- La Asunción: esta “realidad última” de María Santísima es preludio de nuestra propia “última meta”. El Cielo y la Gloria en cuerpo y alma es el fin último que todos esperamos. Para eso hemos sido creados por Dios. Cada uno es libre de optar por esa felicidad total y eterna en el Cielo, en Gloria, o de rechazarla, rechazando a Dios. María es el preludio…
- El Cielo: llegar al Cielo es “la carrera que tenemos por delante”, esa carrera de la cual nos habla San Pablo el Cielo es la meta de nuestra carrera. El Cielo es indescriptible, inimaginable, insondable, inexplicable para el ser humano, pues somos limitados para comprender lo ilimitado de Dios.
- La Resurrección final será el encuentro de nuestra alma con nuestro Cristo glorificado. No significa que volvamos a una vida como la que tenemos ahora. Significa que Dios dará a nuestros cuerpos, la participación en su Gloria. Al reunirnos con Jesús en el cielo, seremos cuerpos gloriosos. María Santísima es figura de lo que nos espera.
REFLEXIÓN
Celebrar la Asunción de María es celebrar la Esperanza. Hoy es el día esperanzador en que empieza a cumplirse una de las promesas que el Señor, Jesús, el Hijo de Dios, nos ha hecho a nosotros: "el que cree en mí, tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día".FIESTA DE LA DIOCESIS DE ZIPAQUIRÁ
Al celebrar hoy la Festividad de la Asunción de la Santísima Virgen María al Cielo en cuerpo y alma, nos recuerda la futura inmortalidad, nuestro destino final después de nuestra vida en la tierra. Nuestra Diócesis se viste de fiesta ante la solemnidad de la Asunción de María Santísima. Quien como patrona ha asistido, protegido y amparado la misión de la iglesia diocesana en el ser de discípulos y Misioneros de Jesucristo y de su iglesia.
HISTORIA
Javier estaba un día platicando con su cuñado Rafael y de pronto le hizo una confesión sorprendente. Ambos estaban casados con dos hermanas gemelas y aunque la esposa de Rafael deseaba ansiosamente tener un hijo, ésta después de diez años de matrimonio no había concebido. Javier le dijo a su cuñado que su esposa se había ofrecido a tener un hijo para dárselo a su hermana. El hijo nació, la madre lo acarició y se lo entregó a su hermana. Y ésta agradecida comentó: "Ni en sueños podría imaginar que alguien se sacrificara así para hacerme feliz". Meses más tarde, un periódico publicaba la noticia con este titular: "Un regalo de amor que no tiene precio. Hermana da su bebé a hermana sin hijos".
A través de una mujer llamada María,
entregó a su hijo Jesús al mundo entero.
- Estar en Gracia de Dios ( haber confesado todos los pecados mortales)
- Tener intención de ganar la indulgencia
- Comulgar
- Orar por las Intenciones del Papa y
- No tener afecto a pecado alguno ( arrepentidos y decididos a no pecar más)
6:00 p.m. Santo Rosario6:30 p.m. Eucaristía