25° Domingo del Tiempo Ordinario, 20 de Septiembre 2015, Ciclo B

San Marcos 9, 30 - 37

" La Grandeza de ser Servidor "
  1. ¿ A Quienes Acoge Jesús ?:  Jesús quiere dedicarse  a instruir  a sus discípulos. Es muy importante lo que quiere grabar en sus corazones: su camino no es un camino de gloria, éxito y poder. Es lo contrario: conduce a la crucifixión y al rechazo, aunque terminará en resurrección. El discípulo de Jesús ha de renunciar a ambiciones, rangos, honores y vanidades. En su grupo nadie ha de pretender estar sobre los demás. Al contrario, ha de ocupar el  último lugar, ponerse al nivel de quienes no tienen poder ni ostentan rango alguno. Y, desde ahí, actuar como Jesús: «servidor de todos».Luego, lo abraza y les dice: «El que acoge a un niño como éste en mi nombre, me acoge a mí». Quien acoge a un "pequeño" está acogiendo al más "grande", a Jesús. Y quien acoge a Jesús está acogiendo al Padre que lo ha enviado.
  2. ¿ Cómo Seguimos a Jesús ? :  "Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos". El discípulo que sigue a Jesús en su actuar, obras, palabras debe manifestar ser el último detrás de todos; así podrá ver qué es lo que necesitan y podrá ser servidor de todos. La verdadera grandeza consiste en servir. Para Jesús, el primero no es el que ocupa un cargo de importancia, sino quien vive sirviendo y ayudando a los demás. Hay personas sencillas que viven ayudando a quienes encuentran en su camino.Para Jesús, su Iglesia debería ser un espacio donde todos piensan en los demás. Una comunidad donde estamos atentos a quien nos puede necesitar.  Acerca un niño y lo pone en medio de todos para que fijen su atención en él. En el centro de la Iglesia apostólica ha de estar siempre ese niño, símbolo de las personas débiles y desvalidas, los necesitados de apoyo, defensa y acogida. La verdadera salvación se alcanza dando y enseñando amor, caridad y fe.
REFLEXIÓN 

   El camino para acoger a Dios es acoger a su Hijo Jesús presente en los pequeños, los indefensos, los pobres y desvalidos. Evangelizar no es instruir, adoctrinar, mandar, obligar, imponer, manipular o tener poder. Evangelizar es el arte de acercarse al necesitado con respeto y amor, para ayudarle a que se despliegue en él una vida verdaderamente humana. La educación está siempre al servicio de la vida. 

   El Verdadero educador es el que sabe despertar toda la riqueza y las posibilidades que hay en el niño. El que sabe estimular y hacer crecer en él, no sólo sus aptitudes físicas y mentales, también lo mejor de su mundo interior y el sentido gozoso y responsable de la vida. Lo que los niños necesitan es encontrarse con personas reales, sencillas, cercanas y profundamente buenas. Las primeras víctimas del deterioro y de los errores de una sociedad son casi siempre los más débiles y desamparados: los niños. 

   Esos seres que dependen totalmente del cuidado de sus padres o de la ayuda de los adultos. Basta abrir los ojos y observar lo que sucede entre nosotros. La crisis de la familia y la inestabilidad de la pareja están provocando. Niños poco queridos, privados del cariño y la atención de sus padres, Una Iglesia que acoge a los pequeños e indefensos está enseñando a acoger a Dios.

PARA LA VIDA  

 Dos hermanos que vivían en granjas contiguas, tuvieron un conflicto... Una mañana alguien llamó a la puerta de Luis. Al abrir, encontró a un hombre con herramientas de carpintero. "Estoy buscando trabajo", usted me puede ayudar dijo el extraño “Sí", dijo el mayor de los hermanos, tengo un trabajo para usted. Mire, al otro lado del arroyo, en aquella granja, vive  mi hermano menor. Había una hermosa pradera entre nosotros y desvió el cauce del arroyo. 

