5° Domingo del Tiempo Ordinario, 8 de Febrero 2015, Ciclo B


San Marcos 1, 29 - 39 

" Orar, Aliviar y Curar "
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  1. "Oración": el episodio que narra Marcos nos ayuda a conocer lo que significaba la oración para Jesús. La víspera había sido una jornada dura. Jesús «había curado a muchos enfermos». El éxito había sido muy grande. La población entera se agolpaba en torno a Jesús. Sin avisar a sus discípulos, se retira al descampado «allí se puso a orar». Necesita estar a solas con su Padre. Jesús cuidó siempre su comunicación con Dios en el silencio y la soledad.
  2. " Aliviar y Curar ":  Jesús «Se acercó». Es lo primero que hace siempre: acercarse a los que sufren, mirar de cerca su rostro y compartir su sufrimiento. Luego, «la cogió de la mano»: toca a la enferma; quiere que la mujer sienta su fuerza curadora. Luego «la levantó», la puso de pie, le devolvió la dignidad. Así está siempre Jesús en medio de los suyos: dándonos su mano tendida que nos levanta, como amigo cercano que nos infunde vida. Jesús solo sabe servir, no ser servido. Por eso la mujer curada por él se pone a«servirles» a todos. Lo ha aprendido de Jesús. Sus seguidores han de vivir acogiéndose y cuidándose y dándose vida unos a otros.
REFLEXIÓN

   Hoy el evangelio de San Marcos nos ayuda a conocer lo que significaba la oración para JesúsJesús se revela como potente Médico, que cura y salva, conoce bien el camino que ha de seguir. Hay aldeas que todavía no han escuchado la Buena Noticia de Dios: «Vamos… para predicar también allí».Los cristianos hemos de grabar bien la escena. Al llegar la oscuridad de la noche, la población entera con sus enfermos «se agolpa a la puerta». Los ojos y las esperanzas de los que sufren buscan la puerta de esa casa donde está Jesús. La Iglesia solo atrae de verdad cuando la gente que sufre puede descubrir dentro de ella a Jesús curando la vida y aliviando el sufrimiento. En la puerta de nuestras comunidades hay mucha gente sufriendo. No lo olvidemos. Jesús era un hombre muy atento al dolor de la gente. Incapaz de pasar de largo si veía a alguien sufriendo. Lo suyo no era sólo predicar. Lo dejaba todo, incluso la oración, para responder a las necesidades y dolencias de las personas. Por eso lo buscaban los enfermos de cuerpo y alma. La vida surge de nosotros, como agua de la fuente, si nos abandonamos en el Señor, en un don recíproco de amor y confianza, si perseveramos en la oración insistente y por todos los que sufren. 

PARA LA VIDA

   Un niño y su padre caminan por las montañas, de repente el niño se cae y grita “Ay”, para su sorpresa escucha una voz repitiendo al otro lado de la montaña lo mismo, entonces con una voz más fuerte grita “cobarde” y recibe como respuesta “cobarde”. 
   El niño enojado y desconcertado mira a su padre y le pregunta “qué sucede?” el padre sonriente le dice: "Hijo mío, presta atención", y  el hombre grita "eres un campeón" y la voz le responde "eres un campeón". 
   El niño  asombrado  no entiende, el padre le explica: "La gente lo llama eco, pero en realidad es la vida, te devuelve todo lo que dices y haces. Nuestra vida es solamente un reflejo de nuestras acciones; si deseas más amor en el mundo, crea más amor a tu alrededor; si deseas felicidad, da felicidad a los que te rodean; si quieres tener sano tu corazón, visita y ayuda a un enfermo. Esta relación se aplica a todos los aspectos de la vida, la vida te dará de regreso exactamente aquello que tú le has dado. Tu vida no es una coincidencia, es un reflejo de ti. Alguien dijo: “Si no te gusta lo que recibes de vuelta, revisa muy bien lo que estás dando."