21° Domingo Tiempo Ordinario Agosto 22 de 2010

San Lucas 13, 22-30


Descargar Homilía del Padre Rector (La Puerta Estrecha)

REFLEXIÓN SOBRE EL EVANGELIO



1-LA PUERTA ESTRECHA: “Ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ella. ¡Estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida! La puerta estrecha exige coherencia de vida y sacrificio. Ancha, es la vida edificada sobre el facilismo, el culto al placer, el vicio, el ocio...

2-LA SALVACIÓN: Es el amor lo que salva, el amor que, ya en la tierra, es felicidad interior para quien se olvida de sí mismo y se entrega en los más diferentes modos: en la mansedumbre, en la paciencia, en la justicia, en el sufrimiento y en el llanto.

3-LAS PUERTA ABIERTAS: Perseverar, seguir adelante con fe y con esperanza ha de ser nuestro cometido. ¿Dar con la puerta del cielo es difícil? Puede que sí. Pero la pregunta tendría que ser la siguiente: ¿quiero o no quiero salvarme? ¿Deseo o no deseo ver a Dios?


¿Prefiero vivir en mis paraísos terrenales que pronto se acabarán o dejar un espacio en mi corazón, en mi mente y en todo mi ser para esa realidad que el Señor me ofrece en el cielo?


REFLEXIÓN


Podemos leer con detenimiento la vida de los profetas, las pruebas de los apóstoles o incluso el martirio de las primeras comunidades cristianas, el sacrificio de papá y mamá. Esto comprueba que la fe es exigente. Esa fe tan fuerte, tan decisiva, la vida honrada, comprometida, y llena de Dios es el mejor testimonio de lo que creían. Cumplir la voluntad del Creador era, para todos ellos un privilegio, un don, un regalo bajado del cielo. Gastarse, y ofrecer su vida por Jesucristo, será la más bella labor diaria.



PARA MEDITAR


Un hombre había pintado un lindo cuadro. El día de la presentación al público, llegado el momento, se retiró el paño que cubría el cuadro. Hubo un caluroso aplauso. Era una impresionante figura de Jesús tocando suavemente la puerta de una casa. Jesús parecía vivo. Con el oído junto a la puerta, parecía querer oír si dentro de la casa alguien le respondía. Un observador muy curioso, encontró una falla en el cuadro. La puerta no tenía cerradura. Y fue a preguntar al artista: “¡Su puerta no tiene cerradura! ¿Cómo se hace para abrirla?“. El pintor tomó su Biblia, buscó un versículo y le pidió al observador que lo leyera: Apocalipsis 3, 20: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré á él, y cenaré con él, y él conmigo.” ”Así es”, respondió el pintor. “Ésta es la puerta del corazón del hombre. Solo se abre por dentro.”

20° Domingo Tiempo Ordinario Agosto 15 de 2010

San Lucas. 1, 39-56


LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN


Descargar Homilía del Padre Rector


1.-MARIA MISIONERA: Esta acción de María, nos habla de la relación con el prójimo: familiares, vecinos, conocidos, compañeros e incluso desconocidos, que necesitan de nuestro consejo, de nuestra sonrisa, de nuestra ayuda, de nuestro cuidado, de nuestro tiempo. Como María, cuando visitamos a alguien, podemos llevar algo de Dios, alegrarle el alma al triste, acompañar a quien se encuentra sólo.

2. MARÍA ES ESPERANZA: María siempre actuó con dulzura, protegiendo la vida, portadora de esperanza, obediente y disponible a la Palabra divina. Aguantó con entereza el dolor de ver su Hijo en la cruz y en la alegría siempre fue discreta dejándole a su Hijo el espacio de acción: Él está siempre por encima de todos y de todo.

3. MARÍA ALABA A DIOS: la Virgen alaba al Señor por hacer en ella cosas grandes. Cuando alguien es humilde, el Señor construye sobre él maravillas. Sólo en lo manso, en lo noble y humilde es donde actúa Dios.

