28° Domingo del Tiempo Ordinario,11 de Octubre 2015, Ciclo B


San Marcos 10, 17 - 27

" Ganar la Vida Eterna "
  1. "En Busca del Reino": Jesús habla con un joven que tenía inquietudes espirituales. El comienzo no podía ser más alentador. El joven acude a preguntar a Jesús reconociéndole como Maestro. ¿Qué hacer para obtener la vida eterna? Se da un detalle interesante al decir corrió hacia él y se arrodilló, es decir, lleno de fe, respeto, e inquietud por una meta divina. A su vez señala que era un personaje distinguido en la sociedad. Tanto la pregunta como la actitud revelan una vida que se abre a las grandes perspectivas pero siempre buscando su propio interés. Tendrá que aprender que la salvación se gana salvando a los demás con su ayuda mutua.
  2. ¿ Dónde está tu Tesoro?:  nos debemos preguntar ¿Qué conquista nuestro corazón? Vemos que nuestros corazones se apegan a tesoros efímeros en los que pueden encontrar dichas pasajeras y adormecerse, haciéndose perezosos e insensibles. El bien más precioso que podemos tener en la vida es nuestra relación con Dios, verdadero tesoro. Jesús miró al joven con cariño, y después lo invitó a seguirle para encontrar el verdadero tesoro. El verdadero tesoro consiste en seguir al Señor y tender la mano al otro.
REFLEXIÓN 

   Hoy buscamos el reino de los cielos en medio de un mundo que nos ofrece diversión, egoísmo, y muchas otras satisfacciones personales olvidando el dolor del que sufre. Cristo respeta nuestra libertad, escucha nuestros planes, nos mira con amor, nos invita finalmente a seguirlo, pero no nos fuerza en absoluto. Él espera nuestra respuesta. 
   El Señor sigue pasando a lo largo del camino y no se cansa de invitar. Quiere nuestra felicidad. Le entristecen nuestras preferencias por las riquezas y apegos a los bienes materiales. Ayudemos a los demás a centrarse en Cristo, no en lo material  que nos ofrece el mundo alejando de nosotros la caridad y bondad con el más necesitado. 
   Cada uno tenemos inquietudes espirituales y buscamos a Dios para preguntarle si merecemos el reino de los cielos, ante una pregunta como la del joven. Cuando se le plantea en toda su exigencia lo que significa seguir el camino para alcanzar la vida eterna, se marcha triste. No capta la alegría de vivir como Jesús y seguirle de cerca. Somos capaces de seguir a Jesús y dejarlo todo?

PARA LA VIDA 

   Un hombre que viajaba en avión hacia Singapur, cuando faltaban pocos minutos para aterrizar, se dio cuenta de que el joven que viajaba a su lado se estaba poniendo muy nervioso. Pensó que posiblemente no estaba muy acostumbrado a viajar y que tenía cierto temor al aterrizaje. Pero de pronto el joven se dirigió a él y le preguntó: – ¿Es cierto que en este país las personas que son descubiertas pasando droga las ahorcan? – ¡Efectivamente! le respondió, en este país si encuentran a alguien con droga, la pena que les imponen es morir ahorcado. 
   Se levantó y se fue al baño. Después de unos minutos, regresó a su asiento, su  mirada era distinta,  de alivio. El hombre, suponiendo lo que había ocurrido, le preguntó: – ¿Te has deshecho de todo lo que llevabas encima y que te ponía en peligro? El joven lo miró avergonzado y dijo: -Sí Señor, pero por favor, no se lo diga a nadie. 
   Al llegar a Singapur la policía retuvo al joven para inspeccionarle el equipaje y hacerle un control rutinario. Afortunadamente para él, ya se había deshecho de todo. ¿De qué tenemos que despojarnos para seguir al Señor?