San Mateo 14, 13 - 21
"La Multiplicación de los Panes y de los Peces"
EL Milagro de la Multiplicación: En el Amor de Jesús todo se multiplica. Panes que salen de su Corazón y que, a su vez, vienen de corazones generosos. Peces que se comparten y que quitan el hambre. Su Corazón grande, inmenso, siempre está en plena faena y movimiento. Hace falta que el Corazón de Jesús multiplique nuestro pobre pan y nuestras redes vacías en tantas ocasiones…
Multipliquemos con gestos, cercanía, acción y amor las situaciones en las que la fe ayuda a que nuestros corazones latan al ritmo de ese incomparable Corazón que es el de Jesús. No olvidemos compartir panes y peces con los pobres. Acerquémonos cada domingo a la Eucaristía, en la que se nos ofrece el banquete del reino, para que Él entre en nuestras vidas y nosotros mismos nos convirtamos en pan ofrecido y sangre derramada, que se descubren en el amor multiplicado.
El milagro brota del corazón compasivo de Jesús: se le enternecieron las entrañas de compasión por las personas con hambre y cansancio. Hoy hay muchos cansados por la indolencia, indiferencia y falta de caridad de tantos a quienes les sobran muchas cosas y no comparten. La Eucaristía es el remedio ante el hambre que tantos padecen. Ojalá imitemos los sentimientos del maestro y multipliquemos las virtudes, el amor y el perdón.
REFLEXIÓN
El Señor es grande, clemente y misericordioso, bondadoso con los que sufren, sus obras son obras de amor, está cerca de los que lo invocan. Sus acciones son calificadas de grandezas, proezas, hazañas, favores, gloria y majestad. Esta abundancia no es solo material como en el milagro de hoy; es espiritual: el estar con la gente que lo necesita que busca su amor, caridad. Enfoca la compasión con el más débil, enfermo y necesitado de amor y le abre sus brazos. El Dios hecho hombre se hace solidario del dolor y del pecado humano y acoge espontáneamente al hombre en el vía crucis de su existencia, en una historia donde da la impresión que prevalece el sufrimiento y la tribulación. Tres verbos escalonan la intervención del Salvador «vio”, “sintió compasión» y «curó>. Multipliquemos el amor al prójimo.
PARA LA VIDA
A diario podemos hacer muchos milagros.Un sabio se encuentra con un terrateniente de la zona, detrás va un estudiante del sabio escuchando la conversación; el terrateniente le pide al sabio que haga un milagro; él ha escuchado que este hombre hace milagros, el sabio le dice que solo Dios hace milagros. Bueno, quiero mirar a través suyo cuales son esos milagros que hace tu Dios.
Ves este sol radiante?...Si. Bueno, es el milagro de la luz del día. El terrateniente dijo: no, cure un animal herido, u oculte el sol y que se pueda apreciar la noche…El sabio le dijo: desea otro milagro?... tu esposa acaba de dar a luz; es un gran milagro la vida. El terrateniente un poco molesto por la actitud del sabio se aleja. El sabio ve un conejo mal herido, lo toma da un soplo y el animal es curado. El joven dijo: Maestro, te he visto hacer milagros como éste casi todos los días, ¿Por qué te negaste a mostrarle uno al caballero?, ¿Por qué lo haces ahora que no puede verlo?
-Lo que él buscaba no era un milagro, era un espectáculo. Le mostré dos milagros y no pudo apreciarlos. Para ser maestro, primero hay que ser alumno.