3° Domingo del Tiempo Ordinario, 25 de Enero 2015, Ciclo B


San Marcos 1, 14 - 20 
"Creed en el Evangelio"
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  1. Buena Noticia: cuando el Bautista fue detenido, Jesús vino a Galilea y comenzó a «proclamar la Buena Noticia de Dios». Según Marcos, no enseña propiamente una doctrina para que sus discípulos la aprendan y difundan correctamente. Jesús anuncia un acontecimiento que está ya ocurriendo. Él lo está ya viviendo y quiere compartir su experiencia con todos. Ya no es posible vivir como si nada estuviera sucediendo. Dios pide a sus hijos e hijas colaboración. Por eso grita Jesús: "Cambiad de manera de pensar y de actuar". Somos las personas las que primero hemos de cambiar. Dios no impone nada por la fuerza, pero está siempre atrayendo nuestras conciencias hacia una vida más humana.
  2. El Reino de Dios: «Está cerca el reino de Dios»: pues quiere construir un mundo más humano. «Convertíos»: no podéis seguir como si nada estuviera ocurriendo; cambiad vuestra manera de pensar y de actuar. «Creed en esta Buena Noticia». Este proyecto de Dios es la mejor noticia que podéis escuchar. Después de este solemne resumen, la primera actuación de Jesús es buscar colaboradores para llevar adelante su proyecto. Jesús va «pasando junto al lago de Galilea». Ha comenzado su camino. Es un profeta itinerante que busca seguidores para hacer con ellos un recorrido apasionante: vivir abriendo caminos al reino de Dios. No es un rabino sentado en su cátedra, que busca alumnos para formar una escuela religiosa. Ser cristiano no es aprender doctrinas, sino seguir a Jesús en su proyecto de vida porque Él mismo es el gran proyecto que Dios nos ha dejado para llegar a Él.

REFLEXIÓN

   Nadie duda que al “evangelio”, San Marcos lo ha resumido acertadamente con estas palabras: es «El reino de Dios que está cerca. Convertíos y creed esta Buena Noticia». El objetivo de Jesús fue introducir en el mundo lo que él llamaba «el reino de Dios»: una sociedad estructurada de manera justa y digna para todos, tal como la quiere Dios. Cuando Dios reina en el mundo, la humanidad progresa en justicia, solidaridad, compasión, fraternidad y paz. A esto se dedicó Jesús con verdadera pasión. 

   Por ello fue perseguido, torturado y ejecutado. «El reino de Dios» fue lo absoluto para él. La conclusión es evidente: la fuerza, el motor, el objetivo, la razón y el sentido último del cristianismo es «el reino de Dios», no otra cosa. El criterio para medir la identidad de los cristianos, la verdad de una espiritualidad o el valor de lo que hace la Iglesia es siempre «el reino de Dios”. 

   La única manera de mirar la vida como la miraba Jesús, la única forma de sentir las cosas como las sentía él, el único modo de actuar como él actuaba, es orientar la vida hacia él y construir un mundo más humano donde se irradie su amor.

PARA LA VIDA

   Dos amigos discutieron. El otro, ofendido,  escribió en la arena: hoy, mi mejor amigo me pegó una bofetada en el rostro. Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse. El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo. 
   Al recuperarse tomó un pequeño hierro y escribió en una piedra: hoy, mi mejor amigo me salvó la vida. Intrigado, el amigo preguntó: ¿por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra? sonriendo, el otro amigo respondió: cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando nos pase algo grandioso, debemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde ningún viento en el mundo podrá borrarlo.

