Solemnidad de Corpus Christi, 2 de Junio de 2013

San Lucas  9, 11B - 17
 
      

 Solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo" 


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  1. La Caridad: la Eucaristía es semilla de caridad. El que los pobres tengan qué comer también brota de la eucaristía. Por eso, quien frecuenta la eucaristía y no crece en la caridad, es que en realidad no recibe a Cristo y le está rechazando, porque Cristo es el DON de Dios para todos.
  2. La Multiplicación del Pan: «Dadles vosotros de comer». Cristo no se contenta con darnos su cuerpo en la eucaristía; lo pone en nuestras manos para que llegue a todos. Por tanto, es tarea de todos –no sólo de los sacerdotes– el que la eucaristía llegue a todos los hombres. Todo apostolado debe conducir a la eucaristía. Y que Cristo tenga cada vez más personas en quienes vivir y prolongarse. Quien recibe a Cristo en la Eucaristía, se hace miembro, santuario y morada del Señor. La comunión en el único Pan de Dios, nos hace ser un solo cuerpo: su Iglesia.
  3. La Eucaristíaes el Sacramento del Cuerpo y la Sangre de Jesucristo,realmente presente bajo las especies del pan y del vino, memorial del sacrificio de la cruz; banquete pascual de la comunión en su amor yprenda de la gloria futura. Es el sacramento central; la fuente, el corazón y la cumbre de toda la vida cristiana.
REFLEXIÓN
 
    Cada vez que participamos en la misa, escuchamos las palabras, “Tomad: esto es mi cuerpo” y “Esta es mi sangre, sangre de la alianza, que se derrama por todos.” Debemos tomar en serio esta invitación de Cristo. Su Cuerpo y Sangre no es un premio que se da a los mejores. Es alimento para el viaje de la vida. La Eucaristía no es el dominio de una clase privilegiada. Es la comida que se ofrece a todos los invitados. 
   La Eucaristía no es un don reservado para los perfectos. Es la misma vida de Jesús que es una expresión del amor infinito del Padre. La Eucaristía hace milagros: cambia los corazones, extirpa los vicios, hace crecer las virtudes, amansa a los violentos, siembra paz por donde pasa, allana caminos imposibles, hace renacer la esperanza, robustece la caridad, construye la unidad, anticipa la eternidad. 
   Los sacerdotes podrían contar muchas cosas sobre los efectos santificantes de la Eucaristía. Santo Tomás lo define como el Pan de los Ángeles en la boca de los pecadores: Precioso DON.
 
PARA LA VIDA
 
   El Santo Cura de Ars, cuando había procesión con el Santísimo, le gustaba que hicieran bellos altares y, a pesar de su edad y del gran peso de la custodia, no cedía a nadie la felicidad de llevarla. Un día, le hice observar que estaría muy cansado y él me dijo: Aquel que yo llevaba, me llevaba a mí. 
   Después de haber celebrado la fiesta del Corpus Christi, les decía en el sermón:Hoy nuestro Señor se ha paseado (en procesión) por la parroquia para bendecirlos. Cuando pasen por esos caminos por donde Él ha pasado, digan: Nuestro Señor ha estado aquí. ¡Qué reconocimiento deberíamos tener, pensando en esta felicidad! 
   Cuando Él pensó en darnos un alimento para nuestra alma, echó una mirada sobre las cosas creadas y no encontró nada apropiado para saciar el alma. Entonces, decidió darse a sí mismo en alimento del alma. El alimento es su cuerpo, sangre, alma y divinidad.