San Marcos 6, 1 - 16
" La Fe Comienza por Casa "
- Una Vida Difícil: Jesús sabe que le espera una vida difícil y conflictiva. Los dirigentes religiosos se le enfrentarán. El relato no deja de ser sorprendente. Jesús fue rechazado precisamente en su propio pueblo, entre aquellos que creían conocerlo mejor que nadie. Llega a Nazaret, acompañado de sus discípulos, y nadie sale a su encuentro, como sucede a veces en otros lugares. Tampoco les presentan a los enfermos de la aldea para que los cure. Su presencia solo despierta en ellos asombro. No saben quién le ha podido enseñar un mensaje tan lleno de sabiduría. Tampoco se explican de dónde proviene la fuerza curadora de sus manos. Lo único que saben es que Jesús un trabajador nacido en una familia de su aldea. Todo lo demás «les resulta escandaloso», por ello es « despreciado»
- Rechazo: al mismo tiempo, Jesús «se extraña de su falta de fe». Es la primera vez que experimenta un rechazo colectivo, no de los dirigentes religiosos, sino de todo su pueblo. No se esperaba esto de los suyos. Su incredulidad llega incluso a bloquear su capacidad de curar: «no pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó a algunos enfermos”. Quedaron sorprendidos por dos cosas: la sabiduría de su corazón y la fuerza curadora de sus manos. Era lo que más atraía a la gente. Jesús comunicaba y compartía el reino de su Padre y enseñaba a vivir bajo el signo del amor. No era un líder autoritario que imponía su poder, era Jesús de Nazaret que sanaba al enfermo y aliviaba el sufrimiento, de cada persona que venía a su encuentro, liberando a las gentes de lo que esclaviza, oprime y deshumaniza y divide el corazón del ser humano.
REFLEXIÓN
A Jesús no se le puede entender desde fuera. Hay que entrar en contacto con Él. Dejar que vaya introduciendo poco a poco en nosotros cosas tan decisivas como la alegría de vivir, la compasión o la voluntad de crear un mundo más justo. Dejar que nos enseñe a vivir en la presencia amistosa y cercana de Dios. Cuando uno se acerca a Jesús, no se siente atraído por una doctrina, sino llamado a vivir una experiencia nueva con él.
Por otra parte, para experimentar su fuerza salvadora, es necesario dejarnos curar por él: recuperar poco a poco la libertad interior, liberarnos de miedos que nos paralizan, atrevernos a salir de la mediocridad. Jesús sigue hoy «imponiendo sus manos».
Sólo se curan quienes creen en él. Si dentro de nosotros hay algo de fe, es el momento de invocar a Dios: «Desde lo hondo grito a ti, Señor.» No para pedir cosas ni para encontrar soluciones mágicas a los problemas, sino para orientar nuestro deseo hacia el Único en el que nuestra vida encontrará descanso y salvación.Sin fe, el Señor no podrá darnos el milagro de la conversión.
PARA LA VIDA
Esta historia de tristeza, amor y fe nos relata la vida de un niño y su madre que solo tenía un ojo pero su pequeño se avergonzaba de ella, un día fue a la escuela y todos los niños se burlaron de él y de su mamita. Fue tanta la ira del niño que decidió marcharse a otro pueblo junto con su padre. Allí creció y después de años se casó.
Su madre se llenó de alegría y decidió ir a saludarlo y conocer sus nietos, al timbrar salieron los niños y muy burlones de esta señora sin un ojo su padre salió y al verla la sacó de su casa. La señora pidió perdón, “me equivoque de timbre” y se marchó. Pasó el tiempo y recibí una carta, era de la escuela para una reunión familiar. Al cabo de la reunión fui a la casa donde vivíamos por curiosidad. Me informaron los vecinos que mi madre murió, no derramé ni una sola lágrima.
Me dejó una carta. Querido hijo pensé mucho en ti. Siento haber ido a Singapur, no fue mi intención asustar a tus hijos, estaba muy contenta al oír que ibas a acudir a esa reunión pero no pude levantarme de la cama para verte. Siento mucho haberte causado vergüenza en tu vida. Sabes?, cuando eras pequeño tuviste un accidente ! Y PERDISTE UN OJO y como madre, no podía dejar que crecieras con un solo ojo, por eso TE DI MI OJO!! Y estuve contenta y orgullosa de que mi hijo podría ver el mundo con mi OJO! El amor lo sacrifica todo.