14° DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO - Julio 04 de 2010:

San Lucas 10, 1-12.17-20

El Envío

  1. La Misión del Discípulo: Jesús envía a sus discípulos por el mundo para anunciar la buena noticia y llenar de esperanza a los que sufren, y la Vida eterna a quienes creamos en Él.

  2. El discípulo anuncia la paz: «Cuando entréis en una casa, decid primero: Paz a esta casa». Toda palabra en nombre de Jesús llena el alma de paz, de serenidad total, y nos envuelve en una amistad y fraternidad. El corazón respira la paz.

  3. Dificultades del Anuncio: Antes de ponerse en marcha el Señor les advierte que no siempre serán bien recibidos. Él los envía «como corderos en medio de lobos». A nadie persiguen por hablar de Jesús; pero si se asume de verdad su causa, nos daremos cuenta de que realmente estamos como ovejas en medio de lobos.

  4. ¿Cómo Regresan los Discípulos?: ellos vuelven alegres de su experiencia apostólica. El Señor los invita a alegrarse porque nuestros nombres están inscritos en el Cielo.

  5. ¿Cuál debe ser mi actitud misionera?: debe ser la de abrirle cada día las puertas de mi corazón, a la escucha de su palabra, para acogerla, meditarla y procurar en la vida diaria adecuar mi conducta al Evangelio.

Meditación

Toda la Iglesia es apostólica en cuanto que ella es «enviada» al mundo entero; todos los miembros de la Iglesia, aunque de diferentes maneras, tienen parte en este envío. «La vocación cristiana, por su misma naturaleza, es también vocación al apostolado».

Se llama «apostolado» a «toda la actividad del Cuerpo Místico» que tiende a «propagar el Reino de Cristo por toda la tierra».

Para Meditar

La tarea de la evangelización es responsabilidad de todo cristiano. Después de hacer Camino y de haber experimentado el Amor de Dios en su propia vida, el discípulo debe convertirse en apóstol. Los doce fueron discípulos y luego apóstoles. Los setenta y dos también fueron discípulos; luego Jesús los envió y los convirtió en apóstoles del Reino. Nosotros, donde estemos procuremos ser discípulos, experimentemos a Jesús que transforma nuestras vidas.