   Bueno, él pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor. Quiero que construya una cerca, de dos metros de alto, para no verlo nunca más. El carpintero le dijo: Creo que comprendo la situación... El hermano mayor ayudó al carpintero a reunir todos los materiales. El carpintero trabajó duro todo el día midiendo, cortando, clavando.  Cuando el granjero regresó,  quedó, perplejo con lo que vio. No había ninguna cerca de dos metros; en su lugar había un puente. Un puente que unía las dos granjas a través del arroyo. Era una verdadera obra de arte. 

   En ese momento, su hermano menor, vino desde su granja, cruzando el puente, abrazó a su hermano, con los ojos llenos de lágrimas, le dijo: Eres un gran hombre, por construir este hermoso puente después de lo que te he hecho, gracias y perdóname. En silencio el carpintero guardó las herramientas y se dispuso a marcharse,  ¡No te vayas espera!, quédate, tengo muchos proyectos para ti.-Me gustaría quedarme dijo el carpintero:  " Pero tengo muchos puentes por construir ".

24° Domingo del Tiempo Ordinario, 13 de Septiembre 2015, Ciclo B


San Marcos 8, 27 - 35

Camino de Jesús, Camino de Cruz "
  1. ¿ Quién Decís Que Soy Yo ?:  la conversación y la pregunta  de Jesús ocupan un lugar central y decisivo. Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy?». Pedro le contestó: «Tú eres el Mesías». Los discípulos llevan ya un tiempo conviviendo con Jesús. Ha llegado el momento en que se han de pronunciar con claridad. ¿A quién están siguiendo? ¿Qué es lo que descubren en Jesús? ¿Qué ven en su vida, su mensaje y su proyecto? Lo que más les sorprende es la autoridad con que habla, la fuerza con que cura a los enfermos y el amor con que ofrece el perdón de Dios a los pecadores. ¿Quién es este hombre en quien sienten tan presente y tan cercano a Dios como amigo de la vida y del perdón? Entre la gente que no ha convivido con él se corren toda clase de rumores, pero a Jesús le interesa la postura de sus discípulos.
  2. " Una Confesión de Fe " :  Pedro, recogiendo las experiencias que han vivido junto a él hasta ese momento, le responde en nombre de todos: «Tú eres el Mesías». La confesión de Pedro es todavía limitada. Los discípulos no conocen aún la crucifixión de Jesús a manos de sus adversarios. No sospechan que será resucitado por el Padre como su Hijo amado. No conocen experiencias que les permitan captar todo lo que se encierra en Jesús. Solo siguiéndolo de cerca, lo irán descubriendo con fe creciente. Jesús sabe que no es así. Todavía les falta aprender algo muy importante. Es fácil confesar a Jesús con palabras, pero todavía no saben lo que significa seguirlo de cerca compartiendo su proyecto y su destino. Marcos dice que Jesús "empezó a instruirlos". No es una enseñanza más, sino algo fundamental que los discípulos tendrán que ir asimilando poco a poco. "El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga".
REFLEXIÓN

   Seguir a Jesús no es obligatorio. Es una decisión libre de cada uno que hemos de tomar en serio. No bastan confesiones fáciles. Si queremos seguirlo en su tarea apasionante de hacer un mundo más humano, digno y dichoso, hemos de estar dispuestos a dos cosas. 

   Primero, renunciar a proyectos o planes que se oponen al reino de Dios. Segundo, aceptar los sufrimientos que nos pueden llegar por seguir a Jesús e identificarnos con su causa. En realidad, ¿quién es Jesús para nosotros? Para responder a la pregunta de Jesús podemos acudir a lo que han dicho los Concilios, escuchar el Magisterio de la Iglesia, leer las reflexiones de los teólogos o repetir cosas que hemos oído a otros, pero, ¿no se nos está pidiendo una respuesta más personal y comprometida? 

