22° Domingo Tiempo Ordinario Agosto 29 de 2010

San Lucas 14, 1. 7-14


Descargar Homilía del Padre Rector (La Humildad)

LA HUMILDAD: hacerse pequeño en las grandezas humanas es alcanzar el favor de Dios, nos recuerda la primera lectura. La humildad personal y la confianza en Dios van siempre unidas. Los soberbios no tienen más punto de apoyo ni más esperanzas de felicidad que ellos mismos. El hombre humilde, cuando localiza algo malo en su vida puede corregirlo, aunque le duela, el soberbio no lo acepta.

LOS PRIMEROS PUESTOS:

“El que quiera ser primero que se ponga a servir”. Jesús enseña que hemos de hacer siempre el bien, sin buscar recompensas. Así, la recompensa es Dios mismo, que nos sienta junto a Él.


LOS POBRES Y MARGINADOS:

No es suficiente con invitar, hay que acoger. No basta con tolerar, hay que convivir. Si quieres encontrar tu sitio no ignores a los pobres, humildes y sencillos pues en ellos está Dios. Invita a los que te necesitan, a los que no tienen cómo pagarte nunca.


REFLEXIÓN


El humilde por excelencia es Jesús; en todo, hacía la voluntad de su Padre. Nunca buscaba llamar la atención sobre si mismo sino dar gloria al Padre. Al final murió en la Cruz. Nos dijo: "Aprended de mi que soy manso y humilde de corazón". Jesús, siendo dueño de todo, se hizo esclavo. Jesús siendo el primero se hizo el último, siendo inocente se hizo culpable. Imitemos nosotros su humildad para hacernos pequeños con los pequeños. Cualquier persona que practique y viva la humildad y el amor generoso, es un cristiano verdaderamente Santo, virtuoso y humilde.


PARA REFLEXIONAR EN LA VIDA

“Un rey le pidió a un humilde y sabio pastor de ovejas: enséñeme a ver a Dios. El pastor le dijo: durante un minuto miré fijamente el sol. El Rey tan sólo pudo unos segundos. El pastor le dijo: si usted no puede mirar una de las bellas obras de Dios, cómo pretende verlo a Él?. Preguntó el rey: En qué se ocupa Dios?, el pastor le dijo: para saber eso su majestad usted debe quitarse sus ropas reales y dármelas. El rey se quitó las ropas, se las dio al pastor quien se vistió con ellas y el rey se colocó las del pastor. El rey preguntó, qué mas debo hacer?, el pastor le respondió: ahora tiene que bajarse del trono y sentarse en el piso. El rey así lo hizo. Entonces el pastor se sentó en el trono y dijo: la ocupación de Dios consiste en ensalzar a los humildes y humillar a los soberbios”. No olvides, el soberbio busca su propia gloria, el humilde y sencillo: busca dar Gloria a Dios.