2° Domingo del Tiempo Ordinario, 18 de Enero 2015, Ciclo B


San Juan 1, 35 - 42 

"Seguidores de Jesús"
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  1. Humildad: el evangelista San Juan narra los humildes comienzos del pequeño grupo de seguidores de Jesús. Su relato comienza de manera misteriosa. Se nos dice que Jesús «pasaba». No sabemos de dónde viene ni a dónde se dirige. No se detiene junto al Bautista. Va más lejos que su mundo religioso del desierto. Por eso, indica a sus discípulos que se fijen en él: «Éste es el Cordero de Dios». Jesús viene de Dios, no con poder y gloria, sino como un cordero indefenso e inerme. Nunca se impondrá por la fuerza, a nadie forzará a creer en él. Un día será sacrificado en una cruz. Los que quieran seguirle lo habrán de acoger libremente imitando sus actitudes y servicio.
  2. "Creer en Jesús": dos discípulos, orientados por el Bautista, se ponen a seguir a Jesús. Durante un cierto tiempo caminan tras él en silencio. No ha habido todavía un verdadero contacto. Por eso, Jesús se vuelve y les hace una pregunta muy importante: « ¿Qué buscáis?». Estas son las primeras palabras de Jesús a quienes lo siguen. No se puede caminar tras sus pasos de cualquier manera. ¿Qué esperamos de Él? ¿Por qué le seguimos? ¿Qué buscamos?  Aquellos hombres no saben adónde los puede llevar la aventura de seguir a Jesús, pero intuyen que puede enseñarles algo que aún no conocen:«Maestro, dónde vives?». No buscan en Él grandes doctrinas. Quieren que les enseñe dónde vive, cómo vive, y para qué. Desean que les enseñe a vivir. Jesús les dice: «Venid y lo veréis». Como ellos, queremos habitar con Él?, queremos que habite en nosotros?. Sabemos que Él vive en nuestro corazón, porque esa es su morada…Y nosotros, vivimos con Él?

REFLEXIÓN

   En la Iglesia y fuera de ella, son bastantes los que viven hoy perdidos en el laberinto de la vida, sin caminos ni orientación. Algunos comienzan a sentir con fuerza la necesidad de aprender a vivir de manera diferente, más humana, más sana y digna. 

   Encontrarse con Jesús puede ser para ellos la gran noticia. Es difícil acercarse a ese Jesús narrado por los evangelios sin sentirnos atraídos por él. Jesús abre un horizonte nuevo a nuestra vida. Enseña a vivir desde un Dios que quiere para nosotros lo mejor. Poco a poco nos va liberando de engaños, miedos y egoísmos que nos están bloqueando. 

   Quien se pone en camino tras Él comienza a recuperar la alegría y la sensibilidad hacia los que sufren. Empieza a vivir con más verdad y generosidad, con sentido y esperanza. Cuando uno se encuentra con Jesús tiene la sensación de que empieza por fin a vivir la vida desde su raíz, pues comienza a vivir desde un Dios Bueno, más humano, más amigo y salvador que todas nuestras teorías, que nos llevan a vivir una vida de soledad y tristeza.

Con Él, todo empieza a ser diferente. 

PARA LA VIDA

   Dos amigos discutieron. El otro, ofendido,  escribió en la arena: hoy, mi mejor amigo me pegó una bofetada en el rostro. Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse. El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo. 
Al recuperarse tomó un pequeño hierro y escribió en una piedra: hoy, mi mejor amigo me salvó la vida. Intrigado, el amigo preguntó: ¿por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra? sonriendo, el otro amigo respondió: cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando nos pase algo grandioso, debemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde ningún viento en el mundo podrá borrarlo.

Solemnidad del Bautismo del Señor, 11 de Enero 2015, Ciclo B


San Marcos 1, 7 - 11 

"El Bautismo del Señor"
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    SIN GRABAR AÚN

  1. Sacramento: después de ser bautizado, Jesús «vio rasgarse el cielo» y experimentó que «el Espíritu de Dios bajaba sobre Él». Por fin era posible el encuentro con Dios. Sobre la tierra caminaba un hombre lleno del Espíritu de Dios. Se llamaba Jesús y venía de Nazaret. Ese Espíritu que desciende sobre él es el aliento de Dios que crea la vida, la fuerza que renueva y cura a los vivientes, el amor que lo transforma todo. Por eso Jesús se dedica a liberar la vida, a curarla y hacerla más humana. Los primeros cristianos no quisieron ser confundidos con los discípulos del Bautista. Ellos se sentían bautizados por Jesús con su Espíritu. Sin ese Espíritu todo se apaga en el cristianismo. La confianza en Dios hace de cada bautizado, un encuentro vivo entre Padre e Hijo.
  2. El Espíritu de Dios: Jesús vive y actúa movido por «El Espíritu de Dios» .La fuerza que Dios posee para renovar y transformar a los vivientes. Su energía amorosa que busca siempre lo mejor para sus hijos e hijas. Por eso, Jesús se siente enviado, no a condenar, destruir o maldecir, sino a curar, construir y bendecir. «Ungido por Dios con el Espíritu Santo..., pasó la vida haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él”. Qué «espíritu» nos anima hoy a quienes seguimos a Jesús? ¿Cuál es la «pasión» que mueve a la Iglesia? ¿Cuál es la «mística» que hace vivir y actuar a nuestras comunidades? ¿Qué estamos irradiando en el mundo? Si el Espíritu de Jesús está en nosotros, hay que irradiar al mismo Señor.
REFLEXIÓN

   El bautismo de Jesús que  celebramos, debe ser para nosotros un total regocijo, ya que con esto: ¡Jesús nos abrió las puertas del cielo! En el evangelio se nos relata como Juan el Bautista decía a sus discípulos que el bautizaba con agua pero que tras el venia alguien que bautizaría con el Espíritu y con fuego. El agua nos recuerda la salvación que Israel  vivió al pasar a través del mar rojo, y el Espíritu es concedido debido a que es Jesús al ser sumergido dentro del agua las purifica. 