4. MARÍA MUJER DE FE: "¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las promesas del Señor!" Cuando la fe se hace nuestra compañera de camino, descubrimos que los regalos de Dios los encontramos en cada detalle.


REFLEXIÓN


Al celebrar la solemnidad de la Asunción de la Virgen, fiesta patronal de la Diócesis de Zipaquirá, alentemos la esperanza de los demás, centrándonos en los bienes sobrenaturales: participación de la vida divina, levantar la mirada al cielo, ver en él nuestro destino y buscar los bienes que Cristo nos ofrece.

La figura de María nos estimula a continuar la peregrinación de la fe con la mirada fija en Jesucristo, a no perder el verdadero horizonte de subir al cielo e ir al encuentro definitivo con el Padre Dios.


UNA PROMESA


Cristo nos prometió que donde esté Él que es nuestra cabeza, estaremos nosotros, que somos sus miembros.

María igualmente quiere que donde esté su Hijo estemos todos.


“Justamente os paga Dios,

Virgen y Reina de Cielo;

Vos lo bajaste al suelo

Y Él os sube al cielo a vos”

08ago2010

19° Domingo Tiempo Ordinario Agosto 8 de 2010

 

Evangelio de San Lucas 12, 32-48

 

PALABRAS SOBRE EL EVANGELIO

 

LA VIGILANCIA: Nuestro encuentro con Cristo será cara a cara. Cada cual debe tener aceite suficiente en la lámpara de su vida. El aceite hace referencia a la fuerza que mueve nuestro obrar: la fe como seguridad de lo que se espera, y prueba de lo que no se ve, la oración, los sacramentos. Cristo te está confrontando todos los días de tu vida: ¿qué reservas de fondo espiritual tienes?

LA ESPERANZA: La esperanza activa exige vigilancia activa. Cuando esperamos a alguna persona querida o importante nos preparamos para recibirle lo mejor que sepamos y podamos. Así, nuestra vida debe ser una continua espera vigilante. Somos viajeros y caminantes que esperamos encontrarnos, al final de nuestro camino, con nuestra anhelada tierra prometida. Y no olvidemos llenar nuestro corazón de las reservas divinas de amor que nos exige ese viaje que no tiene regreso.

EL TESORO: En donde está tu tesoro allí está tu corazón. Qué clase de tesoro buscamos?: Dice S. Agustín: "No lo busques afuera, busca en tu interior, pues en el hombre interior habita la verdad, la verdadera felicidad y el verdadero tesoro".

 

REFLEXIONEMOS

 

Vale la pena vivir en la fe. Vigilantes ante el Dios que llega a visitarnos. Dios no es algo etéreo, ni una idea, sino que nos encuentra a la vuelta de la esquina, en la calle, en el hogar, o en los senderos de la vida por la que estamos caminando ahora mismo. Los criados o el administrador que mencionan las parábolas de Jesús tienen en su mano el dejarse llevar por sus ideas preconcebidas o esperar vigilantes la llegada de su amo y confiar que lo que el amo les traiga será lo mejor para ellos. No olvides repetir en todo momento: “aquí estoy, Señor”…

 

APLIQUEMOS A LA VIDA

 

Tener  la cintura ceñida (el cinturón puesto) significa trabajar con juicio delante de Dios: en el trabajo de mamá o papá, Dios irradia con su presencia. Tener las lámparas encendidas significa, estar siempre esperando al Señor. Él, todos los días y a cualquier instante toca a la puerta de nuestro corazón a ver si lo estamos esperando. (Ojalá vieras la película hachiko, el perrito que muere esperando a que su amo llegue). En donde laboremos, Jesús está llegando: ¿Cómo nos encuentra?: Hacerlo todo sabiendo que en todo momento Jesús está viniendo, nos convierte en personas vigilantes. “trabajar hasta morir con las botas puestas”