   Afirmamos que «Jesús es Dios», pero, luego, no sabemos qué hacer con su divinidad». ¿Amamos a Dios sobre todas las cosas o nuestro corazón está ocupado por ídolos en los que buscamos seguridad, bienestar o prestigio? ¿Para qué sirve confesar la «divinidad» de Jesús si, luego, apenas Significa algo en nuestras vidas? También decimos que «Jesús es el Señor»? Será él quien dirige nuestra vida? Ocupa él nuestro corazón?

PARA LA VIDA  

   Un día, caminando por la playa, reparé en un niño que se agachaba a cada momento, recogía algo de la arena y lo lanzaba al mar. Hacía lo mismo una y otra vez…Tan pronto como me aproximé, me di cuenta de que el niño recogía a las frágiles estrellitas de mar y una a una las arrojaba de nuevo al mar. Intrigado, le pregunté por qué estaba haciendo eso y me respondió: –Estoy devolviendo estas estrellas de mar al agua. 

   Como ves, la marea es baja y si no las arrojo rápido, morirán aquí deshidratadas. Entiendo, le dije, pero debe haber millones de estrellitas de mar sobre la playa y nunca podrías devolverlas a todas. ¡Son demasiadas! Quizás no te hayas dado cuenta de que esto mismo sucede probablemente en cientos de playas a lo largo de la costa, ¿acaso no estás haciendo algo que no tiene sentido? El niño sonrió, se inclinó, tomó una estrellita de mar y mientras la lanzaba de vuelta al mar me respondió: Para ésta sí tuvo sentido… para ésta y ésta también. 

   El hombre sonrió, se inclinó, tomó una estrella de mar, mientras decía y para ésta… y ésta…Otras personas que estaban observando y escuchando lo que sucedía, tomaron la misma actitud. En un momento eran cientos. Se podía escuchar desde lejos como un coro que decía: Y ésta… y ésta…Cada acto de amor que hagamos a nuestros seres queridos y con los que nos rodeen son una estrellita que va al corazón de Dios. ¡¡ Ayudémonos! hay tantos que están solos, y que esperan que los acerquemos al océano del amor de Dios!

23° Domingo del Tiempo Ordinario, 6 de Septiembre 2015, Ciclo B


San Marcos 7, 31 - 37 

" Escuchar con el Corazón "
  1. Escuchad y Oid:  un encuentro profundo con Jesús podrá curarlo. El sordo vive ajeno a todos, no parece ser consciente de su estado. No hace nada por acercarse a quien lo puede curar. Por suerte para él, unos amigos se interesan por él y lo llevan hasta Jesús. Así ha de vivir la comunidad cristiana: un grupo de hermanos y hermanas que se ayudan mutuamente para vivir en torno a Jesús dejándose curar por él. La curación de la sordera no es fácil. Jesús toma consigo al enfermo, se retira a un lado y se concentra en él. Es necesario el recogimiento y la relación personal. Necesitamos que nuestros espacios y situaciones diarias permitan un contacto más íntimo y vital de los creyentes con Jesús. La fe en Jesucristo nace y crece en esa relación con él. Jesús toca y sana con su mano divina los oídos y la lengua del enfermo, pero no basta. Es necesario que el sordo colabore para oír y ver a quien lo ha curado. El milagro, más que dirigirse a los oídos del sordo, se dirige a su corazón. 
  2. ¿ Escuchamos y Vemos Al Señor ? :  La muchedumbre, que iba a Jesús con el peso de sus propias enfermedades y con la confianza en su curación, nos sirve de espejo. Nos vemos a nosotros mismos en estos rostros? Buscamos el sentido profundo de la curación que da Jesús?. Tal vez porque no sentimos la necesidad de ninguna otra cosa. La Palabra de Dios que hemos oído hoy nos brinda la ocasión de volver a descubrir la alegría de haber sido bautizados: el bautismo es un nuevo nacimiento que nos abre una vida nueva, a buscar en nuestros corazones un anhelo por oír y ver al autor de la vida. Pero el hombre no puede escuchar ni entender todo lo que se le dice, a causa de la sordera de la que está afectado. Nosotros también podemos estar mudos, ciegos y sordos a la salvación que viene del mismo Dios.
REFLEXIÓN