   Juan el Bautista se negaba a bautizar a Jesús, porque el tomó la condición humana en todo menos en el pecado, y el bautismo es para limpiar el pecado original. Sabemos que Jesús nace de un ser que es la Virgen María, inmaculada, concebida y nacida sin mancha de pecado original, por lo que no lo hereda, como lo heredamos nosotros hijos de pecadores. Si Jesús, que es perfecto, se deja bautizar por Juan (Así estaba en los planes de Dios), entonces cada hombre de fe debe ser fiel y seguir  las señales de vida  los “Sacramentos”.

PARA LA VIDA

   Tres duendes al río iban a pescar. El  duende azul, se encontró unos pájaros y le construyo un nido; y desde ese día los cuidaba, les deba de comer y lo acompañaban a todos lados, se querían mucho y se hicieron muy amigos. El duende más pequeño se encontró una cuchara, desde ese día la usaba para cocinar y las comidas le salían muy ricas y nunca le faltaba comida; la cuidaba mucho y nunca la perdía. 
   El duende Antenitas se encontró un zapato que se le había perdido en el mar hace mucho tiempo y, ahora con las dos botas, prometió nunca más perderla porque la llevaban a todos lados. El último duende,  Se encontró un bichito de luz y le construyó una jaulita para que se iluminara de noche. El bichito de luz, de día salía a pasear y a jugar.
   Con todas las cosas que se encontraron vivieron felices, por eso las cuidaban mucho y con mucho amor. Cuidemos la fe

Solemnidad de la Epifanía del Señor, 4 de Enero 2015, Ciclo B



San Mateo 2, 1 - 12 
"La Epifanía del Señor"
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  1. Epifanía: esta palabra griega significa: “manifestación de Dios en Jesucristo”. De manera misteriosa, por medio de una estrella, Dios se manifiesta a tres reyes, que llegan a Belén para adorar al Rey del cielo. La estrella significa a Jesucristo luz del mundo.
  2. El Llamado: como a los tres Reyes, Dios nos llama y nos inspira para que le busquemos, se revela a nosotros en Jesucristo. A veces parece esconderse -como se ocultó la estrella, pero él siempre está. Nuestra respuesta no puede ser otra que la de los Reyes: buscarlo, seguir sus huellas -sin importar dificultades y obstáculos- postrarnos y adorarlo, ofreciéndole también nuestros presentes: el amor, la oración, el trabajos, la caridad. Servir a los demás es servir y adorar al mismo Señor. Que nuestra vida sea la mejor ofrenda a Dios.
  3. Postrarse de Rodillas: como los magos, abrir los corazones a su divina Luz y manifestarlo a través de nuestras palabras y acciones diarias tendidas a tantos que sufren postrados por el dolor o por el mal.
  4. El Mejor Regalo: los magos ofrecieron al Niño oro, incienso y mirra. Cada uno de nosotros, aunque no somos magos, somos el mejor regalo de Dios; basta que le ofrezcamos nuestro pobre y humilde corazón. El mejor regalo somos nosotros mismos y hacer de nuestra familia el pesebre donde se hospede el Rey del cielo y brillen las virtudes del Hijo de Dios. 
REFLEXIÓN

Un mundo con algo que ofrecer a Dios. Cada año los cristianos celebramos la Navidad, la Epifanía. Dios se nos da, pequeño e impotente, sobre un pesebre o en manos de su Madre, María. Se nos da como Salvador, como Amor, como camino de vida, a todos sin excepción. Aunque no empleamos la palabra "epifanía" no quiere decir que no tengamos pequeñas o grandes manifestaciones de Dios. Una intuición súbita: una epifanía, un grito de alegría: una epifanía, un paisaje hermoso que nos deleita la vista durante unos minutos: una epifanía, su primer amor: una epifanía, su primer hijo: una epifanía, su primer fracaso: una epifanía... Abrir los ojos grandes, ver lo que otros no ven y ser capaces de admirar, de descubrir lo secreto...

