28° Domingo del Tiempo Ordinario 10 de Octubre de 2010

San Lucas 17, 11-19


Homilía del Padre Rector
( Ser Agradecidos)

1.-LA LEPRA: Era como un símbolo del pecado, y la enfermedad; daña al que la sufre en su aspecto físico. Como la lepra, el pecado corroe el espíritu y lo pudre en lo más hondo, provoca desesperación y desencanto, nos entristece y nos aleja de Dios, como la lepra alejaba de los demás. Si comprendiéramos en profundidad la miseria en que quedamos por el pecado, recurriríamos al Señor. Con la misma vehemencia que los diez leprosos, gritaríamos como ellos: “ten piedad de nosotros”.


2-GRATITUD E INGRATITUD: Sólo el samaritano tuvo corazón noble y agradeció; sereconoció pecador y por su humildad, el Señor le curó también el alma. Tener fe, es ser agradecidos a Dios que nos cura el alma cada día. En el trabajo, en las luchas, Dios es nuestro compañero y Padre cada día. Nosotros quizá tenemos lepras que nos carcomen el alma y necesitamos que el Señor las cure: egoísmos, soberbias, iras, venganzas, rencores, etc. Es hora que gritemos: “Señor, ten compasión de nosotros”.


REFLEXIÓN


La Eucaristía a la que venimos cada domingo es precisamente una “acción de gracias”. Eso es lo que significa la palabra “eucaristía”. Venimos a “dar gracias” a Dios porque su Hijo nos ha conseguido la salvación, nos quita la lepra del corazón (el pecado). ¿Cómo no agradecerle?. ¿Qué mejor motivo hay en esta vida para darle gracias a Dios? Damos gracias también por las pequeñas cosas de cada día, por los milagros que Dios hace todos los días a través de nuestros padres.


UNA PARABOLA PARA MEDITAR


“Un alma recién llegada al cielo se encontró con un ángel. El ángel llevó al alma a un recorrido por el cielo. El ángel se detuvo frente a la primera sección y dijo: "Esta es la sección de recibo”. Aquí, todas las peticiones hechas a Dios mediante la oración son recibidas. "El alma miró la sección y estaba ocupada con muchos ángeles clasificando peticiones escritas de personas de todo el mundo.


Siguieron hasta la siguiente sección, el ángel le dijo: "Esta es la sección de empaque y entrega". Aquí, las gracias y bendiciones que la gente pide, son enviadas a las personas que las solicitaron. El alma vio cuán ocupada estaba. Había tantos ángeles enviando bendiciones a la tierra.


Finalmente, el ángel se detuvo en la última sección. Para su sorpresa, sólo un ángel permanecía en ella sentado y sin hacer nada. "Esta es la sección del agradecimiento" dijo el ángel al alma. "¿Cómo es que hay tan poco trabajo aquí?" - preguntó el alma-. Contestó el ángel: después que las personas reciben las bendiciones que pidieron, casi nadie envía su agradecimiento.


¿Ycómo uno agradece las bendiciones de Dios? "Simple" contestó el ángel:


"Solo tienes que decir, Gracias Señor".