17° Domingo Tiempo Ordinario Julio 25 de 2010

Evangelio de San Lucas 11, 1-13


REFLEXIÓN SOBRE EL EVANGELIO.


  1. "Señor, enséñanos a orar": Los apóstoles desean conocer cómo ora Jesús. Desean saborear su relación personal e íntima con el Padre Dios. Quieren una oración que recapitule en cierto modo el mensaje específico de Jesús y se adapte a su condición de discípulos.
  2. El Padrenuestro: Dos hechos nos llaman la atención en el Padrenuestro: la profunda sencillez y el hecho que en el estén presentes todas las formas de oración. Por un lado, la gran sencillez del Padrenuestro permite que sea recitada de forma comprensiva tanto por un niño como por un anciano. Así entramos en la intimidad de Dios.
  3. “Pedid y se os dará, buscad y hallareis, llamad y se os abrirá: En la oración dejamos todo nuestro ser en las manos de Dios. Es nuestra compañera del alma en todo momento. Como un papá guarda en sus entrañas a su hijo, por medio de la oración entramos en la intimidad del Padre celestial. La oración nos adentra en la eternidad dichosa, en el abrazo suave de Dios con sus hijos.
  4. La Oración: Cuando oramos, está siempre presente el Señor. Jamás está ocupado el Señor cuando lo llamamos sobre todo en las angustias. No nos dirá: “Tengo otras cosas muy importantes en que pensar” Dios escucha y toma nota. Y se pone en camino junto a nosotros. Ya no estamos solos. En el silencio Dios escucha.
  5. Dios es "Abba", Padre: La relación entre Jesús y Dios aparece sin embargo en una intimidad mucho mayor y profunda que nos permite hablar incluso de una comunión total, de unidad de vida entre ambos. La utilización del término Abba (Padre) es como de un hijo al padre.

MEDITACIÓN



En el Padrenuestro pedimos perdón a Dios por nuestras ofensas. En el "antiguo" Padrenuestro en castellano decíamos "deudas", expresión mucho más pobre que confundía, pues podía entenderse que estábamos hablando sólo de las deudas económicas o materiales.
Pero no debemos olvidar lo que sigue..."como también nosotros perdonamos a los que nos han ofendido". Esto nos compromete a ser nosotros también "perdonadores". No podemos tener la cara de pedir perdón si no somos capaces de perdonar.

PARA MEDITAR


¿Qué proceso hemos hecho como familia, como comunidad, en el difícil pero necesario arte de la oración?, ¿A quién hemos pedido ayuda?, ¿La oración la hacemos espontáneamente y con palabras sinceras le abrimos el corazón como un niño a su padre amado? ¿En qué forma mi oración tiene como consecuencia lógica el perdón y la atención generosa a las necesidades de los demás?. ¿Hago de mi trabajo una oración y como fruto de ella, mi vida es más espiritual?