PARA APRENDER

Una historia de Etiopía nos presenta a un anciano que, en su lecho de muerte, llamó a sus tres hijos y les dijo: No puedo dividir en tres partes lo que poseo. Os tocaría muy poco. He decidido dar todo lo que tengo, como herencia, al que se muestre más astuto y sagaz. Dicho de otra forma, a mi mejor hijo. Encima de la mesa hay una moneda para cada uno. Tomadla. El que compre con esa moneda algo que pueda llenar toda la casa se quedará con todo. Se fueron. El primer hijo compró paja, pero sólo consiguió llenar la casa hasta la mitad. El segundo compró sacos de plumas y tampoco la llenó. El tercero -que consiguió la herencia- sólo compró un pequeño objeto. Una vela. Éste esperó hasta la noche, encendió la vela y llenó la casa de luz.                                                       
INFORMACIÓN: DEL  5 AL 23 DE ENERO, NO HABRÁ EUCARISTÍAS ENTRE SEMANA. SOLAMENTE LOS SÁBADOS Y DOMINGOS. LA OFICINA SE ABRIRÁ EL MARTES 27 DE ENERO. FELIZ AÑO Y BENDICIONES PARA TODOS.

Solemnidad de la Sagrada Familia, 28 de Diciembre 2014, Ciclo B


San Lucas 2, 22 - 40 
  
"Jesús, José y María, sed la salvación mía"
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1.   En Brazos de la Madre: en la fiesta de la Sagrada Familia, el niño es     presentado en brazos de su Santísima Madre. Es la costumbre judía de llevar al recién nacido a la casa del Señor. Hoy se nos relata este momento tan importante en la vida de Jesús y de la Virgen María. Y María nos trajo a su divino hijo en la humanidad para que nosotros en familia, fuéramos presentados a Dios. Simeón expresa alabanzas hacia el niño y profetiza el dolor de la Virgen María, ya que a esta  una espada le atravesara el corazón con la muerte y crucifixión de su hijo, ella estuvo fiel al pie de la cruz sufriendo y entregando su dolor de madre por la salvación de toda la humanidad. Así como ese día Ella presentó al niño Jesús al templo, hoy nos presenta en el cielo ante su hijo, como sus hijos amados y ruega por nosotros.
2. Familia, Recinto Sagrado: En la familia se aprende a vivir las cosas más importantes. Es el mejor lugar para aprender a creer en el Dios Padre de todos.Se conoce el estilo de vida de Jesús y se descubre su Buena Noticia. Se puede rezar juntos en torno a la mesa; se toma parte en la vida de la comunidad de seguidores de Jesús. Estas familias cristianas contribuyen a construir ese mundo más justo, digno y dichoso querido por Dios. Son una bendición para la sociedad.

REFLEXIÓN

   Según el texto de Lucas, aquella espera del Mesías, llena de deseo, de esperanza y de la íntima certeza de que se le concedería verlo con sus propios ojos, es señal de la acción del Espíritu Santo, que es inspiración, iluminación y moción. En efecto, el día en que María y José llevaron a Jesús al templo, acudió también Simeón, “movido por el Espíritu”  La inspiración del Espíritu Santo no sólo le preanunció el encuentro con el Mesías; no sólo le sugirió acudir al templo; también lo movió y casi lo condujo; y, una vez llegado al templo, le concedió reconocer en el Niño Jesús, Hijo de María, a Aquel que esperaba. 

FELIZ AÑO NUEVO

   Al concluir este año, y en nombre del Señor Obispo, Monseñor Héctor Cubillos, les agradecemos su presencia en esta comunidad. Les deseamos un año nuevo lleno de bendiciones para cada una de sus familias y que Dios bendiga sus vidas, trabajos y proyectos en este nuevo año. A quienes nos visitan de distintos lugares, gracias por venir; con su presencia colman nuestra Capilla y fortalecen nuestra comunidad con su fe. 
Mil gracias a quienes nos siguen a través de la página: 

Feliz Año 2.015 Lleno de Bendiciones
Actividades de Diciembre 31 de 2014 y Enero 1° y 4 de Enero de 2015


Miércoles 31 de Diciembre
Eucaristías Fin de Año
  • 12:00 m.
  • 6:30 p.m.
  • 8:00 p.m.
Jueves 01 de Enero 2015
Eucaristías de Año Nuevo
  • 10:00p.m.
  • 12:00m.  
  • 5:00p.m.  
  • 7:30p.m.
Domingo 4 de Enero de 2015
Eucaristías como 
Todos los Domingos
  • 10:00a.m.
  • 11:00a.m. 
  • 12:00m.
  • 1:30p.m. 
  • 5:00p.m.
  • 7:30 p.m.