28° Domingo del Tiempo Ordinario, 14 de Octubre de 2012

San Marcos 10
 ,17-30
      

 Una Cosa Te Falta

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  1. Los Mandamientos: son el camino de la salvación. El un punto de referencia esencial para vivir en el Amor, para distinguir claramente entre el bien y el mal, y construir un proyecto de vida sólido y duradero. Jesús nos pregunta si conocemos los mandamientos pero ante todo si los vivimos, si nos preocupamos de nuestra conciencia según la ley divina y si los ponemos en práctica.
  2. La Riqueza: en el joven del Evangelio podemos ver una situación muy parecida a la de cada uno de nosotros. También nosotros somos ricos de cualidades, de energías, de sueños, de esperanzas: ¡recursos que tenemos en abundancia! nuestra misma edad constituye una gran riqueza, no sólo para nosotros, sino también para los demás, para la Iglesia y para el mundo. Qué estamos dando a los demás?. 
  3. El Amor: la vocación cristiana nace de una propuesta de Amor del Señor, y sólo puede realizarse gracias a una respuesta de Amor: «Jesús invita a sus discípulos a la entrega total de su vida, sin interés humano, con una confianza sin reservas en Dios.
  4. El Desprendimiento: Jesús nos llama a ser desprendidos y, en definitiva, nos llama a vivir desde la fe en su persona, porque teniéndolo a Él, lo tenemos todo. El joven rico que se encuentra con Jesús es un hombre honesto que nunca ha dejado de cumplir los mandamientos de Dios. Para seguir a Cristo, solo le falta una cosa: salir de su individualismo, desprenderse de algo, aprender a compartir lo suyo con los más pobres y necesitados y así ganarse un tesoro en el cielo.      
REFLEXIÓN
   Hay algo muy claro en el Evangelio de Jesús. La vida no se nos ha dado para hacer dinero, para tener éxito o para lograr un bienestar personal, sino para hacernos hermanos. 
   Cristo es quien te invita a emplear tus fuerzas al servicio de los más necesitados. Ya seas médico, arquitecto, jurista, ingeniero, agrónomo, sacerdote, economista, comunicador... 
   Nunca tengas las manos y el alma amarradas a la injusticia, al egoísmo, a la mentira. 
   Habrás de ser como Jesucristo, embajador de Dios, para anunciar lo bueno y lo justo en todos los ambientes, para dar testimonio de fe ante la gente y ayudar a remediar tantos males con el vigor de tus brazos, con la fe y el amor de tu buen corazón.       
PARA LA VIDA
   Un millonario pasaba gran parte de su tiempo contando sus monedas de oro. Muy cerca de su mansión vivía un zapatero que pasaba el día arreglando zapatos y cantando bellas baladas. Canciones que irritaban al hombre rico. 
   Un día decidió regalarle unas monedas a ver si se callaba. El zapatero muy feliz dejó de cantar y de trabajar. Ahora pasaba su tiempo escondiendo las monedas, cambiándolas de sitio para que nadie se las robara. 
   Un buen día cayó en la cuenta de que las monedas le habían robado sus canciones y su paz. Se fue a la casa del millonario y le dijo: yo te devuelvo tus monedas y tú devuélveme mis canciones.

¿QUÉ ME FALTA, SEÑOR?

° Dime, Jesús, qué me falta y qué me sobra para ser merecedor de la Vida Eterna. 
° Dime, Jesús, qué me falta para entrar un día por las puertas del cielo 
° Dime, Jesús, qué me falta y que yo no veo para que Tú estés contento conmigo.