San Mateo 21, 25 - 28
"Que tu SÍ sea un SÍ y que tu NO sea un NO"
- Actitud de Humildad: el primero rechaza al padre con una negativa tajante:«No quiero». No le da explicación alguna. Sencillamente no desea ir. Sin embargo, más tarde reflexiona, se da cuenta de que está rechazando a su padre y, arrepentido, marcha a la viña. El segundo atiende amablemente la petición de su padre: «Voy, señor». Parece dispuesto a cumplir sus deseos, pero pronto se olvida de lo que ha dicho. No vuelve a pensar en su padre. Todo queda en palabras. No marcha a la viña.
- Docilidad y Humildad: la reacción de los jóvenes es completamente opuesta. El primero responde con un brusco y rotundo «No quiero», pero reflexiona y va a trabajar a la viña, El segundo dice un elegante y gentil «Sí, señor», pero no va a la viña. En el primero, las palabras no son satisfactorias, pero la acción es buena. En el otro, las palabras son buenas, pero falta la acción. Evidentemente, lo decisivo no son tanto las palabras cuanto los hechos. Sólo quien responde dócilmente al deseo del padre, cumple su voluntad. Una primera respuesta equivocada no es una decisión definitiva; puede ser rectificada por medio de la conversión y de un comportamiento que responde fielmente a la voluntad del Padre. Cada uno de nosotros debemos estar atentos al llamado de Dios y mostrar ante el Padre una actitud dócil y obediente a su llamado, construyendo un terreno en la viña del señor sin rechazarlo.
REFLEXIÓN
Dios nos hace un llamado ¿Cuándo hoy, mañana o pasado mañana? Estamos dispuestos a decir “SI” o “NO”. Hay que aprovechar este momento que estamos viviendo. Como dice S. Pablo: “hoy es el tiempo favorable, hoy es el día de la salvación. A veces posponemos el trabajar en la viña del Señor. Decimos: voy a ir a Misa o voy a tomar en serio mi vida matrimonial, o voy a dedicar un tiempo diario a la oración personal ante el Santísimo…Las promesas solas o buenas intenciones, no son garantía para hacer la voluntad del Padre.
Nos podemos sentir seguros en el cumplimiento de nuestros deberes religiosos y acostumbrarnos a pensar que nosotros no necesitamos convertirnos ni cambiar. Son, muchas veces, los alejados los que nos dan ejemplo. Por eso no podemos sustituir el SI al Señor, por lo que mundo proponga. Lo dijo Jesús:
"No todo el que diga "Señor", "Señor" entrará en el reino de Dios, sino el que haga la voluntad de mi Padre del cielo"
PARA LA VIDA
Un joven a punto de graduarse, contemplaba todos los días el hermoso auto deportivo en una tienda de autos. Sabiendo que su padre podía comprárselo, le dijo que ese auto era todo lo que quería. Como se acercaba el día de su graduación. Su padre le dijo lo orgulloso que se sentía de tener un hijo tan bueno y lo mucho que lo amaba.
El padre tenía en sus manos una hermosa caja de regalo, el joven abrió la caja y encontró una hermosa Biblia, con cubierta de piel y con su nombre finamente escrito en letras de oro. Devolviendo el regalo a su padre, enojado se fue de su casa. Pasaron muchos años. Un día decidió visitar a su Padre, era anciano, estaba muy enfermo. No lo había vuelto a ver desde el día de su graduación. Antes de que pudiera partir a verlo, recibió un telegrama donde decía que su padre había muerto y le había heredado todas sus posesiones.
Su corazón se llenó pronto de tristeza y arrepentimiento. Y encontró la Biblia que en aquella ocasión su padre le quiso obsequiar. Con lágrimas en los ojos, la abrió y empezó a hojear sus páginas". Mientras leía esas palabras, unas llaves de auto cayeron de la Biblia. Tenía una tarjeta de la agencia de autos donde había visto ese auto deportivo que había deseado tanto. En la tarjeta estaba la fecha de su graduación y las palabras: "TOTALMENTE PAGADO".