5° Domingo de Resurrección, 28 de Abril de 2013


San Juan  
13, 31-33a. 34-35

      

 El Mandamiento del Amor

  Descargar   Homilía del Padre Rector 
  1. El Amor: el Amor cristiano nace del Amor del Padre a los hombres, comunicado a su Hijo y de éste a sus hermanos, en el Espíritu Santo. Es Trinitario y se llama Caridad. Sólo mirando a Cristo, y comiendo y bebiendo de Él, somos capaces de Amar de verdad, a su manera.
  2. La Unidadpor la comunión con Él, el Espíritu Santo nos hace espirituales, nos restablece en el Paraíso, nos lleva al Reino de los cielos y a la adopción filial, nos da la confianza de llamar a Dios Padre y de participar en la gracia de Cristo, de ser llamado hijo de la luz y de tener parte en la gloria eterna.
  3. El Caminoel camino para la realización humana pasa por el amor a la verdad, el bien y la belleza. El camino para estar con Dios exige ver a Jesús como el revelador y el icono de esa verdad, de ese bien y de esa belleza que no se dejan manipular por nuestra fácil publicidad. “Yo soy el camino”. Jesús es el camino que nos conduce a la realización de nosotros mismos, a la felicidad humana, a la unión con Dios. Él es el camino que nos reconduce al paraíso perdido. La señal de cristo es la Cruz. Y la Cruz es la señal de que creemos en el Amor. 
REFLEXIÓN
   “Os doy un mandamiento nuevo.” En el Evangelio de San Juan del día de hoy. San Agustín se pregunta: “Y a qué se parece el amor”. Como gran teólogo que era nos podía haber dado una definición bien profunda de lo que él entendía por AMOR. Sin embargo, no hizo eso, sino que nos ofrece una descripción que es todo un reto para aquellos que se consideran discípulos del que fue AMOR por excelencia. Y dice San Agustín: “El Amor son las manos que ofrecen ayuda al necesitado. El Amor son los pies que corren al encuentro del pobre y del que padece necesidad. El Amor tiene ojos para ver la miseria del desvalido y del que sufre. Y que tienen oídos para oír los gemidos y dolores del que llora. Eso es lo que es el Amor”. Mejor que esto nadie lo va a poder decir.

PARA LA VIDA

   Una vez un hombre preguntó: ¿Hay algo más hermoso en la vida que un muchacho y una muchacha cogidos de la mano y de corazón puro camino hacia el matrimonio? Y una madre contestó: Sí, hay algo más hermoso. Es la visión de un hombre y una mujer ancianos haciendo su viaje final juntos. Sus manos débiles pero todavía unidas, sus caras arrugadas pero todavía radiantes, sus corazones cansados pero todavía amándose.  Sí, hay una cosa más hermosa que un amor joven. Un amor viejo, un amor de siempre.  "La señal por la que conocerán que sois discípulos míos, será que os amáis unos a otros."
Una religiosa de la madre Teresa le preguntaba un día, al verla tan jadeante y sudorosa por las calles de Calcuta:    ¿Madre, y usted no se cansa?. La madre le respondió sonriendo: "Hija, es necesario Amar. Amar siempre. Seguir Amando...hasta que duela".