2° Domingo del tiempo Ordinario, 15 de Enero de 2012


San Juan 1, 35-42         

“El Llamado
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( Cordero de Dios)
  1. Vocación: es quedarse con Jesús es permanecer, compartir, participar, comprometerse, aceptar su proyecto con todas las consecuencias. El testimonio es una consecuencia lógica del encuentro con Jesús. La vida convence más que las palabras, los testigos más que los maestros.
  2. La Mirada de Jesús: Jesús se fija en mí y me llama por mi nombre, lo que en lenguaje bíblico significa tener la experiencia de saberse amado en profundidad por Jesús. La vida, mi vida, tiene un significado a la luz de Jesús. He quedado implicado en su tarea, en su proyecto, en la construcción del Reino.
  3. El Camino:  caminar es medicina para el alma: a Jesús le encantaba caminar; Él que es camino, nos enseña a caminar. Necesitamos hombres y mujeres que nos hablen de Dios con su vida, necesitamos testigos que nos ayuden a encontrarle. Hoy podemos ser como esos discípulos del Bautista que siguieron a Jesús; Él quiere que permanezcamos con Él. 
  4. Docilidad: Jesús sale al encuentro de cada uno de nosotros, Dios nos llama a seguirle y nos llama con nuestro nombre y circunstancias, como hizo con el niño Samuel. La actitud y la respuesta de Samuel debe ser la actitud y la respuesta nuestra: “Habla, Señor que tu siervo escucha”. Es la respuesta de los grandes creyentes a lo largo de la historia: María, Abraham, y los profetas. 
REFLEXIÓN
   Jesús le pregunta a los primeros discípulos: ¿Qué buscáis? El hombre se define por sus búsquedas, y en estas búsquedas se descubre su grandeza y el afianzamiento de su dignidad. Pero es importante acertar en esas búsquedas y saber dónde debemos buscar... Y para eso es necesario tener una confianza radical en la realidad, en el proyecto, y, sobre todo en Alguien que da razón a estas búsquedas: Dios con nosotros. 
   Ser cristiano no es seguir y admitir una doctrina; es seguir a una persona y es oír en nuestro interior: “Ven y sígueme”. Para el creyente, el hombre tiene sed de eternidad, de santidad y de verdad.... porque Dios ha tenido la iniciativa de proponer a todo hombre un destino de liberación y de plenitud que llamamos salvación.
PARA LA VIDA
   Una señora decía tener un problema de audición y cada vez que se reunía con sus amigas tenía que preguntarles de qué hablaban. Un día decidió ir al especialista del oído para hacerse un examen. El doctor le dijo que tenía los medios más modernos pero que iba a usar el medio tradicional. 
   Sacó su reloj del bolsillo y le preguntó si podía oír el tictac del reloj. Por supuesto, lo oigo muy bien, le contestó. El doctor se alejó unos siete metros y, de nuevo, le preguntó si seguía oyendo el tictac. Sí todavía lo puedo oír, contestó. El doctor salió del despacho y le preguntó: ¿y ahora oye el tictac?  Sí, lejano, pero lo oigo. El doctor se sentó frente a la señora y le dijo: Su problema no es de audición. Su problema es de escucha; usted no sabe escuchar.