San Mateo 2, 1-12
1. Epifanía: esta palabra griega significa “manifestación de Dios en Jesucristo”. De manera misteriosa -por medio de una estrella- Dios se manifiesta a tres reyes, que llegan a Belén para adorar al Rey de reyes, Jesucristo luz del mundo.
2. El Llamado: como a los Tres Reyes, Dios nos llama, nos inspira para que le busquemos, se revela a nosotros en Jesucristo. A veces, inclusive, parece esconderse como se ocultó la estrella. Y nuestra respuesta no puede ser otra que la de los Reyes: buscarlo, seguir sus huellas -sin importar dificultades y obstáculos- postrarnos y adorarlo, ofreciéndole también nuestros presentes: el amor, la oración, el trabajos, la caridad. Servir a los demás es servir y adorar al mismo Señor.
3. Postrarse de Rodillas: como los magos, “postrarnos de rodillas”, abrir los corazones a su divina Luz y manifestarlo a través de nuestras palabras y acciones diarias.
4. El mejor Regalo: los magos ofrecieron al Niño oro, incienso y mirra. Cada uno de nosotros, aunque no somos magos, basta que le ofrezcamos nuestro pobre y humilde corazón. El mejor regalo somos nosotros mismos y hacer de nuestra familia el pesebre donde se hospede el Rey del cielo
REFLEXIÓN
Un mundo con algo que ofrecer a Dios. Cada año los cristianos celebramos la Navidad, la Epifanía. Dios se nos da, pequeño e impotente, sobre un pesebre o en manos de su Madre, María. Se nos da como Salvador, como Amor, como camino de vida, a todos sin excepción.
Aunque no empleamos la palabra "epifanía" no quiere decir que no tengamos pequeñas o grandes manifestaciones de Dios:
- Una intuición súbita; una epifanía, un grito de alegría.
- Una epifanía, un paisaje hermoso que nos deleita la vista durante unos minutos; una epifanía, su primer amor.
- Una epifanía, su primer hijo; una epifanía, su primer fracaso.
- Una epifanía... Abrir los ojos grandes, ver lo que otros no ven, ser capaces de admirar, de descubrir lo secreto...
PARA APRENDER
FELIZ AÑO NUEVO 2.011