San Lucas 4, 1 - 13
" Las Tentaciones de Jesús"
- Jesús vive su Misión Fiel al Padre: Por eso, los evangelistas colocan el relato antes de narrar la actividad profética de Jesús. Sus seguidores han de conocer bien estas tentaciones desde el comienzo, pues son las mismas que ellos tendrán que superar a lo largo de los siglos, si no quieren desviarse de él. En la primera tentación se habla de pan. Jesús se resiste a utilizar a Dios para saciar su propia hambre: "no solo de pan vive el hombre". Lo primero para Jesús es buscar el reino de Dios y su justicia: que haya pan para todos. Por eso acudirá un día a Dios, pero será para alimentar a una muchedumbre hambrienta. También hoy nuestra tentación es pensar solo en lo material y preocuparnos exclusivamente de nuestra crisis. Nos desviamos de Jesús cuando nos creemos con derecho a tenerlo todo, y olvidamos el drama, los miedos y sufrimientos de quienes carecen de casi todo.
- El Reino de Dios No se Impone: En la segunda tentación se habla de poder y de gloria. Jesús renuncia a todo eso. No se postrará ante el diablo que le ofrece el imperio sobre todos los reinos del mundo: "Al Señor, tu Dios, adorarás". Jesús no buscará nunca ser servido sino servir. También hoy se despierta en algunos cristianos la tentación de mantener, como sea, el poder que ha tenido la Iglesia en tiempos pasados. Nos desviamos de Jesús cuando presionamos las conciencias tratando de imponer a la fuerza nuestros criterios. Al reino de Dios le abrimos caminos cuando trabajamos por un mundo más compasivo y solidario. En la tercera tentación se le propone a Jesús que descienda de manera grandiosa ante el pueblo, sostenido por los ángeles de Dios. Jesús no se dejará engañar: “No tentarás al Señor, tu Dios". Aunque se lo pidan, no hará nunca un signo espectacular del cielo. Solo hará signos de bondad para aliviar el sufrimiento y las dolencias de la gente.
REFLEXIÓN
El anhelo del ser humano no se apaga alimentando el cuerpo. Necesita mucho más. Precisamente, para liberar de la miseria, del hambre y de la muerte a quienes no tienen pan, hemos de despertar el hambre de justicia y de amor en nuestro mundo deshumanizado de satisfechos egoístas. Ahí quiere él introducir el reino de la paz y la justicia de Dios. El enemigo, por el contrario, le ofrece el poder y la gloria si se le somete.
La reacción de Jesús es inmediata: Al Señor tu Dios adorarás. El mundo no se humaniza con la fuerza del poder. No es posible imponer el poder sobre los demás sin caer en tentaciones. Quienes siguen a Jesús buscando gloria y poder vivenarrodillados ante el mal. No adoran al verdadero Dios. Por último, en lo alto del templo, el diablo le sugiere a Jesús buscar en Dios seguridad. Podrá vivir tranquilo,sostenido por sus manos y caminar sin tropiezos ni riesgos de ningún tipo. Jesús reacciona: No tentarás al Señor tu Dios.
No se construye un mundo más humano refugiándose cada uno en su propia religión. Es necesario asumir a veces compromisos arriesgados, confiados en Dios como Jesús. Nos desviamos de Jesús cuando confundimos nuestra propia ostentación con la gloria de Dios. Nuestra exhibición no revela la grandeza de Dios. Solo una vida de servicio humilde a los necesitados manifiesta su amor a todos sus hijos.
PARA LA VIDA
Después de un largo día en el trabajo, mi mamá puso un plato de pan tostado muy quemado frente a mi papá. Recuerdo estar esperando ver si alguien lo notaba…Sin embargo, aunque mi padre lo notó, tomó el pan tostado, sonrió a mi madre y me preguntó cómo me había ido en la escuela. No recuerdo lo que le contesté, pero sí recuerdo verlo untándole mantequilla al pan tostado y comérselo todo. Cuando me levanté de la mesa esa noche, recuerdo haber oído a mi madre pedir disculpas a mi padre por los panes tostados muy quemados.
Nunca voy a olvidar lo que dijo: “Cariño no te preocupes, a veces me gustan los panes tostados bien quemados. “Más tarde esa noche fui a dar el beso de las buenas noches a mi padre y le pregunté si a él le gustaban los panes tostados bien quemados. Él me abrazó y me dijo: “Tú mamá tuvo un día muy duro en el trabajo, está muy cansada y además, un pan tostado, un poco quemado, no le hace daño a nadie.”
La vida está llena de cosas imperfectas y gente imperfecta; aprender a aceptar los defectos y decidir celebrar cada una de las diferencias de los demás, es una de las cosas más importantes para crear una relación sana y duradera. Evitemos que el diario vivir nos empuje a buscar en las tentaciones, una manera o camino buscando nuestros propios intereses, que nos alejan del amor y caridad de Dios.