San Lucas 12, 13 - 21
“Nuestra Riqueza Está en el Cielo”
Homilía Padre Luis Guillermo Robayo M.
1.- El Amor Generoso: la parábola del rico insensato que vive acumulando riquezas y echando a perder su vida, puede estar dirigida directamente a nosotros. Nos preocupamos mucho por mejorar nuestro nivel de vida, pero, ¿no es una vida cada vez menos solidaria y, por tanto, menos humana? De, ahí el grito de alerta de Jesús: «No podéis servir a Dios y al dinero». No puede un hombre ser fiel a un Dios Padre, que busca la justicia, la solidaridad y la fraternidad de todos los hombres, y, al mismo tiempo, vivir pendiente de sus riquezas como valor supremo.
2.- Vivir la Solidaridad: este hombre rico no es José, el hijo de Jacob, que en Egipto ante una gran cosecha abre nuevos graneros y almacena el trigo para la salvación de los demás. Es todo aquel que sólo piensa en sí, en su seguridad, en sus placeres, en su vida guardada en la caja fuerte de su codicia y avaricia. Como tantos otros personajes criticados por Jesús, el rico “Epulón” que ignora a Lázaro, no ve ni piensa en los demás. Sin Dios, todo, gira en torno a él, sólo existe él. A pesar de creer tener la vida asegurada, el seguro de la abundancia, ese mismo día muere y su riqueza, ironía de la parábola, va a parar a los demás.
3.- Bien Común de la Humanidad: en estos tiempos en que todos somos educados para ser ávidos consumidores y grandes individualistas esta enseñanza de Jesús es más relevante que cualquier otra. Jesús nos dice: "Mirad, guardaos de toda clase de codicia" Todo lo que tienes es de Dios y le pertenece a él y a los demás. El hombre no es un ser solitario. Es relación y vive con los demás. Y en la cultura judía esto era más verdad. Se vivía en la familia, en el clan, en la tribu. No había hombres solos. Este hombre rico, desconectado de Dios y de los demás, habla consigo mismo. Ha triunfado, lo tiene todo, pero no tiene a nadie con quien compartirlo y disfrutarlo. Nadie escucha su monólogo: "túmbate, come, bebe y date buena vida". Él es el centro de todo.
REFLEXIÓN
"Un Mundo Más Humano"
Jesús nuevamente, habló con toda claridad en una pequeña parábola. Un rico terrateniente se vio sorprendido por una cosecha que superaba todas sus expectativas. Ante la inesperada cosecha, sólo se pregunta una cosa: ¿Qué haré? Eso se preguntan también los campesinos pobres que escuchan a Jesús: ¿Qué hará?, ¿se acordará de los que viven de hambre? Pronto toma una decisión de hombre poderoso: no construirá un granero más.
Los destruirá todos y construirá otros nuevos y más grandes. Sólo él disfrutará de aquella inesperada cosecha: «túmbate, come, bebe y date buena vida». Los pobres no piensan así. Este hombre es cruel e inhumano: ¿no sabe que, acaparando para sí toda la cosecha, está privando a otros de lo que necesitan para vivir? De forma inesperada interviene Dios.
Aquel rico morirá esa noche sin disfrutar de sus bienes. Por eso, Dios lo llama «necio» y hace una pregunta: «lo que ha acumulado, ¿de quién será?». Los pobres no tienen duda alguna: esas cosechas con qué Dios bendice los campos de Israel, ¿no han de ser antes que nadie de los más pobres?. Los poderosos sólo piensan en su bienestar. Siempre es así. Los ricos van acaparando cada vez más bienes y los pobres se van hundiendo cada vez más en la miseria., destruyen la vida de los pobres y no pueden asegurar la suya.
El dinero puede dar poder, fama, prestigio, seguridad, bienestar, pero, en la medida en que esclaviza a la persona, la cierra a Dios Padre, la hace olvidar su condición de hombre y hermano, y la lleva a romper la solidaridad con los otros. Dios no puede reinar en la vida de un hombre dominado por el dinero.
- Triunfar es buscar en nuestro corazón el más grande de los tesoros el amor de Dios, no es tener más, almacenar más en nuevos y gigantescos graneros.
- Triunfar es ser más a imagen de Jesús que se hizo pobre para enriquecernos.
- Triunfar es vivir la dimensión humana, temporal, con ilusión y alegría y en actitud de servicio. Ser capaz de ver a los demás y compartir sus carencias.
- Triunfar es olvidarse del “YO”, el hombre rico de la parábola habla 9 veces en primera persona, -“¿ Qué haré Yo?”- y pensar en “Nosotros”.
- Triunfar es negarse a vivir sólo en un mundo cerrado, en un presente sin apertura al mañana de Dios.
PARA LA VIDA
Cuentan que Buda tuvo que refugiarse en la cabaña de un pescador a causa de una tormenta. El pescador que no sabía quién era su huésped le ofreció una humilde cena y una cama. A la mañana siguiente, al despedirse, Buda le dijo quién era, le dio las gracias por la hospitalidad y le dijo que le pidiera lo que quisiera. "Quiero oro", le dijo el pescador. Preocupado por su bienestar, Buda le aconsejó: "El oro adquirido sin esfuerzo es una maldición, no una bendición. Te enseñaré por tanto la manera de adquirirlo".
En la playa, en frente de tu casa, hay una piedra mágica. Si la encuentras y tocas con ella un trozo de acero, éste se convertirá en oro. El pescador que llevaba una pulsera de acero se puso de inmediato a buscar la piedra mágica. Tocaba su pulsera con las piedras y las lanzaba al mar. El ansia del oro no le permitía descansar. Y así fue lanzando todas las piedras al mar. Finalmente, miró su pulsera y, oh sorpresa, se había convertido en oro. Pero, ¿dónde estaba la piedra mágica? La había lanzado al fondo del mar. La piedra mágica se había perdido en el frenesí avaricioso de encontrarla y hacerse rico.
El mejor uso de la vida es gastarla en algo que perdure más allá de la misma vida