   Es preciso que examinemos de cerca qué es lo que hace que el hombre sea sordo. Por haber escuchado las mentiras y aceptar del enemigo sus palabras y acciones, Adán y Eva nuestros primeros padres, han sido los primeros sordos. Y nosotros también, detrás de ellos, de tal manera que somos incapaces de escuchar y comprender el llamado del Padre Celestial. 
   Sin embargo, sabemos bien que el Verbo eterno reside en el fondo de nuestro ser, buscando en nosotros una visión y una escucha a su llamado de salvación eterna. Pero el hombre no puede escuchar ni entender todo lo que se le dice, a causa de la sordera de la que está afectado. No habla de su interior, por no saber dónde está su falta de atención y visión. El mundo nos hace sordos a la voz y a la presencia de Dios. Vivimos buscando nuestra propia felicidad olvidando que su Hijo vino a entregarse por cada uno de nosotros. 
   Por eso el hombre sufre la distancia entre él y Dios cuando no se abre al amor, cuando, en definitiva, se cierra al Misterio que nos envuelve y en el cual nos movemos. Nos cerramos a la gracia y a las fuentes que nos harían vivir, una vida plena con la palabra que tiene vida eterna. ¡Señor, abre los oídos de nuestro corazón a tu voz y a tu presencia¡

PARA LA VIDA

   Hace varios años, como de costumbre subí a un taxi para ir a mi trabajo. Habíamos entablado una conversación con el conductor y de repente, sin saber por qué otro automóvil, se cruzó tan bruscamente, que para no causar una tragedia, el conductor del taxi tuvo que girar el auto y frenar súbitamente. 

   Milagrosamente no ocurrió nada, pero el conductor del vehículo que había cometido la imprudencia, se bajó bruscamente de su auto y comenzó a gritar e insultar al taxista. El taxista, a pesar de lo injusto de la situación, sonrió, levantó su mano y lo saludo muy amablemente diciéndole: lo siento, que Dios le bendiga y que tenga un buen día, y luego, sin decir nada más retomó la marcha. 

   Sorprendido por esta actitud, le pregunte: -Porqué le ha respondido así, esa persona por poco destruye su automóvil y además casi nos envía a los dos al hospital. Entonces el taxista me dio una lección que jamás olvidaré. Dijo: -Muchas personas son como el camión de la basura. Están cargados de enojo, odio, frustración, resentimiento, no escuchan y no ven lo que han hecho, y ante cualquier situación aprovechan la primera oportunidad, porque necesitan eliminar de su interior toda la basura acumulada, porque ya no hay lugar para más. 

   Desde aquel día no he vuelto a permitir que los camiones de basura, tomen el control de mis sentimientos y mucho menos de mis acciones. Aprendí, que sonreírles a los sordos y ciegos, es la mejor medicina que puede ayudarles a cambiar su corazón de pecado por un corazón de amor, justicia y paz.

22° Domingo del Tiempo Ordinario, 30 de Agosto 2015, Ciclo B

San Marcos 7, 1 - 18 . 14 - 15 . 21 - 23 

" ¿ Dónde está Tu Tesoro ? "

