San Lucas 1, 39 - 56
" Solemnidad de La Asunción de la Virgen María "
Fiesta Patronal Diócesis de Zipaquirá
- Madre de la Esperanza: Cristo ha resucitado. También María ha sido resucitada por Dios. Aquella mujer que supo acoger como nadie la salvación que se le ofrecía en su propio Hijo, ha alcanzado ya la vida definitiva. La que supo sufrir junto a la cruz la injusticia y el dolor de perder a su Hijo, comparte hoy su vida gloriosa del resucitado y nos invita a caminar por la vida con esperanza. Porque, antes que nada, la asunción de María es una fiesta que confirma nuestra esperanza cristiana: hay salvación para el hombre. Hay una vida definitiva que se ha cumplido ya en Cristo y que se le ha regalado ya a María en plenitud. María es la Madre de nuestra esperanza.Ella es «la perfectamente redimida>> En ella se ha realizado ya de manera eminente y plena lo que esperamos un día vivir también nosotros. Pero, además, María es sobre todo Madre de esperanza para los más pobres y los más crucificados de este mundo. Si María es grande y bienaventurada para siempre es porque Dios es el Dios de los pobres, y ellos caben en el corazón de María.
- Bendita entre las Mujeres: María es la gran creyente. La primera seguidora de Jesús. La mujer que sabe meditar en su corazón los hechos y las palabras de su Hijo. La profetisa que canta al Dios, salvador de los pobres, anunciado por él. La madre fiel que permanece junto a su Hijo perseguido, condenado y ejecutado en la cruz. Testigo de Cristo resucitado, que acoge junto a los discípulos al Espíritu que acompañará siempre a la Iglesia de Jesús.María, la evangelizadora. María ofrece a todos la salvación de Dios que ha acogido en su propio Hijo. Ésa es su gran misión y su servicio. María evangeliza no sólo con sus gestos y palabras, sino porque lleva consigo la persona de Jesús y su Espíritu. Ella es para la Iglesia el mejor modelo de mujer dócil, creyente y obediente a la voluntad de Dios.
REFLEXIÓN
En este día de la Asunción de María, vamos a intentar descubrir uno de los rasgos más característicos del amor cristiano, se trata de saber acudir junto a quien puede estar necesitando nuestra presencia. Ese es el primer gesto de María después de acoger con fe la misión de ser madre del Salvador... Hay una manera de amar que debemos recuperar en nuestros días y que consiste en "acompañar al que sufre" a quien se encuentra hundido en la soledad, bloqueado por la depresión, atrapado por la enfermedad o sencillamente vacío de toda alegría y esperanza de vida.
María es portadora de salvación: María trae paz, alegría y bendición de Dios, porque es la «bendecida» por excelencia. Feliz el pueblo donde hay madres creyentes, portadoras de vida, capaces de irradiar paz y alegría. Feliz la Iglesia donde hay mujeres «bendecidas» por Dios, mujeres felices que creen y transmiten la fe a sus hijos e hijas. Felices los hogares donde hay madres que enseñen a vivir con amor, humildad y transparencia la fe, el amor, el respeto.
María es el mejor modelo de esta fe viva y confiada, la mujer que sabe escuchar a Dios en el fondo de su corazón y vive abierta a sus designios de salvación.
PARA LA VIDA
Un angelito estaba en el cielo cuando Dios, lo llamó y le encomendó una misión. Con dulce voz le dijo, tendrás que ir a la tierra y nacer como los humanos, serás un pequeño niño y crecerás hasta llegar a ser un hombre. Asustado el angelito, preguntó: pero Señor, ¿cómo haré para vivir tan pequeño e indefenso, quien me cuidará?
- Entre muchos ángeles escogí uno para ti que te está esperando y te cuidará.
- Pero dime, aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreír, eso me basta para ser feliz…
- No te preocupes, tu ángel te cantará, te sonreirá todos los días y tú sentirás su amor y serás feliz.
- ¿Cómo entenderé lo que la gente habla si no conozco el idioma de los hombres?
- Tu ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar y con mucha paciencia y con cariño te enseñará a hablar.
- ¿Y qué haré cuando quiera hablar contigo? - Tu ángel juntará tus manitas y te enseñará a orar y podrás hablarme...
- He oído que en la tierra hay hombres malos, ¿quién me defenderá? - Tu ángel te defenderá a costa de su propia vida.
- Pero estaré triste ya que no te veré más.-
Tu ángel te hablará siempre de mí y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia, aunque yo siempre estaré a tu lado durante todo el tiempo que estés entre los hombres. El angelito ya empieza a escuchar las voces que venían de la Tierra y atemorizado y con lágrimas en los ojos, dijo...Dios mío, dime por lo menos el nombre de ese ángel que me cuidará,...
“Su nombre no importa tú, le llamarás MAMÁ”
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