Señor las cure: egoísmos, soberbias, iras, venganzas, rencores, etc. Es hora que gritemos: “Señor, ten compasión de nosotros”.


REFLEXIÓN


La Eucaristía a la que venimos cada domingo es precisamente una “acción de gracias”. Eso es lo que significa la palabra “eucaristía”. Venimos a “dar gracias” a Dios porque su Hijo nos ha conseguido la salvación, nos quita la lepra del corazón (el pecado). ¿Cómo no agradecerle?. ¿Qué mejor motivo hay en esta vida para darle gracias a Dios? Damos gracias también por las pequeñas cosas de cada día, por los milagros que Dios hace todos los días a través de nuestros padres.


UNA PARABOLA PARA MEDITAR


“Un alma recién llegada al cielo se encontró con un ángel. El ángel llevó al alma a un recorrido por el cielo. El ángel se detuvo frente a la primera sección y dijo: "Esta es la sección de recibo”. Aquí, todas las peticiones hechas a Dios mediante la oración son recibidas. "El alma miró la sección y estaba ocupada con muchos ángeles clasificando peticiones escritas de personas de todo el mundo.


Siguieron hasta la siguiente sección, el ángel le dijo: "Esta es la sección de empaque y entrega". Aquí, las gracias y bendiciones que la gente pide, son enviadas a las personas que las solicitaron. El alma vio cuán ocupada estaba. Había tantos ángeles enviando bendiciones a la tierra.


Finalmente, el ángel se detuvo en la última sección. Para su sorpresa, sólo un ángel permanecía en ella sentado y sin hacer nada. "Esta es la sección del agradecimiento" dijo el ángel al alma. "¿Cómo es que hay tan poco trabajo aquí?" - preguntó el alma-. Contestó el ángel: después que las personas reciben las bendiciones que pidieron, casi nadie envía su agradecimiento.


¿Ycómo uno agradece las bendiciones de Dios? "Simple" contestó el ángel:


"Solo tienes que decir, Gracias Señor".


27° Domingo Tiempo Ordinario Octubre 3 de 2010

San Lucas 17, 5-10


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( La Fe)

1-LA FE: La fe cristiana es mucho más que creer que Dios existe. Es fe en Dios que se revela, se da a conocer personalmente y se revela por puro Amor. "Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna”.

2-SERVIR: El criado que, al terminar el trabajo que se le ha mandado, regresa a casa y sigue sirviendo sin esperar nada. Jesús no vino a ser servido sino a servir. Él no reclamó privilegios, Él amó sin cansarse, sin compararse a otros, sólo dándose plenamente para que todos tuviéramos vida.

3-LA HUMILDAD: Hay que tener una buena dosis de humildad para aceptar que "yo soy un inútil en las cosas de Dios". San Pablo dice: "Ni el que riega ni el que siembra es nada, sólo Dios hace crecer la fe que Él ha sembrado en nuestros corazones."

4-CREER: "Señor, yo creo, pero ven en ayuda de mi fe". Se desprende de todo esto que la fe es, ante todo, un don de Dios que hay que pedir con humildad y constancia, confiando en su poder y en su bondad sin límites.

QUÉ ES LA FE?

a) Es la adhesión de corazón al Señor, más que por razones, porque nuestro corazón late y palpita por el Creador.

b) Es la confianza plena en el Señor: el hijo se abandona en los brazos del Padre y junto a Él no teme nada.

c) Es la respuesta del hombre que quiere cumplir la voluntad de Dios a través del amor y la práctica del bien.

d) Es un impulso dinámico que empuja a seguir al que es Camino, Verdad y Vida. Al que tiene fe, le ilumina, le guía y le acompaña.


“SEÑOR AUMÉNTANOS LA FE


Para que disminuya nuestro egoísmo y crezca nuestra disp

onibilidad, para que se agigante nuestra confianza y se achique nuestra incredulidad, para que suba el termómetro de nuestra oración y se debilite nuestro olvido de Dios.


UNA ANÉCDOTA

Paganini, el gran violinista, daba un importante concierto un día y cuando salió al escenario notó algo raro en su violín. Lo miró durante unos segundos y cayó en cuenta que no era su famoso y valioso violín. Alguien se lo había robado y había dejado en la caja uno de segunda mano. "Señoras y señores, dijo a su auditorio, les quiero demostrar esta noche que la música no está en el instrumento sino en el alma". Y tocó como nunca lo había hecho anteriormente y de ese violín de segunda mano brotó una música que entusiasmó a su auditorio. El violín de primera o de segunda mano no tiene música; la música, la inspiración, el arte y el fuego están en las manos y en el alma del artista.

26° Domingo Tiempo Ordinario Septiembre 26 de 2010

San Lucas 16, 19-31


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( Solidaridad con el hermano)

1-EL RICO: El rico se divierte, goza con los gustos que le proporcionan sus riquezas, es totalmente insensible a las necesidades de los pobres; para él es como si no existieran. Es una descripción de nuestra sociedad de consumo, donde la ley suprema es la comodidad, el placer y el afán de "pasarla bien" sin preocuparse de nada más.

2-EL POBRE: El verdadero pobre es aquel que hace de Dios su máxima riqueza y lo que Dios le da, lo comparte con el otro. Se muestra en todo libre y disponible a su Amor. La experiencia de un camino de pobreza es un camino de liberación, de alegría y de entusiasmo —porque nos une íntimamente a Cristo—, y nos hace gustar de una manera más dulce la fuerza de la cruz.

3-LA MUERTE: La muerte nos llega, nos iguala a todos. Lo que hicimos en la vida, es el pasaporte de entrada a la vida eterna.

4-LA VIDA ETERNA: La vida eterna (estar junto a Dios) uno se la juega en el presente. En la vida presente se siembra lo que se cosechará en la eternidad. Para todos, ricos y pobres, se hace necesario orientar la propia vida en conformidad con la voluntad de Dios. Cuando muramos nos dirá el Señor: “venid benditos de mi Padre porque tuve hambre y me disteis de comer?”

ORACIÓN

“Siembren en la tierra el amor, y el amor germinará en el cielo. Planten su amor en el corazón del hombre, y se convertirá en una gran planta que llegará hasta Dios” (San Ambrosio).

REFLEXIÓN

La enseñanza de esta parábola es muy clara: ante Dios no puede haber indiferencia entre sus hijos. Dios da lo necesario para que todos vivamos como hermanos. Si no es así, habrá una separación definitiva que se convertirá en una condena para los insensibles, como en el caso del rico avaro. Si no tendemos hacia los demás una mano caritativa nos condenaremos a vivir lejos de Dios en el infierno de la soledad, de la ausencia de Dios y en el juicio por no practicar la misericordia.

PARA MEDITAR

Al filósofo Sócrates, que causó una verdadera revolución en el pensamiento del hombre (y por ello fue condenado a muerte), se lo veía siempre paseando por el mercado principal de la ciudad. Un día, uno de sus discípulos le preguntó: "Maestro, hemos aprendido con usted que todo sabio lleva una vida simple. Pero usted no tiene ni siquiera un par de zapatos" "Correcto", respondió Sócrates. El discípulo continuó: "Sin embargo, todos los días lo vemos en el mercado principal, admirando las mercancías. ¿Podríamos juntar algún dinero para que pueda comprarse algo?" "Tengo todo lo que deseo", respondió Sócrates. "¡Pero me encanta ir al mercado para descubrir que sigo siendo completamente feliz sin todo ese amontonamiento de cosas. (Paulo Coelho).