  1. Tradición Humana:  Aquel grupo de maestros religiosos no ha entendido nada del reino de Dios que Jesús les está anunciando. Será que en su corazón no reina Dios y más bien la ley, las normas, los usos y las costumbres marcadas por las tradiciones? Para ellos lo importante es observar lo establecido por "los mayores". No piensan en el bien de las personas. No les preocupa "buscar el reino de Dios y su justicia”. Por eso Jesús les responde con palabras duras:«Vosotros dejáis de lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres ».Los doctores de la ley hablan con veneración de "tradición de los mayores" y le atribuyen autoridad divina. Pero Jesús la califica de "tradición humana". No hay que confundir jamás la voluntad de Dios con lo que inventan los hombres. 
  2. ¿ Qué Tienes en Tu Tesoro ? :  Hoy el evangelio nos invita a reflexionar y a preguntarnos qué tenemos en nuestro corazón. “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí... No hemos de olvidar nunca lo esencial, la vida que agrada a Dios nace del corazón, de la adhesión interior, de ese centro íntimo de la persona de donde nacen las decisiones y proyectos más nobles. "El corazón que me dan está vacío". Cuando nuestro corazón está lejos de Dios, nuestra oración queda sin contenido. Le falta la esencia de la fe, la escucha sincera de la Palabra de Dios y el amor al hermano. La religión se convierte en algo exterior que se practica por costumbre, pero donde faltan los frutos de una vida fiel a Dios.  Caprichosamente buscamos la voluntad de Dios en lo que nos interesa y olvidamos su exigencia absoluta de amor. Con el tiempo, buscamos nuestros propios intereses; y olvidamos qué es mirar la vida con los ojos de la fe.

 REFLEXIÓN

   Aún con la falta de fe, la gente sigue siendo en general, bastante religiosa. Seguramente, mucho más religiosa de lo que se piensa. Basta observar cómo siguen bautizando a sus hijos, enterrando a sus muertos o, incluso, celebrando sus bodas. No es fácil saber por qué. Pero el hecho está ahí. La fuerza de la costumbre es grande. Los convencionalismos sociales se imponen. 
   Y, por otra parte, se busca de alguna manera estar bien con Dios y contar con su protección divina. Pero, de hecho, estas celebraciones no son, muchas veces, un encuentro sincero con Dios. Muchas bodas, bautizos y primeras comuniones quedan reducidos a una reunión de carácter social, un acto impuesto por la costumbre o una celebración que se hace sin comprender muy bien lo que significa y por supuesto, que no implique compromiso alguno para la vida sacramental. 
   Nos interesa que todo salga « bonito y elegante”. Sería necesario repetir en medio de estas celebraciones las palabras de Isaías, citadas por Jesús al criticar tantas ceremonias celebradas de manera rutinaria y vacía en la sociedad judía: «Así dice Dios. Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío».

PARA LA VIDA

    Cuando yo era pequeño, mi mamá solía coser mucho. Yo me sentaba a sus pies y la observaba mientras ella bordaba. Al observar lo que hacía, desde una posición más baja, siempre le decía que lo que estaba haciendo me parecía muy raro y complicado. Ella me sonreía, me miraba y gentilmente me decía: "Hijo, ve afuera a jugar un rato y cuando haya terminado mi bordado te pondré sobre mi regazo y te dejaré verlo desde mi posición". 
   Yo no entendía por qué ella usaba algunos hilos de colores oscuros y por qué me parecían tan desordenados, pero unos minutos más tarde mi mamá me llamaba y me decía: "Hijo, ven y siéntate en mi regazo. “Al hacerlo, yo me sorprendía  al ver la hermosa flor o el bello atardecer en el bordado. No podía creerlo; desde abajo no se veía nada, todo era confuso. Entonces mi madre me decía: "Lo ves, hijo mío, desde abajo todo lo veías confuso y desordenado y no te dabas cuenta  que arriba había un orden y un diseño”. 
   Cuando lo miras desde mi posición, sabes lo que estoy haciendo, todo comienza por la manera como tú manejas la distribución de los materiales y el orden de los colores. Todo lo que entra se va tejiendo hasta lograr un trabajo impecable. Hijo, si los hilos por un error se llegan a salir de la base, seguramente se enredan y terminan perdiéndose sin la mínima esperanza de volverlos a utilizar. <<Escuchad y entended todos: Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre>>